«Tu sabes, Mamá, el mundo está lleno de sonidos. Cuando los escucho, me doy cuenta que los sonidos en sí forman patrones, luego estos se convierten en música en mi cabeza. A veces cuando me llamas, no te oigo porque estoy escuchando la música.»
*Miles, edad 5 años, recuperado del autismo diagnosticado a los 19 meses.
A finales de los años 80 en el marco de uno de los Salones Nacionales de Artistas, un artista grafitero roció sin clemencia el contenido de un bote de spray negro sobre uno de los muros que colindan con la 26 para tomar la circunvalar; SALON NACIONAL DE AUTISTAS. En ese momento me causó gracia y apoyaba en silencio la desbandada de graffitis de texto y elementos poéticos que inundaron la ciudad de Bogotá por aquella época.
Ahora que conozco lo que significa padecer de un diagnóstico basado en un desorden biológico del cual sufren, solo en los Estados Unidos alrededor de 500.000 personas –cifras iniciando el milenio-, y considerado prácticamente una epidemia y en aumento en Latinoamérica dadas las condiciones deteriorantes del medio ambiente, no concibo que a un Salón de Artistas, ahora o en cualquier época, se le pueda llamar así. El lenguaje es un `fierro’ que es mejor no cargar cuando se puede estar denigrando o haciendo malas comparaciones, en este caso de algo tan serio como el autismo. Las analogías hay que cuidarlas….[i]
La polémica post-salón es particular, gran parte debido a las fiestas que irrumpieron en mitad de su desarrollo. Ahora que los textos abundan se identifican dos fuerzas, las que enfilan sus cañones desde afuera en gran parte para `jalar la lengua de los curadores’ que bien habría que rectificar que son 5 (no 4 como se ha mencionado en algunos textos) los que diseñaron la estructura general del evento con la aprobación del Ministerio de Cultura. Picar, jalar la lengua, acosar, hostigar… por medio del texto acompañado de imágenes pretenden que ellos entren al ‘teatro de operaciones’ de la esfera pública. Por otro lado los focos de resistencia interna, o aquellos que participamos de buena fe a pesar de las diferencias conceptuales y la metodología puesta en práctica para la participación de los regionales en el salón.
Necesario aclarar que la resistencia al esquema propuesto por ¡URGENTE 41 SNA! no es ni durante, ni posterior al evento, viene de antes. No puedo hablar con propiedad de las experiencias de las otras curadurías y señalo que estas se manifestaron a tiempo y de manera vehemente para la reunión de mayo de 2008 en Cali, transcribo solo dos ítems del documento que MALDEOJO entregó al grupo curatorial 41 SNA tratando de aclarar nuestra posición en varios sentidos:
Item 1. La ubicación de MALDEOJO en PARTICIPACIÓN Y POETICA, reconoce solo en parte las intenciones del guión, proponemos la inclusión de todo el proyecto dada su naturaleza portable y las exigencias de montaje de varias obras permiten ser exhibidas en varios sitios de la ciudad. Tenemos muchos procesos que vale la pena reactivar en espacios extra-artísticos y no convencionales…. etc…
Item 3. Nos apartamos de la idea de un Salón Nacional temático, que desvirtúa los esfuerzos de investigación desarrollados por los distintos proyectos (curadurías), ya que regresa al viejo modelo de clasificación y determinación. Talvez en contravía a los planteamientos que alimentaron las propuestas en las diferentes regiones… etc…
Regresando a la reunión de mayo, tanto Gloria Posada (se hace necesario abonarle a Gloria su pertinente texto investigativo y el paralelo con situaciones pasadas de salones nacionales), así como Oscar Salamanca en el momento de la presentación en grupo, tenían baterías cargadas y argumentos de peso pero de buena fe, pedí que se le diera el espacio a la curaduría `mayor’ para que presentara su proyecto… posteriormente en las reuniones personalizadas con cada grupo manifestamos la incomodidad, tanto es así que `no se llegó’ a ningún acuerdo entre MALDEOJO y el equipo curatorial de ¡URGENTE!. Las relaciones se reestablecieron cuando Bernardo Ortiz viaja a Cartagena a entrevistarse con nosotros. Pero, estos desacuerdos hubiesen significado; ¿Retirar la curaduría? ¿No participar del Salón Nacional? Se acordó de buena fé: MALDEOJO se exhibió completo sin desarticular el guión.. y ¡URGENTE! a su tiempo estaría encargado de articular su propuesta de curaduría dentro del esquema general del salón… Pero nos superaron las Fallas de origen diría Wilson Díaz) Por cierto, Wilson fue el encargado de viajar, ver y escuchar en vivo y en directo algunas de las curadurías regionales incluyendo PRÁCTICAS DE VER y MALDEOJO; ¿Porqué no aplicó la `formula correcta de eventos artísticos’ que detenta uno de los escritos críticos a favor de Helena Producciones? Shazzám!!![ii]
LOS QUEJUMBROSOS Hacer parte de lo que Carlos Jiménez denomina los `quejumbrosos’, tiene sus ventajas; la experiencia del 41 SNA en directo y en vivo. Hablar, contar, mostrar desconcierto es incorrecto? Talvez si pretendiéramos publicar artículos internacionales, pero es una discusión local que trata sobre ¿Qué pasó allí? Por principio se entiende que todas las partes involucradas en la construcción de un evento de esta magnitud actúan de buena fé. ¿Cierto? El proyecto de internacionalizar el salón era urgente y talvez el intercambio necesario que hace posible que un evento tradicionalmente `nacional’ adquiera dinámica internacional.
