desencuentro de curadores

En el último boletín del Ministerio de Cultura se publica un balance del Encuentro Nacional de Curadores realizado en Bogotá el pasado mes de agosto. Obviamente se trata de un balance oficial publicado en un medio oficial. En un tono puramente informativo transmite que todos están de acuerdo, que hay consenso sobre asuntos fundamentales de los proyectos curatoriales en general, así como sobre estrategias específicas que implican lo curatorial, como lo es la ‘formación, investigación, creación, circulación, gestión y recepción’

Eso es lo que dice este boletín, y lo que es realmente interesante no es lo que muestra, sino lo que oculta. Se habla de muchísimas cosas pero en ningún momento se dice cómo se van a financiar, qué viabilidad presupuestal sotiene esta ‘lluvia de ideas’. También parece quedar claro que los felices ganadores de las becas curatoriales se ocuparán tanto de pensar sobre su curaduría, como de gestionar los regionales, asumir toda su logística de producción, divulgación y recepción.

El interrogante que queda a leer este boletín es: si el ministerio delegó en los curadores no sólo labores de investigación, sino de producción y logística, ¿van a poder los curadores realizar sus respectivos regionales?, ¿Cuentan los curadores con un presupuesto aparte para la realización de los salones? Si no es así, ¿ese dinero de donde sale? En el caso del futuro Salón Nacional la pregunta es similar, ¿Cómo diablos van a financiar y donde van a montar todas esas curadurías?

En resumen, ¿quien es responsable de que los regionales se lleven a buen término? ¿el ministerio o los curadores?

Carolina Azuero

Boletín >

El Encuentro Nacional de Curadores, se realizó en asocio con la
gerencia de Artes Plásticas del Instituto Distrital de Cultura y
Turismo, y congregó a los 14 ganadores de las becas de investigación
curatorial, los coordinadores de los Salones Regionales y los
directores de laboratorios de investigación-creación. Se llevó a cabo
en dos sedes (Sala Oriol Rangel del Planetario Distrital y Hotel
Tequendema) y servió de escenario para que los curadores de los XI
Salones Regionales presentaran sus propuestas curatoriales y
resolvieran dudas sobre la organización y realización.

Balance del Encuentro Nacional de Curadores

– El Encuentro Nacional de Curadores, a juicio de todos los
participantes, se constituyó en una importante posibilidad de
formación, de cotejo de propuestas, de diálogo, de cruce de miradas y
perspectivas. Tanto para coordinadores como para curadores fue muy
productivo para ir configurando los diversos Salones Regionales. La
organización, a cargo del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, a
través de la gerencia de Artes Plásticas, resultó plenamente satisfactoria

– Los proyectos presentados confirman que la investigación curatorial
implica distintas instancias: formación, investigación, creación,
circulación, gestión, recepción. Muchos de ellos traen propuestas
formativas de artistas, públicos, circulación por páginas web, canales
regionales, etc. Todos consideran importantes las estrategias de
apropiación y formación de públicos. En ese sentido los Salones
aparecen como dispositivos para activar el campo artístico:
públicos, instituciones, universidades. Al movilizar procesos
curatoriales se favorece dicha dinámica. Esta postura se enriqueció
con el balance final desarrollado por Jaime Cerón, quien planteó una
concepción expandida de la curaduría ligada a la inscripción pública
de las prácticas artísticas involucrando distintas dimensiones y
componentes.

– Las distintas miradas permitieron apreciar diferentes modalidades
del ejercicio curatorial. A ello contribuyó la apertura señalada por
José Roca a través de su intervención. Así mismo, las distintas
propuestas dejan ver un gran abanico de posibilidades de la práctica y
los roles curatoriales: desde concepciones más ortodoxas hasta
planteamientos encaminados a generar nuevos escenarios para el arte,
otras lógicas expositivas y otras formas de relación con artistas y
públicos.

