El autor de la carta anónima a Beatríz González resultó ser un artista
En esta época de Habacucs y falsos anónimos le tocó a nuestra reconocida artista una dosis de ese tipo de estrategias. Hasta hace pocos días estuvo abierta en la Alonso Garcés la última exposición de la maestra que tenía como título “Carta furtiva”, inspirada en una carta anónima que llegó a esta galería. Según este video la persona que envió esta carta fue el artista Simón Hosie, quien esperó a que se cerrara la muestra para acudir a los medios y revelar su jugada.
En una de las notas de prensa publicadas sobre esta exposición decía que “la búsqueda de la autora que dejó esta carta en la portería de Alonso Garcés Galería sin dejar rastro, (aún desconocida) ha sido otro de los ejes por los que ha pasado la artista para lograr desarrollar su trabajo. Al parecer es una coincidencia de tres vidas (autora anónima, Yolanda Izquierdo y Beatriz González), cruzadas por temas como el costumbrismo, la violencia, la situación de los desplazados y la sensibilidad para narrarlo”
¿Qué pensará Beatríz Gonzalez ahora que sabe que la carta no la escribió una lavadora de ropas?
¿Aceptará la invitación de Hosie a reunirse con él? y… ¿cómo para qué sería?
Gabriel E. Merchán
Anexo la “carta anónima”:
Para la artista BEATRIS GONZALES
Muy importante———- Por favor entregarsele en sus manos
Asunto: Información yolanda Isquierdo
muy importante
que el muchacho de ——–donde don Alonso garces me dijo que la dejara aquí que aquí vives en la Cl
Querida Beatriz, soy (no se lee por el papel desgarrado) que recorre estas montañas, estas ciudades y ———–vivo donde no llega el colectivo, soy de las que debe toma una trocha destapada para llegar a su casa, mis vecinos se quejan y —uno que es consejal— está gestionando el pabimento, pero yo no firmo algo que me deja sin———- caminar sobre —– la tierra, asi el honorable me diga que soy atrasada, por gustarme———– pensar de ida y de vuelta— -eso ya no se puede en las calles de semento. Yo fui progresando con los años—–una vida mas sencilla, porque eso de lograr muchas cosas me quedo primero difícil, después imposible y por ultimo me resulto inútil—. Poco mas de — 10 meses sali por esta ruta para ir a la ciudad y por el camino me encontre con don Hector para hacer una vuelta en uno de esos bancos donde a una le dan un numero para que ——no haga filas y lo dejan dando bueltas y parado, porque las sillas siempre estan ocupadas por las politicas internas. Alli aproveche para —–hablar (a) Hector de la familia y —-del pais, mientras nos tomamos un tinto que el compro en la esquina y lo trajo en unos vasitos desechables que no se derriten, pero que hay que agarrar con el saco o algo para no quemarse. El me estaba contando de yon su hijo, que trabaja en la construcción y sobre el grabe accidente——sufrido en dias pasados jugando futbol, cuando un señor me entrego un periodico, porque al parecer le agarró un desespero con tanto papel. Yo ya me aburría y lei el titular y crei que era viejo porque decía ARRANCO LA FARCPOLITICA y entonces yo lo aproveche de carpeta para mis recibos. Cuando iba de regreso en la flota fue que distigí que si era de ese mismo dia Viernes 23 de mayo de 2008…
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Para la artista BEATRIS GONZALESMuy importante———-Por favor entregarsele en sus manosAsunto: Información yolanda Isquierdomuy importanteque el muchacho de ——–donde don Alonso garces me dijo que la dejara aquí que aquí vives en la ClQuerida Beatriz, soy (no se lee por el papel desgarrado) que recorre estas montañas, estas ciudades y ———–vivodonde no llega el colectivo, soy de las que debe toma una trocha destapada para llegar a su casa, mis vecinos se
quejan y —uno que es consejal— está gestionando el pabimento, pero yo no firmo algo que me deja sin———-
caminar sobre —– la tierra, asi el honorable me diga que soy atrasada, por gustarme———– pensar de ida y de vuelta—
-eso ya no se puede en las calles de semento. Yo fui progresando con los años—–una vida mas sencilla, porque eso
de lograr muchas cosas me quedo primero difícil, después imposible y por ultimo me resulto inútil—. Poco mas de — 10
meses sali por esta ruta para ir a la ciudad y por el camino me encontre con don Hector para hacer una vuelta en uno de
esos bancos donde a una le dan un numero para que ——no haga filas y lo dejan dando bueltas y parado, porque las
sillas siempre estan ocupadas por las politicas internas. Alli aproveche para —–hablar (a) Hector de la familia y —-del
pais, mientras nos tomamos un tinto que el compro en la esquina y lo trajo en unos vasitos desechables que no se
derriten, pero que hay que agarrar con el saco o algo para no quemarse. El me estaba contando de yon su hijo, que
