Así como los reyes europeos encargaban a los artistas obras provocaban la ira de sus enemigos -por ejemplo el encargo de Luis XVI de una gran pintura donde se aprecia cómo vencen a los Ingleses en una batalla hipotética- Hugo Chavez ha encargado una serie de estatuas de líderes revolucionarios y algunos guerrilleros colombianos y las ha dispuesto en un punto de alta tensión: la frontera de Venezuela con Colombia.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar: «Diría yo que el que trate de hacerle un homenaje al terrorismo lo que nos está dando a los colombianos es la posibilidad de recordar que tenemos que derrotar a los terroristas donde estén», dijo el mandatario a los periodistas, al ser consultado sobre la colocación de varias estatuas en el lado venezolano del río Arauca, que marca el límite entre las dos naciones.
Las imágenes representan -aparte de Marulanda- al Libertador Simón Bolívar, al líder cubano Fidel Castro y al guerrillero argentino Ernesto «Che»‘ Guevara.
Por su parte el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, calificó el homenaje como una «afrenta». «Nadie en el mundo puede abrogarse el derecho de hacerle un reconocimiento a un terrorista o a un grupo terrorista que lo único que le ha traído a Colombia es muerte, terror y pánico» , declaró el lunes en Cúcuta.
En septiembre de 2008, también se develó, en la parroquia 23 de Enero de Caracas, una estatua de Marulanda y en marzo pasado se bautizó una biblioteca con el nombre del líder guerrillero.
Seis meses antes de la inauguración de la biblioteca, el Estado Mayor de las FARC, en la figura de Alfonso Cano, remitió una carta a José Prudencio España, «representante de la Misión Calaracá-Aragua», en la que dijo recibían «con inmensa satisfacción y gratitud la iniciativa».
fuente >
http://politica.eluniversal.com/2010/04/23/pol_art_uribe-reacciona-ante_1872555.shtml