– Parece claro que todo el proceso, aparte de propiciar una mayor
apropiación por parte de las regiones, va a generar dinámicas
encaminadas a fortalecer la construcción del sector y de la comunidad
artística.

– Mas que temas o líneas temáticas cerradas, los proyectos formulan
hipótesis amplias, blandas, móviles, «lentes» para mirar la producción
artística. Dichas líneas se van modificando con el transcurso de la
investigación. Una curaduría que deje fluir la vida.

– Los conceptos de región geográficos o políticos son puestos en
discusión, pues se propone abordar la región más desde cartografías
simbólicas. Raúl Cristancho sugirió retomar el concepto de
regionalismo crítico para desbordar la concepción atávica (adornada)
de la identidad.

– Se consideró la posibilidad de itinerancias más pequeñas,
condensadas, más acordes con los recursos disponibles y ajustadas a
problemas de transporte y seguros. Posibilidad señalada por Gustavo
Zalamea con su Proyecto Portátil. En juego están concepciones más
plurales de la circulación, no necesariamente vinculadas a la clásica
exhibición. Algunos proyectos contemplan distintas formas de exhibición.

– Muchos proyectos se plantean un campo de la producción artística que
desborda lo que habitualmente se llama artístico, en tal virtud
apuntan a visibilizar esas prácticas por su pertinencia expresiva y
cultural: prácticas populares, artesanía, etc. Aparece la curaduría
como posibilidad abierta de conexiones múltiples, incluso como un
movilizador de la creatividad social.

– Algunos proyectos trascienden el suceso Salón, pasando a generar
programas permanentes que revitalizan toda la organización y el
sistema artístico.

– Surge la necesidad de que los Proyectos articulen más instituciones,
y que generen actividad académica en las universidades como ha
sucedido con el Salón de Octubre en Cali. Este Salón también resulta
un interesante modelo de fusión institucional en procura de un mismo
objetivo, tanto con las entidades del Valle como con el mismo
Ministerio de Cultura.

– La gestión, poco a poco y con vehemencia, como lo dejo ver el
proyecto Fotología de Clemencia Poveda, el cual se ha afirmado
paulatinamente produciendo una inmensa y continua actividad, se
consolida como un componente esencial.

– Todos los proyectos consideran de una u otra manera la construcción
de públicos y de lo público

– En general los proyectos permiten una mirada más penetrante de la
producción artística y de un mayor número de artistas

– En algunos casos se presentan dificultades de tiempo para
desarrollar una investigación más ambiciosa. En otros casos hay
dificultades en temas de itinerancias, espacios, producción, estímulos
a los artistas. En cualquier caso la complejidad del nuevo modelo
implica una mayor gestión y articulación institucional. Los
coordinadores de cada regional, en asocio con los curadores, se
comprometieron a llenar unas planillas referidas a todo el tema de
infraestructura, espacios, producción y gestión. Siempre teniendo en
cuenta que cada ciudad que reciba los Salones tiene compromisos de
transporte, montaje y producción y habilitación de espacios

– El Vicio Producciones hará el cubrimiento de los Salones Regionales
mediante un programa de una hora. En el Encuentro Nacional de
Curadores entrevistaron a todos los investigadores y grupos de
investigación.

Propuestas
– Diseñar una página web de todos los salones como un proyecto virtual
que posibilite una mayor circulación y acceso al público.

– Continuar el Encuentro de Curadores a través de una continua
intercomunicación, en forma de red, de todos los proyectos. Es decir,
un Foro en internet como una estrategia tanto formativa como de
divulgación de miradas e investigaciones.