trabaja en la construcción y sobre el grabe accidente——sufrido en dias pasados jugando futbol, cuando un señor me
entrego un periodico, porque al parecer le agarró un desespero con tanto papel. Yo ya me aburría y lei el titular y crei que
era viejo porque decía ARRANCO LA FARCPOLITICA y entonces yo lo aproveche de carpeta para mis recibos. Cuando
iba de regreso en la flota fue que distigí que si era de ese mismo dia Viernes 23 de mayo de 2008. Como no me parecio
de novedad la noticia, pase viendo y depues encontre tu obra ondas de rancho grande al principio me causo gracia
porque el dibujo parecía el retrato de una amiga mia llamada Lus Aida que vive en el Cauca y prepara unos envueltos de
masorca deliciosos. Después fue que me sentí mal, porque lei bien entendi que es que representaba el valor pero el
gran dolor de la situación de Yolanda y yo me había equivocado con la primera mirada que me reí por verlo de vistas hacia
fuera y no de vistas hacia adentro cuando me puse en la situación de ella y me agarro la tristesa porque nos hemos
acostumbrado a olvidar e ignorar a quienes no conocemos ni llegamos a conocer no a querer como yo quiero a Lus Aida
que es a quien me recordo el dibujo de tu obra.,-esa mujer sencilla alegre pero timida que vive allá en lo mas adentro
de las montañas, con sus dos hijos y el esposo, en el lugar mas lindo del mundo eso dice ella porque no conoce ningun
otro pues alla vive Lus Aida
y ————-Olga—–y sus tres hijos de padres distintos que ahora está con Jaime que
trabaja la tierra y que espera que algun dia no ser jornalero y poder sembrar su propio pedaso mientras trabaja a
esfuerso veo como se van y se vienen a la ciudad personas como el con los tres hijos que no son —-y con suyos y con
[Zulma y veo cuando voy a la capital mujeres como Olga vendiendo bolsas de basura en la calle con un cartel en el
semáforo y ———-solicitando una ayuda y yo hago como una fuerza interior como un rezo para no encontrarme nunca
a Lus Aida vendiendo sus enbueltos de masorca———–para darles de comer a sus hijos ahora toca tener mas cuidado
por los viruces [virus de la humanidad que son demoledores y la mayoría tenemos que seguir sin antivioticos. Estas
realidades son muchas y——–se repiten y son todas muy ondas como las de rancho grande pero solo muy pocos
deciden enfrentar con su vida lo que a todos nos lo afecta como Yolanda. Entre tanta noticia repetida de periodismos
interesados y rebistas lujosas festivales mesclan masacres y farandulas en las nobelas pero incluso el noticiero es una
nobela y eso nos va alejando de la verdad de la realidad y se [va desprestigiando lo que se dice y la palabra y los
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esfuersos de verdad———— como Yolanda—–. Por eso tu dibujo me gusto mucho porque era una forma diferente de
decirlo y tu dibujo se parece a los que yo hacía de niña con el lápis de maestro de mi papa que siempre tenia entre la
oreja y me lo prestava para que yo dibujara sobre cualquier superficie y tambien me acorde como me sentia cuando el
me decía que—–iba a ser algun dia una gran pintora. Yo supe que eres grande y famosa y por eso inbertí en los pasajes
y fui a Bogota y te llebe mi obra del periodico para que tu me la firmaras. La señorita me dijo que porque no la habia
interbenido que a ti te gustaba que la gente que la gente la interbiniera yo no sabia eso y entonces le pregunté que era
intervenir porque a mi no me ha dado nunca pena preguntar y a la ——persona que le pregunte que tambien queria una
firmadita me explico que era hacerle uno cualquier cosa que no solo pintarla y como tanto me insistio—- con lo de
cualquier cosa yo le dije que si podia usarlo—–para enbolver un aguacate y eso si que nos iso reir ese señor si se goso
de mi comentario porque se pudo serio pero después volvia y se reia y me miraba y entonces me pregunto que cual
seria el significado de eso para la obra y yo le conteste que —así se maduraban los aguacates poniendolos al sol
envueltos en papel periodico y entonces el señor se puso muy serio y me dijo algo que no le entendí. Yo me devolví ese
día a casa y la colgue con cinta——-pensando en que podia hacerle pasaron los dias y los meses sin que decidiera
hacerle nada. Un dia me decidi a echarle muchos colores y fui y compre pinturas en la tienda de doña Fani pero ya
frente a la hoja no fui capaz. Otro dia me decidi a cambiarle fue el encabezado de arriba porque no pude pintar el dibujo
y como arriba dice CULTURA & GENTE pense cambiarlo por GENTE & INCULTURA como diciendo de la incultura y fui
y ———busque otros periodicos y recortar las letras y fui y me compre una sinta que tiene pegamento de los dos lados
que se dice de doble fas————————y arme el letrerito pero ya de noche desisti de nuevo. Senti en mi la cobardia y
