Un grupo de estudiantes de las universidades del Bosque y los Andes viajaron a visitar el #44SNA para asistir al Encuentro Académico. A continuación un texto Carolina Cerón publicado en González, seguido de unas imágenes de la visita.
Pharmacologia
El formato de conferencia leída de un texto de algunos invitados al componente académico del Aún 44 Sna —incluyendo cualquier formato de conferencia leída sin gracia— ¿debería ser revisado? A veces da la sensación de que este tipo de formato es el más poderoso somnífero del territorio, entendido el territorio con la comunidad presente en el auditorio. Charlas como la de Brigitte Baptiste, Rafael Castellanos o Bruno Mazzoldi lograron ser la cafeína de las conferencias, estableciendo un diálogo animado y dinámico con su público. Pareciera que otras conferencias le hablaban exclusivamente a versados en teoría crítica, filosofía continental, Derrida, Guattari, Deleuze y todo el combo de teoría pura y dura. Viendo el panorama del territorio desde atrás en el auditorio, la gran mayoría de estudiantes y asistentes —a excepción de las dos primeras filas— parece en una siesta comunal, arrullada por un murmullo lejano. No es que esto sea un balance general del componente pues no ha finalizado, es tan solo una impresión comentada por varios en medio de la charla nocturna. Se ha hablado del inconsciente, de la experiencia, de la psicodelia y otras formas de adición en la sociedad. Si bien hay alucinógenos que permiten aumentar la percepción casi que creando una especie de telepatía que permite fundirse y leer al otro, hay una ausencia del alucinógeno que permite leer al público.
El pharmakon en filosofía alude a aquello que cura y enferma al mismo tiempo. El fármaco de las conferencias ha sido el formato de lectura arrulladora y poca generosa en muchas intervenciones, que a pesar de un fondo y un contenido pertinente y refrescante para hablar de territorio, se envenena con la forma de llegar a su público —sobre todo aquellas donde el conferencista no puede hablar sin el guión restringido de la página escrita— y la lectura adormecedora que impreg- na y no logra llegar al tipico estudiante asistente que no le interesa entender ni leer ni que le lean teoría para arrullarlo.
—Carolina Cerón*
*Curadora y profesora de la Universidad de los Andes
2 comentarios
Estoy de acuerdo en que hubo presentaciones flojas y otras aburridas. Sobre las flojas no hay nada que decir, pero sobre las aburridas creo que por la vía de reclamarle «gracia» a un ponente, caemos peligrosamente en la asimilación del formato conferencia al de un entretenimiento. Y una conferencia no es eso. Concuerdo en que las habilidades histriónicas de algunos ponentes no eran sensacionales pero, en medio de una lectura «sin gracia» hubo en muchos casos cosas importantes en proceso de transmisión. Factores como que la rumba estudiantil se prolongara hasta entrada la mañana no ayudan a aguantar despiertos hasta la hora en que un man se pone a leer planito una ponencia. Hay unas formas teóricas de las drogas y unas formas prácticas, que a veces se asocian para que la gente se duerma.
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https://www.youtube.com/watch?v=8Y5xAk8XJiQ