– Circular los Salones como propuesta central para hacer del 40 Salón
Nacional un Salón de proyectos curatoriales. Un Salón parcialmente
nómada trazando diversos trayectos por el país. Procurar que todas las
exhibiciones circulen dentro del país, así sea parcialmente, no
necesariamente la totalidad de los trabajos debido a costos y demás
dificultades de traslado, seguros, etc. No obstante pueden transitar
virtualmente en algunos casos, o circular cada una de ellas a dos o
tres ciudades en un diálogo interregional. Existe fórmulas alternas
como que cada exposición venga a Bogotá pero también a otras dos
ciudades en un diálogo regional que afiance el encuentro. Así mismo,
se consideró la posibilidad de valerse de instituciones como el Banco
de la República para facilitar esta itinerancia teniendo en cuenta su
cubrimiento nacional y su disponibilidad espacial. Se consideró que
darse cita sólo en Bogotá confirmaría una mirada centralista que
desvirtúa el real sentido de todo el proceso. Desde ese punto de
vista, los dineros destinados a la celebración del 40 Salón Nacional
bien podrían propiciar una mayor rotación, tanto de obras como de los
discursos que los acompañan.

– Frente a la dificultad que encuentran la mayoría de regiones para
suministrar una bolsa de creación a los artistas, se plantearon
figuras para modificar el concepto de bolsas de creación por figuras
alternas: fondos para la producción de obras y así evitar que el
artista no tenga gastos de su producción y envío, estímulo a los
artistas por su inserción en una estructura que les da visibilidad,
movilidad y circulación (Red, canales televisivos, reproducción del
los Salones en catálogos CD. Incluso algunos como la Costa Atlántica,
les ofrece una asesoría continuada por los curadores, la producción de
un dossier de presentación de su actividad artística, una reproducción
de sus trabajos en CD y una circulación de su trabajo por el canal
local). Así se ayuda al artista en algo más estructural y duradero que
un dinero para un evento puntual. La regional Oriente dispone de una
página web actualizable por los mismos artistas.

– Rotar manuales de montaje disponibles en el IDCT y en la Red de
Museos, sobre todo en aquellas ciudades sin experiencia en el tema de
montaje de exposiciones

– El Ministerio de Cultura, pese a las dificultades que supone una
itinerancia amplia y no siempre con las mismas obras, continúa
indagando sobre el tema de seguros, sin que ello signifique disminuir
la gestión local de cada regional.

– Pese a que se señalaron fechas tentativas para los catálogos, estos
se asumen con relatividad para asegurar la calidad y el buen
cubrimiento de los Salones.

Desarrollo del 40 Salón Nacional
Normalmente el Salón Nacional recogía una selección de propuestas de
obras de las diversas regiones para configurar una muestra nacional,
generalmente con sede en Bogotá. Dentro del nuevo proceso el Salón se
convierte en un Salón de Proyectos Curatoriales cuya particularidad
apunta no a exhibir obras singulares sino la propuesta curatorial como
un todo. Estas propuestas enfatizan más en la necesidad de circulación
a lo largo del país como un dispositivo de diálogo interregional. Por
ello, las exhibiciones circularán tanto al interior de las regiones
como fuera de ellas a partir del segundo semestre del 2006. Se trata,
entonces, de un Salón móvil cuyo mayor objetivo apunta a una gran
circulación.

El concepto de circulación no se circunscribe a las muestras físicas,
se extiende al diseño de un proyecto virtual que permita acceder a
todos los Salones con sus componentes visuales y discursivos. Es un
Salón nómada trazando diversos trayectos, físicos y virtuales, por el
país. Todas las muestras circularán así sea parcialmente, debido a
costos y demás dificultades de traslado, seguros, etc.

El segundo componente del 40 Salón Nacional lo constituye una serie de
actividades conmemorativas del Salón Nacional. Ellas son la
publicación de la segunda parte del libro, realizado en 1990, para
conmemorar los 50 años del Salón Nacional: 50 años del Salón Nacional
de Artistas, compilado por Camilo Calderón. Así mismo, una exposición
histórica relacionada con los Salones Nacionales, curada por el Museo
Nacional, y –probablemente- el inicio de cuadernos destinados a
desarrollar una lectura de los principales artistas colombianos.

Bogotá septiembre 11 de 2005.

fuente >
http://www.mincultura.gov.co/salonesRegionales/BoletinSeptiembre2005.doc