se me hiso difícil dormir lo que me—-hiso sentir estúpida porque lo que estaba hasiendo era solo para mi ademas al otro
dia tengo que trabajar. Esos dias——trabaje mucho y cuando veia la obra en la pared sentía—-el miedo que sentia de
modificarla. Fue el 5 de noviembre por la noche que me quede mirandola ——desde mi como que entendi que yo no
pude———— — ———-. Me olvide después de la obra por varios dias pero un dia me desperte y la vi diferente, la vi
lindísma me pareció muy raro porque la verdad y espero que no te ofendas —– no me gustaba desde el comienso porque
se parecia a los mios a mi no me gusta [ilegible debo admitir con muchisima verguensa que cuando viaje a que me la
firmaras como decia en el periodico tuvo mas que ver que un señor me comento—-que esa obra firmada por ti valia
según el un poco de plata pero lo que mensiono a mi me parecio mucho y tengo necesidades ———– estoy
esperando. Y te voy a confesar que ese dia le pregunte a la señorita en Bogota si era cierto que esa obra podia valer
eso y ella me dijo que si y yo me debolbi como quien carga un tesoro y miraba a todos en el bus como si tuviera algo
que ellos no tienen y que solo yo se. Pasaron estos otros días sin que nada pasara de esto que te cuento de la obra que
me firmaste y estube ocupada labando y entonces me agarro la duda de que nombre le voy a poner si es una niña y si
es un niño y entonces estube pensando mucho en eso y entonces me puse a leer todo lo podia para ver si encontraba
los nombres. A mi siempre me ha gustado muchisimo la lectura y afortunadamente desde que sali de estudiar —- en el
grado sinco que fue el ultimo que me gane pude mantener la curiosidad por la lectura y entonces lei en la biblia el
nombre de Pedro y me gusto pero no porque doña margarita me dijo que el nego a Jesus. Y entonces no porque si ——
si creia en el que se nego fue el mismo y yo quiero que —-mi niña o mi niño crean ellos mismos por encima de —–
nadie ———— y solo—- por encima de ellos mismos porque si uno no se respeta a uno mismo no puede respetar a los
demas y por eso Jesus respetaba a los que no creian en el pero de seguro que lo que mas doleria fue el haber visto
como su amigo lo negaba pero lo perdono por lo que iso pero pedro debio decir cuan lo preguntarlo que si pero yo no
quiero que mi hijo muera crucificado como Jesus y por eso no le voy a poner Pedro por que ——————- como mama
preferiria que lo negara para no verlo muerto por amor. Yo no sabia que poner un nombre fuera difícil pero es como si
uno pusiera en el nombre todo lo que uno quisiera para le hija pero eso no es asi por eso tampoco le voy a poner
Leandra por el del que compone ballenatos y que es mi admirado y tampoco un nombre raro y entonces decidi ponerle
un nombre de algo que a mi me gustara muchisimo y que a eso me —-acordara mi hija o hijo siempre que lo llame y que
[ilegible sepa que asi es y entonces después de muchos dias pensando le voy a poner Amaca o Amaco. Lo que paso
después fue que se vinieron en mi los temores de las cosas y empece a sentir urgencias de la cunita y las cobijitas y
unos biberones y entonces estaba nerviosa y entonces se me ocurrio que ya habia llegado el momento y descolge mi
obra firmada por ti y entonces la lleve [a la casa de empeño de don Manuel y asi fue que estrello contra el mundo —-
me asole contra la realidad de las cosas porque don Manuel que es un —hombre de esos muy puestos me sento y me
dijo que lo que yo tenia no era el original y que el original si podia llegar a valer dos millones que era lo que me dijeron.
Y entonces con esa platica yo —-calcule iba a estar un año —-tranquila con Amaca
o Amaco sin tener que
preocuparme por la plata aunque claro no iba a despreciar las labadas que surgieran para ——- la casa. Entonces don
Manuel me esplico que la obra mia era como un reproducido en masas y que como habia salido en la prensa todo el
mundo tenia y asi como un libro firmado por el autor se hace mas especial para el que lo apresia y que la firma era para
los que saben de arte y entonces como yo se me fui para otra comprabenta y por no creerle a don Manuel —–en el otro
sitio no me trataron como el y se me burlaron y mee dijeron que si asi fuera los recicladores vivirian en Maiamis
entonces me debolbi desilusionada como de todo pero sobretodo de migo misma y puse la hoja de periodico sobre la
mesita y asi se quedo y como yo ai cocino y todo era como el mantel y ai se quedo por muchos dias. Un dia después yo
pasaba enfrente a donde don Manuel y entonces el me avistó y me gritó el saludo y yo me arrime y el me pregunto que
quiubo del arte y yo le dije que lo estaba usando de mantel y el sonrio entonces y se persino y dijo virgen santisima pero
yo me quede seria y entonces el me aclaro que es que la mujer representada era una virgen que ai decia y yo le