Pero regresando al tema y para alejarme de la muletilla quejumbrosa propongo lo siguiente:
¡LOS SALONES REGIONALES NO TIENE QUE SER PARTE DEL SALÓN NACIONAL! No es la plataforma correcta para la lectura y los procesos que atraviesan las regiones (Ver la entrevistas a las curadoras Mariangela Méndez y Sofía Hernández donde lo incorrecto es precisamente lo que pusimos en evidencia los regionales y sus dispositivos de exhibición). Para que exponer innecesariamente a las regiones en un diálogo que no traspasa las limitaciones de un SNA y que en la práctica no alcanza a plantearse las situaciones de fondo de las regiones. ¿No sería mejor fomentar las itinerancias regionales con el intercambio (por ejemplo en los foros académicos) con otras curadurías nacionales? Las itinerancias regionales en su mayoría fueron pasivas y no propositivas; tendría lógica insistir en su proyección regional (Los proyectos regionales perfectamente pueden invitar artistas internacionales si así lo desean). Las becas curatoriales de investigación tratan de eso, de investigar y proponer visiones sobre las regiones que alimenten sus dinámicas internas y no pretender internacionalizar las regiones para que puedan estar a la par del mejor `arte de punta’ del país.
¿Entonces que sería del Salón Nacional con `nuevo titulo’ y proyección? La plataforma para la internacionalización del arte colombiano… así de simple. La última década a demostrado que el arte colombiano ha ido perdiendo el síndrome de la endogamia. Los artistas van y vienen, aquellos que se han permitido la diáspora y no tienen la frontera demarcada en su conciencia. El Comité Curatorial del SNA diseña su evento, sin las restricciones que impone la `inclusión democrática’ de las regiones. ¿Qué aportarían los regionales? Pues arte… artistas…. algunas obras…. o nada. La responsabilidad del curador regional terminarían precisamente allí, en conformar un equipo local y ceder los derechos de cualquiera de sus jugadores en las mismas condiciones de todos los otros co-equiperos nacionales e internacionales en un evento diseñado para ello y que el premio a lograr un nivel nacional por parte de la cuota de los regionales lo determine una bolsa de trabajo que le permita con disponibilidad de recursos ampliar su propuesta…. libertad y orden.. en los regionales… libertad y orden en el nacional… y así el arte se tomaría la discusión (en contra o a favor), pero no nos desgastaríamos pidiéndole cita al siquiatra para verter la desgracia o montar puestos de persecución armada en contra de la burocracia institucional (cuando todos nos hemos beneficiado de ella) o el grupo de los 5 que lo hicieron de buena fe pero ¡¡Shazzám!!![iii]
Las 20 obras de arte del 41 SNA que clama Lucas Ospina como las verdaderas (criterios que finalmente son subjetivos y circunstanciales), las que justificaron la existencia del evento más ambicioso de la historia del arte colombiano, el 41 SNA no resplandecerían milagrosamente por el descarte de los otros 250 artistas participantes. Esas 20-30-40 o 50 serían las obras en discusión; las revelaciones de los regionales, las propuestas de los invitados nacionales y las intervenciones internacionales bajo unos criterios curatoriales claros. La discusión de si los curadores son artistas o no es el mismo discurso relamido de si la pintura tiene o no relevancia. No hay formulas cuando se asume una posición así sea de manera temporal; un artista puede ser un curador, pero no es un curador, un crítico puede ser un artista pero no es un artista, un gestor puede ser un productor de eventos pero no es un productor de eventos, lo interesante esta en la formulación, conceptualización y aterrizaje del evento.
