El 15 de septiembre de 2009 concluyó la exposición Cinema Insostenible en el Museo de Bogotá, en este entonces localizado en el Planetario Distrital. Consistía en una puesta en escena de objetos rescatados, in extremis, de las cenizas de los antiguos teatros bogotanos que proyectaban cine, cenizas dispersas en los más recónditos lugares de la ciudad. Los artistas plásticos Jairo Suárez, Camilo Ordóñez y Juan David Laserna conformaron un grupo de trabajo bajo el nombre Colectivo Maski, tenían como propósito transformar en fragmentos las cenizas de los teatros para rescatar algo del sentido que naufragó con estas prácticas sociales y culturales.
La estrategia creativa de conformar comunidad para elaborar inquietudes artísticas que trasformen nuestras maneras de ver el mundo, caracteriza a muchos proyectos de arte contemporáneo, cuyos artistas han repudiado el narcisismo, el culto a la personalidad de muchos artistas modernos. Si bien desde siempre el artista ha requerido conformar un equipo de trabajo para realizar sus ideas, esta modalidad creativa de la contemporaneidad pone de manifiesto que el hacer creativo es una acción con otros, otros que se convierten en contrapunto creativo. Éste saca al trabajo artístico de su marginalidad estética, le proporciona una dimensión polifónica para proyectarlo al mundo de las acciones humanas. Maski hace énfasis en el nosotros, muestra que sólo podemos ser en la acción, y que las acciones son posibles sólo por la presencia de otros hablantes que nos salen al encuentro.
Los objetos desenterrados por Maski hablan de nuestra época, cuentan la historia de unos hombres que se quedaron sin historia, evocan todo tipo de nostalgias e ideas; por ejemplo, nos sugieren que nuestra memoria no es memoria efectiva, que no está al servicio de la vida, que es un implante realizado por los medios masivos de incomunicación para facilitar la circulación de las mercancías.
Cinema Insostenible es un proyecto creativo vigente. Maski sigue pensando y modelando ideas a partir de los fragmentos que han recopilado y agrupado para que recobren algo del sentido perdido. Los artistas examinan el objeto de su interés sin la pretensión de hacer ninguna demostración de carácter positivista. Tienen claro que la verdad que se reserva para sí la vida en acto, es inaprensible en conceptos, que sólo se nos devela mediante estrategias creativas como aquellas que exploraron en la articulación y el montaje de los objetos que salieron a su encuentro. El artista contemporáneo sabe que el montaje es asunto sustancial en un proyecto artístico contemporáneo, porque tiene la pretensión de reconfigurar el mundo, así predomine en él un interés antropológico. Al igual que otros artistas, Maski no han vendido su alma al mercado, tampoco la han empeñado en la investigación con fines específicos, positivistas, o para lograr una beca de nuestras instituciones positivizadas, así hayan sido destacados con varios premios sobre el patrimonio.
El montaje de Cinema Insostenible en el Museo de Bogotá tuvo sus problemas. La institución Museo de Bogotá no es un Museo, es una institución de carácter burocrático que no está en capacidad de apoyar proyectos de envergadura como aquellos que allí se han mostrado, proyectos sobre el patrimonio que son abordados desde una perspectiva creativa, sin que ésta sesgue o distorsione la realidad. Recuerdo el trabajo de María Elvira Escallón sobre el Hospital San Juan de Dios, fruto de muchos esfuerzos y largas jornadas de campo. En uno y otro proyecto, percibimos algo falso, artificioso, pero por cuenta de la institución que encorsetaba el pensamiento de los artistas, sujeto a unas condiciones físicas que decían nada de la problemática que planteaban los artistas con sus ideas hechas objetos. El museo de Bogotá es un museo abstracto, sin condiciones materiales ni académicas para potenciar los proyectos que a allí llegan. Escallón finalmente encontró su lugar adecuado para montar algunos de los logros alcanzados en su experiencia con el naufragio de las instituciones que deben velar por la salud de los bogotanos y las bogotanas. La exposición Sin Remedio, realizada en 2008, resaltó la importancia de sus exploraciones en el mundo de la vida.
Maski también ha encontrado su lugar a posteriori. El próximo domingo 12 de Septiembre realizará una vespertina para los abuelos y abuelas del barrio Santa Bárbara, carrera 7 No. 4-75. Proyectará Abajo el Telón en las ruinas del antiguo teatro Santa Bárbara a las 6:30 P.M. El título ha sido seleccionado después de haber escuchado testimonios de los habitantes del sector que vivieron sus días en este teatro. Abajo el telón es una película de Mario Moreno, Cantinflas. Con este proyecto Maski encuentra alternativas de montaje que potencian y dan sentido concreto a sus ideas.
Como complemento, desde las 12 M del mismo día, Ricardo Muñoz, mostrará sus fotografías de los habitantes del sector, en los alrededores del Teatro Santa Bárbara. Otros artistas jóvenes refuerzan este acercamiento a una memoria efectiva que sale a nuestro encuentro para transformarse y transformarnos. A este tipo de intercambio simultáneo de sentido lo he denominado Transpropiación.