pregunté que si Yolanda y el dijo que la del dibujo y entonces en cuanto llege volví a cojerla y lei lo que decia y que
Yolanda es un santa moderna y no una virgen—-porque —-oi en dia no hay que ser virgen para ser santa como Yolanda
y volvi a mirar y me volvi a acordar de Lus Aida que de virgen no tiene un pelo y que quede riendome sola. Y entonces
cai en cuenta tambien de lo que me había dicho don Manuel porque ai lei muy clarito que es una IMAGEN MULTIPLI—
CADA o sea lo que el me dijo para que los lectores la guardaramos y entonces me agarro como un sentimiento y volvi y
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la desarruge y la colge de nuevo al lado de mi cama y me acuerdo mucho de ese dia porque fue el que vimos lo del
nuevo presidente de los estados Unidos por la telebición y nos agarro la risa porque Ugo el hijo (de) Berta dijo que por fin
la telebición de don Omar estaba a la altura porque es de blanco y negro y entonces no se cuando fue que le empece a
resar a Yolada porque al principio como que le ablaba de mis cosas y asi como contandome de mi misma pero a ella y
entonces un dia fue como si me ubiera oido porque yo andaba con lo de la cuna y dele con lo de la cuna y entonces un
dia asi me encontre una caja afuera de un lugar comercial y yo pase de largo y después algo rasone porque me debolbi
y le pedi al dueño que si no la relagaba y me dijo que no pero ya me iba y me preguntó para que la queria y yo le dije
que para una camita para unos perritos y entonces sedio y yo me la traje porque no es cualquier caja sino de esas
plastificadas de electrodoméstico con protección y cuando llege enseguida la recorte con el cuchillo y le ice unas formitas
curbas como nubes pero no fue sino al otro dia que se me ocurrio usar las pinturas que no use para coloriar la obra y me
quede todo el dia pintando la cunita y que tan hermosa y pinte unos arboles y un sol y estrellitas asi de dia no se vean
en mi cuna si y pinte unas flores y una amaca entre los dos arboles y tambien pinte una Yolandita chicita (chiquita)
volando y regando enbueltos de masorca y me quedo muy parecida a la tuya y espero que te ofendas cuando te dije
que tu dibujo me parecia a los que yo dibujaba —–desde niña porque yo solo fui una gran pintora para mi papa pero
soy una labadora de ropa esta es la realidad de cómo son las cosas pero como decia mi papa las cosas no son
importantes a menos que sean necesarias como la cuna. Pues entonces saque la cuna a secar y entonces los que
pasaban la comentaban y una señora de abajo me dijo que ella tenia unos guardados de los hijos y asi como asi fue y
me trajo 3 cobijitas 2 sabanas 1 almoada 4 mamelucos 2 saquitos 1 bestido 2 frascos 3 pares de medias 1 biberon 5
pantaloncitos y lo mas importante un colchoncito que yo recorte la espuma y lo ajuste a la medida entonces yo le hice
unas arepas como agradecimiento y a labarle la ropa pero me dijo que no era necesario entonces por la noche le di las
gracias a Dios y le di las gracias a Yolandita y le pedi de corason que por el amor de Dios me ayudara a que se
solucionara lo de mi Sisben para poder recibir la atención medica adecuada y le hice la promesa de que si eso pasaba
iba a agradecerselo con toda mi alma, Entonces paso y para mi es como un milagro y fui atendida y me examinaron y
dijeron que sera un hombre y yo le dije al doctor que se llamara Amaco si asi llega a ser—-si Dios quiere y el doctor me
dijo que asi sera porque el no se equivoca en el sexo y que me recomendaba ponerle un nombre normal que en paises
como España esos nombres no eran admitidos, pero yo quiero que se llame Amaco y que sea Colombiano asi no lo
acepten en España como a—–un Pedro. Beatris esta es mi promesa de agradecerle a Yolanda con toda mi alma——-
pense que tu podrías llevarle mi mensaje adonde quiera que este porque le di mi palabra. Pasado mañana porque
mañana tengo que lavar voi a llevarte este agradecimiento para Yolanda y a ti te voi a llevar mi ondas de Rancho
grande que esta igualita a todas las se —-hicieron en el periodico para que te rias de mi misma imaginadome en ese
bus lleno de gente——————-creyendo que yo sabia algo y que tenia en mis manos dos millones, pero ya pague el
precio por ingenua ya que eso no es el valo
Discusión
Carlos Salazar: El arte colombiano es un mercado de mentiras conmovedoras. Muebles de anticuario que se venden como muebles de víctimas. Ropa y zapatos de las Pulgas que se venden como atuendo de víctimas. Artistas que se inventan un pasado familiar de lucha gaitanista y desplazamiento de violencia y machete. Trabajos de campo en zonas de conflicto que solo son un rumor creado al ritmo de una clase o una fiesta curatorial pero de los cuales no existe la más mínima prueba.
