Realizar un salón regional implica un gran esfuerzo y dedicación, para ello, se recurren a diferentes estrategias de investigación, metodológicas y pedagógicas. En este momento, nos encontramos en medio de un proceso editorial que dará cuenta de nuestro trabajo durante año y medio; esta publicación no tiene pretensiones grandilocuentes, por el contrario, es un relato a muchas voces donde artistas, investigadores, gestores y curadores, narran diferentes aspectos de los componentes del Salón. Es por ello, que no queremos generar controversias y malas lecturas sobre el trabajo realizado al publicar por medios diferentes al mencionado. Sin embargo, escribo este comunicado, con el animo de dar a conocer las múltiples corrientes de pensamiento y opinión respecto a lo que implica ser un agente activo dentro de las dinámicas del arte, el Salón contó con 21 obras de 20 artistas, entre ellas: cuatro residencias artísticas, dos proyectos de intervención en espacio público de gran formato,[1] complementados por la creación de un semillero de performance y la presentación de cuatro acciones en vivo durante la inauguración. Previamente a la exposición en el Palacio de la Inquisición de Cartagena, se incidió en los territorios de El Carmen de Bolívar, San Andrés y La Boquilla, además de comisionar diferentes escritos a investigadores y gestores del Caribe. Por lo anterior, para construir un panorama del proyecto, se hace necesario revisar sus opiniones, procesos y resultados.
Por consiguiente, invito a conocer el proyecto, visitar la pagina web, ver los documentales y la próxima publicación. Asimismo, a indagar con los demás artistas participantes sobre su experiencia, a ver el registro fotográfico y analizar diferentes criticas y comentarios sobre Arte Corrosivo, de lo contrario, se puede caer en una lectura sesgada guiada solo por unos cuantos, que en unos casos no pasan por lo profesional ni la crítica respetuosa y en otros, si responden a una dificultad presentada, que como saben los que se dedican a realizar eventos, no estamos exentos de que sucedan, lo importante es aceptar y corregir para causar el mínimo impacto a los procesos llevados a cabo.
Como se describe en términos marxistas, la fantasmagoría aplicada a la obra de arte como mercancía, oculta todo el trabajo de creación realizado por el artista, creando una imagen de producto que genera una transacción monetaria que no deja ver mas allá de esta primera capa, es posible que, una curaduría sea susceptible de circunstancias similares, debido a que por un proceso en particular, donde no se entendió el formato de residencia ni de una creación in situ, genere un velo fantasmagórico que oculte el trabajo de promoción y estimulo a los artistas, circuitos y plataformas de arte contemporáneo en el Caribe colombiano, muestra de ello, es el apoyo a artistas emergentes y de mediana trayectoria, primando la calidad y pertinencia de las propuestas (inéditas) presentadas, independientemente de la trayectoria de cada postulante.
En términos generales, se fortalecieron plataformas de circulación de arte, espacios independientes y se aposto por nuevas lógicas y lenguajes artísticos en la región. Además de generar una serie de productos que en su conjunto, crean memoria de este salón regional como: una publicación (en proceso editorial), dos documentales (exposición en Cartagena y proceso de San Andrés) y una pagina web que documenta cada proceso (www.artecorrosivo.org). Con lo anteriormente mencionado, se demuestra una rigurosidad en la sistematización y análisis de los contenidos producidos para Arte Corrosivo, que permitirá ser una medio de libre consulta para investigadores y artistas.
En conclusión, este texto no pretende señalar a nadie, se construye como una reflexión que indica una hoja de ruta para develar todos los contenidos de un proceso de investigación, creación, circulación y documentación, con el objetivo de que los posibles lectores que no tuvieron la posibilidad de ver la exposición, aprecien la dimensión real de nuestro trabajo y así puedan construir una idea y postura frente al mismo.
Cordialmente
Ricardo Moreno
Curador
Texto relacionado:
Hilos sueltos de una curaduría
[1] Estos proyectos implicaron una logística y producción compleja, además de una correcta y efectiva articulación con instituciones del orden administrativo y ambiental, que permitieron realizar esta gran apuesta del salón y visibilizar procesos de creación con un fuerte contenido critico en el territorio de San Andrés.