Finalmente abonémosle a este Salón Internacional de Arte Colombiano lo que se logró de buena fe y el resto ¡¡¡Shazzám!!![iv]
Rafael Ortiz
Equipo curatorial MALDEOJO
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[i] En el texto MALDEOJO Y EL COLAPSO DE LAS PIRÁMIDES, igualmente,
por desazón usé las pérdidas de los ahorradores y el manejo suntuoso
de DMG como analogía.
[ii] De malas (Ver el fukú en la MARAVILLOSA VIDE BREVE DE OSCAR WAO, de
Junot Díaz)
[iii] De malas de nuevo.
[iv] De malas, de malas y de malas.
2 comentarios
1. Sí, el uso de analogías descuidadas es un «cáncer que corroe» a la crítica de arte, una “ceguera”, una “cojera”, una manera de “negrear” al otro, un «mal tercermundista” que nos impide el acceso a ese paraíso de mermelada donde el lenguaje esta al servicio del “quererquedarbienismo” de la ética. Si hoy fue el uso de la palabra “autistas”, en el pasado fue el uso de la palabra “masacre”:
http://esferapublica.org/nfblog/?p=711
2. Se lee a gusto el texto «!De Buena Fe Y Shazzám!!, no importa si se está o no de acuerdo con algunas de las ideas que argumenta; ya quisiera uno como lector que los que se dedican a la curaduría no limitaran el tono paradójico, irónico, agudo o el buen y mal humor a los textos de debate y que hicieran uso extensivo de este variado dominio del estilo a los textos curatoriales; pero no, ahí se dedican a hacer «sociología para dummies» y a ejercitar la retórica en aras del “compromiso político” y la «ilustración» (y por supuesto, a demostrar un «sustento teórico» que les permita obtener las becas de investigación).
3. ¡Cataplum!
Rafael: estoy de acuerdo contigo cuando dices que el lenguaje es un ‘fierro’ que hay que utilizar con mucho cuidado porque, agrego, como todos los ‘fierros’ los carga el diablo. Por eso mismo te pido que reflexiones sobre lo que ya has escrito, que no me parece del todo cuidadoso que digas que, en el fecundo debate generado por el 41SNA, intervinieron tambien los que querían ‘picarle’ la lengua a los curadores para que respondieran a sus críticas en esfera pública. Como yo me siento aludido por esta clasificación tuya, te aclaro que yo escribi lo que escribi al respecto no porque quisiera picarle la lengua a nadie ni porque me sintiera escribiendo algún ‘artículo internacional’ sino simplemente porque estaba interesado en saber qué pensaban los curadores de las críticas que entonces se hicieron a su trabajo. Incluida la tuya, desde luego, formulada, por lo que he entendido, desde la posicion del colectivo curatorial MALDEOJO. Y lo hice, y no me arrepiento de haberlo hecho, porque pensé y sigo pensando que la responsabilidad que asumieron los curadores del 41SNA, cuando aceptaron ese encargo, se extiende hasta su obligación de responder a las cuestionamientos, las críticas y los interrogantes formulados por la comunidad artística – aunque no solo por ella – sobre los resultados de su trabajo. Y ahora mismo destaco en ese grupo a Oscar Muñoz que sí dio una respuesta que, a mi, como bien sabes, me parecio en su momento insuficiente pero que ahora, ante el silencio sepulcral del resto de los integrantes del cuarteto ( o del quintento, como tu aclaras ) me parece digna de aplauso.
Por último, te invitaría a reflexionar sobre tu afirmacion que el debate sobre el intercambio de papeles entre artistas y curadores te parece obsoleto, zanjado definitivamente. Pues si es así, yo no me he enterado. Que yo sepa ese intercambio ha comenzado a hacerse en Colombia hace pocos años y que yo sepa, insisto, no se ha dado de manera amplia y público. Añado que esta ignorancia mía no significa que ya se haya dado. Y si ya se dio, te pido que me ayudes a informarme.