Lucas Ospina “Después de todo, ¿qué es una hermosa mentira? Pues sencillamente la que es evidente por si misma.” http://www.lasillavacia.com/elblogueo/lospina/una-hermosa-mentira-en-cuatro-partes
Víctor Albarracín Lo que me pregunto, ahora, es qué estarán pensando quienes compraron en Alonso Garcés los cuadros, dibujos y pruebas de González surgidos de tan conmovedora experiencia…
¿Bajará el precio de estas obras ahora que la mentira no es tan hermosa? ¿Bajará la creencia sostenida de artistas y coleccionistas en torno al valor terapéutico, social y metafórico del arte? ¿Servirá este pequeño gag en forma de tugurio en plaza para dejar definitivamente de lado las pretensiones humanitarias de artistas e instituciones? Es decir, ¿nos servirá el resbalón de González, al menos, como último adiós de las causas nobles?
Si este desliz sirve para dejar de ver en el espacio público mariposas, caballos y árboles; si sirve para dejar de ver en las exposiciones botas con huesos, tacones detrás de tripas y fotos luminosas de gamines, de repente algo se ganó.
Aunque quizás, más bien, la experiencia servirá como motor para Tugurizarte: 33 artistas colombianos (más viejos que Jesús) decoran sus tugurios para ayudar a las víctimas de la gripa porcina.
Pues con claridad, no se trata ya de la experiencia humana del arte, sino de sus vectores mercantiles.
André Paolo Parafraseando al escritor del artículo, “En esta época de Habacucs y falsos anónimos” este es el riesgo que se corre, la obra como referente de algo precedente –como se exponía en un comentario anterior-, la obra que recurre a la “realidad”, nos plantea el problema debatido del “arte social”, además de criterios como la “autenticidad y la originalidad”
En este caso, Beatriz Gonzáles tuvo en cuenta la carta de una “lavandera” en su obra y así sucedió, una “lavandera” le envió la carta. Más allá de lo verosímil que pudo resultar ser la carta, encontramos la construcción de un personaje, la elaboración de un rol teniendo en cuenta historias, anécdotas, relatos de mujeres que de una u otra forma podrían sentirse identificadas con la carta, cualquiera de ellas pudo haberla escrito.
El hecho que me deja pensando, y el cual creo que es necesario analizar más a profundidad, es la obra de Simón Hosie; luego de armar todo este alboroto con Beatriz Gonzales, utiliza aquella imagen que se ha creado de la “lavandera” para realizar una intervención en la Plaza de Bolívar. Hoy cuando fui, entré a la pequeña casa de latón en medio de la monumental plaza y me sorprendió encontrar a “la lavandera”, se trataba de una señora, promedio de 60 años, de bajo recursos, quien me contaba que el lugar en el que nos encontrábamos era similar a su hogar en Ciudad Bolívar, acto seguido me contó del trabajo que desempeñaba, no sin antes reiterarme su procedencia humilde y, su anhelo de seguir en ese espacio durante diez días más (según le había indicado Simón Hosie).
Efectivamente, luego de crear el personaje, legitimado en la antecedente obra de una de las más importantes artistas colombianas (quien se encuentra en la efímera memoria colectiva por estos días, teniendo en cuenta la influencia recibida por el arte pop y la exposición de Andy Warhol), lo retoma para su propio trabajo; se vuelve una antesala a la intervención que vemos en la Plaza de Bolívar. Evidentemente todo estaba muy bien planeado, el aprovecharse del prestigio de la artista resulta ser una situación problema, no obstante considero que se mantiene el papel de “la lavandera” en boga la gente; además de indagar sobre si ¿Es lícito o no escribir una carta “anónima”?, si ¿es correcto o no utilizar el reconocimiento de una artista, y todo el boom mediático que esto conlleva?, sería oportuno un análisis respecto a “la lavandera”, ¿Cómo se fue construyendo este personaje? ¿De dónde salió? ¿Por qué resulta tan atractivo para estas dos personas?…. ¿Qué sucede en este momento con “la lavandera” que habita la Plaza de Bolívar?
Lucas Ospina La carta es como el corto de una película, un promocional muy bueno, intrigante, con pistas truculentas, detalles hilarantes y narrador emocional, pero pasa como en el cine: uno va a la película intrigado por el “teaser” y está malísima, el peliculón de la casita en la plaza de Bolívar o Hossie poseído oyendo voces de lavandera no es tan poderoso como la carta. Sin embargo, hay que esperar hasta el final, tal vez en la última escena Hossie se quita la máscara de “Boy-scout” y aparece un personaje afín a la carta: el cínico. O entran a escena otros actores: Samuel Moreno y Ana María Alzate llegan a la plaza para tomarse una foto con la artista desplazada o se roban un Warhol y la Fiscalía le echa la culpa a una humilde lavandera que anda por ahí llevando obras a prenderías: “y asi como un libro firmado por el autor se hace mas especial para el que lo apresia y que la firma era para los que saben de arte y entonces como yo se me fui para otra comprabenta y por no creerle a don Manuel —–en el otro sitio no me trataron como el y se me burlaron y mee dijeron que si asi fuera los recicladores vivirian en Maiamis”
Y continuando con el ejercicio de detallar a los protagonista de esta telenovela mediática, hay un video donde Simón Hosie da cuenta de su proceder, muestra que ha hecho otras cartas, habla de cultura popular y muestra sus dotes de cronista y hacedor de horribles pinturas, en fin, es un artista que vive en una constante y altruista primiparada renacentista:
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Revista Semana Hace mucho tiempo Beatriz González dejó de hacer chistes. Después de la toma del Palacio de Justicia, después de las décadas de los 80 y los 90 -el narcotráfico, las masacres y los magnicidios-, su obra dio un giro. Poco quedaría de la risa irónica que produjeron obras como su serie de dibujos del presidente Turbay o Apuntes para una historia extensa, en los que les quitó solemnidad a retratos de los próceres. Vendrían obras c
omo El color de la muerte, testimonio sobre asesinatos políticos; las madres que lloraban en Las Delicias y los féretros de la Dolores. Ondas de Rancho Grande, de 2008, basada en la fotografía de la líder campesina Yolanda Izquierdo poco antes de ser asesinada, y que la artista hizo circular en mayo del año pasado con el diario El Tiempo, se hizo en ese mismo sentido. Y además como “una pieza que cada cual pueda intervenir y alterar a su gusto”, según dijo González.
La obra volvió a sonar en la prensa cuando hace poco más de un mes se supo que una misteriosa carta había llegado a la Galería Alonso Garcés escrita por una humilde mujer que se dirigía a la artista: una lavandera de ropa que había enmarcado la obra, a la que le atribuía milagros. La carta conmovió de tal manera a la artista que, no contenta con basar su siguiente exposición en la carta -que se tituló Carta Furtiva y cuyo texto introductorio era un fragmento de la misma-, buscó a la autora de la misiva a través de la emisoria de radio La W y por medio de un nuevo anuncio en El Tiempo. La artista, que se había vuelto seria, y se había comprometido como pocos con la realidad del país, al parecer había complementado su obra. Había tenido una respuesta. Por eso, después de la reciente noticia de que su pintura había cambiado no la vida de una lavandera con cierto talento para escribir, sino que había sido intervenida por Simón Hosie -un arquitecto, el verdadero autor de la carta, que desde la semana pasada se pasa el día en la Plaza de Bolívar, donde instaló la casa de su personaje ficticio- pareciera que la ironía no la abandona.
Polémica
La acción de Hosie ha desatado una interesante polémica en el mundo del arte. Para algunos, su carta es una talentosa acción que desenmascara las falacias y los abusos del arte político colombiano (como que muchos artistas se apropian de objetos de las víctimas como si se tratara de ready mades) y su jugada es “afín con la ética del arte: decir verdades con mentiras, bellas mentiras que se revelan como tales”, como escribió el crítico de arte Lucas Ospina en su blog de La Silla Vacía. Más adelante, sin embargo, el mismo Ospina decía que la última parte de la intervención de Hosie, plantar la casita en la Plaza de Bolívar, era una “perorata propia de políticos”.
De hecho, la mentira de Hosie no les pareció tan bella a muchos. En pocos días la página web Esfera Pública, que consigna los debates del arte en Colombia, se llenó de comentarios enardecidos: artistas que consideraban que Hosie había intuido las reglas del mercado; los seguidores de González decían que Hosie había usado su nombre y su fama para salir del anonimato. Y en sus artículos hasta los medios parecían sospechar que Hosie había abusado de la buena fe de la artista.
Incluso se llegó a sospechar de Beatriz González. ¿Cómo era posible que una mujer de su trayectoria e inteligencia, con una agudeza crítica que le ha valido parte de su reconocimiento, se hubiera comido el cuento entero? La carta tenía imágenes demasiado elaboradas, a pesar de las obvias faltas de ortografía. Y en los corrillos del mundo artístico pronto se oyó murmurar que se trataba de una estrategia para promocionar una exposición, que cómo era posible que González le hubiera dado tanta importancia a una carta anónima, y se sentía la indignación de quienes no creían que Gónzalez se “hubiera prestado para eso”. Detrás de los rumores, no obstante, de la admiración de algunos y la indignación de otros, muchos se preguntan si lo de Hosie es una intervención artística o un acto de manipulación mediática.
Aunque, según cuenta Alonso Garcés (el galerista de Carta Furtiva), en un momento dado varias personas sospecharon sobre la autenticidad de la carta -la misma Beatriz, incluso-, la galería nunca dudó en la validez de la exposición. “Hace unos días Beatriz me dijo que ella había recibido la carta como si fuera de una lavandera, y que para ella esa era una realidad”, y que eso era lo que valía. Después del debate que ha suscitado el hecho, Garcés se mantiene. De hecho, él fue uno de las primeros en conocer la identidad del autor de la carta y qué era lo que Hosie se traía manga arriba. Lo que buscaba el arquitecto era tan inocente, que poco después de que se cerró la exposición Carta Furtiva, él mismo se acercó a la Galería, contó la verdadera historia de la lavandera y pidió que Beatriz estuviera presente en el lanzamiento de su intervención en la Plaza de Bolívar.
En este punto críticos y artistas parecen estar de acuerdo en que la intervención de Hosie es una más dentro de las más de 400 obras que llegaron a la Galería Alonso Garcés para que Beatriz González firmara. Y una genial, por salirse de los esquemas propuestos. Pero la forma como Hosie reveló su autoría no sólo frenó el juego que había empezado, sino que por ser tan literal, hizo que se dudara de sus intenciones. Por eso, para Garcés, que fue uno de los primeros en ir a la Plaza de Bolívar -a lo mejor para apoyar a Hosie, con toda seguridad para seguir el rastro de la obra de González-, “Hosie se extralimitó al tratar de sacarle partido a la exposición, con lo que hizo en la Plaza de Bolívar. Él debió haberse quedado solamente con la carta. Lo de la Plaza de Bolívar es un remedo”.
Para los críticos, sin embargo, el problema va más lejos. Porque muchos se preguntan en este momento ¿qué está haciendo la casa de la lavandera en medio de la Plaza de Bolívar? Si Beatriz González se tomó su obra demasiado en serio , según Lucas Ospina: “lo mismo le sucede a Hosie, al decir que su trabajo no es irónico, que es sólo ‘complemento’, aunque la carta es ironía pura”. El valor de la carta, incluso después de que supiera quién era su verdadero autor, está en que desmitifica la solemnidad del arte (una lavandera que iguala sus dibujos a los de una artista), en poner sobre la mesa cierta discusión del arte político, en generar contenidos mediáticos. El tono de Hosie, al hablar de su obra, de la lavandera y de la casa, es muy distinto: “Me parece maravilloso que la polémica gire en torno a la casa -le dijo a SEMANA-. La mujer empezó a vivir en la carta, pero en esta casa está representada, no sólo en la casa, no sólo en las imágenes de la mujer y en los objetos de la mujer. La mujer está. Y yo no entiendo por qué los críticos de arte no la ven. Hay gente que la ha visto”.
Según Ospina, que Simón Hosie se hubiera revelado autor de la carta no es el problema, sino que se tomó la carta -y lo que desató- demasiado en serio, un caso en el que la misma obra sobrepasa la intención del artista. ¿El resultado: “La casita del arquitecto Hosie en la Plaza de Bolívar, donde vemos a un ‘boy-scout’ del arte social tratando de hacer una obra de arte total”, dice el crítico. Un Quijote de las artes -si el caballero veía molinos de
viento, Hosie ve a la lavandera-, que engolosinado usa todas las estrategias para dar un mensaje, guiado más por cierta ingenuidad que por su insólita astucia en el mercado del arte.
Simón Hosie es Premio Nacional de Arquitectura, el más joven en recibirlo, a los 28 años, en 2004, y esta es su primera exposición como artista, y quizá por ello surge, de colofón, una incómoda pregunta: ¿Será que alguien puede ser tan ingenuo, después de todo?.
Publicado en Semana el 12 de julio de 2009
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El Espectador: Por dos semanas Simón Hosie llegará a las 5:00 a.m. a la Plaza de Bolívar y se sentará en el banquito de la casa de la lavadora de ropa, su más reciente obra que se pregunta por la identidad nacional.
Una casita de plástico y bareque, con un platón de ropa, un cordón con 15 prendas lavadas y extendidas, y un banquito en su frente se ha posado en la mitad de la Plaza de Bolívar de Bogotá. Es la casa de una lavadora de ropas creada por el arquitecto y artista Simón Hosie que, además de perturbar a los transeúntes, parece gritar que en sus cuatro paredes “habita más eficazmente la identidad nacional que en el Palacio de Nariño, el Capitolio, el Palacio de Justicia”, como lo sugiere su creador y como lo deja saber alguno de los paseantes que se atreve a tocar su puerta: “Así vivimos la gente humilde”, se oye decir. Pero la historia para que esta casa aterrizara en este pavimento es larga y enrevesada.
Simón llevaba algunos años viviendo en Tierradentro (Cauca), comiendo envueltos de maíz y enamorado de los colores variopintos de los frentes de esas casas sencillas en donde la gente del campo colombiano lleva su vida. Había hecho de los banquitos enclenques que reposan siempre al lado de las puertas de estas casas los protagonistas de su serie de arte ‘Frentes populares’.
Había vuelto a Bogotá y se había internado otros tantos años en Ciudad Bolívar, haciendo un trabajo etnográfico, oyendo las historias de la gente que vive con lo fundamental y consignándolas en un cuaderno de reglones amplios. Y de ahí, de esas horas de historias donde casi se asiste a todo el misterio de la existencia humana, el artista creó un personaje, una lavadora de ropas, que encaminaría su trabajo artístico y que le inspiraría dos cuadros enormes que tardó pintando algo más de ocho meses.
“Me fui dando cuenta de que lo que yo buscaba en mi trabajo era tratar de definir un nuevo concepto de colombiano culto, alejado de la idea de erudición. Después de mis años de trabajo encontraba que el ser culto dependía más de la sencillez, la capacidad de convivencia, de diálogo pacífico y de tolerancia, y yo quería plasmar esta idea con el mismo lenguaje sencillo del pueblo colombiano, así que esta lavadora de ropa se convertiría en mi ideal de mujer culta”, explica Simón.
Un día, mientras terminaba de pintar sus cuadros, recibió el periódico y se encontró con que la importante artista Beatriz González pedía al público que interviniera una imagen de Yolanda Izquierdo que ella había creado. Simón no pensó en pintar la hoja de periódico, pensó en intervenirla de otra forma. Más preciso sería decir que pensó en cómo su lavadora de ropas podría intervenir ese pedazo de papel, al fin y al cabo, por gente como su lavadora, líderes comunitarias como Yolanda Izquierdo habían muerto.
Le escribió la carta a la respetada artista, con el puño y la letra de su lavadora de ropa, con la mirada desprevenida de la mujer humilde que confiesa, por ejemplo, que ese dibujo de Yolanda empezó a hacerle milagros, y entonces, sin imaginarlo, la carta conmovió tanto a Beatriz González que redireccionó la obra sobre Yolanda Izquierdo que luego ella expondría en la galería Alonso Garcés y que incluso bautizó Carta furtiva. (La carta completa de la lavandera está publicada en la revista Número de junio de este año).
“Esos milagros que le hace el dibujo de Yolanda a la lavadora no son las ayudas de un dios, sino son las tres ayudas que yo considero fundamentales para sacar adelante este país: lo primero es tener la capacidad de transformar algo elemental en algo absolutamente útil, ella encuentra una caja de un electrodoméstico y lo convierte en la cuna de su hijo. El segundo milagro es cuando una señora pudiente ve esa cuna y decide regalarle ropita, este es el sentido comunitario, y el tercero es cuando ella dice que ella no está afiliada al Sisbén y le pide a Yolanda y a la virgen que intercedan, que en últimas es la ayuda del Estado”, explica Simón.
Hoy la lavadora de ropa está en la Plaza Mayor, con su cuna de cartón, su platón, su banco, las 15 prendas que Simón recogió de sus travesías por ciudad Bolívar, con dos fotografías puestas en portarretratos brillantes que reproducen los dos cuadros que pintó el artista sobre la lavadora y con el deseo de que Beatriz González, que por imposibles cálculos del destino no está en el país, conozca en carne propia esa lavandera que tanto conmovió su obra.
Asi, los artistas mas mediocres pero más astutos han comprendido que si quieren colmar su arribismo fáustico deben arrastrarse lo más indignamente posible frente a la demanda de la gran Albión por más misericordia hipócrita y mas fantasías de rebelión infantilizadas. Críticos como Clayton Kirking, Marguerite Feitlowitz o Manuel Toledo han diseminado la información de que los objetos del arte político colombiano pertenecieron alguna vez a víctimas. Pero no quieren pruebas. Claro, han sido inoculados con informaciones que por su gran volumen emocional, la tinta del calamar, logran que nadie se atreva, so pena de ser señalado de fascista o envidioso, a comprobar si estamos asistiendo en verdad a un sistema de mentiras o en peor de los casos a una estafa.
Lo de Hosie pudiera bien haber sido una talentosísima acción artística sobre la falsa víctima, lo político apócrifo y lo proclive que es la sociedad del arte a inyectarse regularmente con dosis de misericordia evangélica.
Beatriz Gonzalez, la más grande artista viva en Colombia y la única artista política que nunca vio en ello una forma de lucro, no podía sustraerse porque es su naturaleza. Otra persona hubiera hecho de la carta un lingote de oro en Londres. Lo de Hosie era un excelente performance hasta que nos dimos cuenta que….¡era en serio!. Aprendió, con más aplicación que los demás artistas de exportación de Colombia, cómo habla un pobre, como habla un desplazado, como habla una lavandera. Aprendió el sollozo y lo presentó como un espectáculo mediático. Aprendió como se vende.
Nuestro artista crítico colombiano ya posee el poder suplantador del talentoso Mr. Ripley de Patricia Highsmith y con la inmunidad que le da su encanto de víctima se abre las puertas del gran mundo: “No es ni detective ni policía, sino un estafador que suplanta a sus víctimas,que no se somete a la moral establecida y crea sus propios valores. Al contrario que lo habitual, no es castigado ni atrapado por la policía e inicia un gran ascenso social.”
http://en.wikipedia.org/wiki/The_Talented_Mr._Ripley_(film)
http://www.carlossalazar.blogspot
Mauricio Cruz Ni Hossie es un oportunista, ni la noble y bien intencionada ‘maestra’ es su víctima. Ambos participan del mismo juego ingenuo en que consisten todos estos coqueteos populares. Creyendo que su obra había logrado penetrar la dura costra de la condición marginal, la pintora debe estar constatando, con decepción y tristeza, que no hay tal. La respuesta venía desde adentro demostrando que el juego del arte no puede ser sino autoreferencial. El público al que aspiran tocar los artistas ’sociales’ no existe. Sólo quienes ahora, y por un corto tiempo, lo estamos comentando. Hélas!