3 comentarios
«LA PUNTICA NO MÁ» (1)
Altamente indignada por el «cepillazo» de Eduardo Hernandez ( https://www.youtube.com/watch?v=WJJqbVXxSA4&feature=youtu.be ) a la curaduría Arte Corrosivo de la versión Caribe del 15 SRA, y escuchando por otro lado llamadas y secretos en voz baja de artistas, gestores y trabajadores de la cultura algo temerosos de pronunciarse públicamente pero igualmente indignados, sorprendidos con el pésimo trabajo y el trato indigno que se les ha dado, el lío de las platas de producción de las obras que se confundieron entre una cosa y otra (residencias artísticas, propuesta pedagógica del SRA y la curaduría-museografía) y por otro lado, la injerencia del falso curador frente a las obras, por interponer su criterio frente a los deseos de los artistas rayando en la violación de derechos de autor y por probar en los malos manejos presupuestales en producción y logística, me permito expresar algunos comentarios desde el lugar que corresponde, esperando hacer con esta crítica ese llamado urgente a los artistas que de alguna manera son dolientes de esta pseudocuraduría, de su terrible montaje o museografía o del trato indigno y la falta de respeto hacia el arte de nuestra región. Voy a ir escribiendo punto por punto los cuestionamientos, dudas en general que espero no queden en el aire, también colocando con el permiso de los artistas sus nombres, esperando que también se movilicen y establezcan las críticas respectivas.
1. IMPRESOS
¿Alguien sabe por qué al entrar a la exposición del 15 SRA- Caribe ARTE CORROSIVO no percibimos ni un sólo pendón informativo, ni un sólo cartel o mural que informe sobre el LISTADO DE NOMBRES DE LOS ARTISTAS, UN RESUMEN DE LA CURADURÍA, PATROCINADORES, ETC? No encontramos un plano u hoja de sala que de cuenta del sentido o guión curatorial, de las supuestas líneas de investigación, de la ubicación de las obras en ese espacio tortuoso en qué se convirtió el recorrido en un Museo ya cargado de mucha información, al parecer no hubo consenso con la directiva en el plano de la información que se debía quedar de las actividades normales y las extraordinarias. Ricardo Moreno optó por no colocar nada. El ahorro fue grande en impresiones y diseño gráfico: sólo un mísero pendón en la fachada, mal diseñado porque toca leerlo en vertical. Por otro lado las fichas técnicas insuficientes, algunas obras con un exiguo o nulo recuento de sus conceptos, y otras que parecen que no pertenecieran a la curaduría, o más bien obras de primera categoría pues contaron con vinilo de corte, como la del resultado del taller en Los Montes de María del artista docente, Manuel Zuñiga, que parece se hubiera gestionado y patrocinado por aparte, en uno de los mejores espacios y una decente museografía. Las fichas técnicas en general mal elaboradas, faltando la técnica o con faltas de ortografía y las fichas conceptuales todas diferentes, no guardaban relación unas con otras, es como si a los artistas se les hubiera destinado dentro de los derechos presupuestales, el costo de cada ficha conceptual y cada uno hizo lo que pudo. El escrito del videoperformance de Edwin Jimeno, por ejemplo, hablando en futuro, mal redactado y casi tan grande como la pantalla misma. Los impresos de las flechas que se mojaron con las lluvias, casi imperceptibles, pegadas con un chinche…no fueron capaces de plastificarlas.
2. MONTAJE (15 SRA-Caribe Arte Corrosivo)
Este sólo apartado da para un derecho de petición y/o demanda porque los directamente perjudicados son los artistas participantes, máxime si son artistas jóvenes, y son tantos los cuestionamientos que vamos a hablar por ítems y en cómodas cuotas críticas:
a. Caso Stefany Castillo es tan evidentemente que se vio reflejado en la terrible puesta en escena. De primera mano supimos todo el sufrimiento que tuvo la artista. La falta de acompañamiento en la producción, montaje y consecución de equipos fue total en su obra «Hilos Sueltos». A la artista la dejaron sola con el montaje, viniendo de Barranquilla, no conocía a nadie para haberle ofrecido una mano. Las guallas o tensores mal colocados rompen con el esquema general, la escala del lugar y la visualización en sí, ya que el puente que atraviesa la sala no deja ver el diagrama de madejas que tratan de representar un esquema de hogar-casa. Para haber proyectado en el piso de la sala no se tuvo en cuenta la textura de la tableta española que impide la proyección. Por favor, el trato indigno fue evidente y por eso la artista ya solicitó explicaciones a Mincultura. El videobeam se lo dieron pocas horas antes de la inauguración, habiendo solicitado con buen tiempo, mediante carta, todos los equipos necesarios. Por supuesto,el exiguo equipo de producción no tuvo tiempo para improvisar otros equipos, perfeccionar los archivos, No se pudo apreciar en la inauguración, pero lo más sorprendentemente es que sólo colocaron 10 días después el nuevo videobeam, con tan mala suerte que se deterioró la imagen por cuestiones de humedad, ajá! nunca lo resolvieron, la obra se vio incompleta todo el tiempo de la muestra. El tratamiento que le dieron fue de artista de tercera, privilegiando otros montajes con equipos más sofisticados. Su crítica la pueden observar en http://esferapublica.org/nfblog/hilos-sueltos-de-una-curaduria/
b. El Dumy de Manuel Zuñiga. Resuenan en mi cabeza las palabras de mi profesor de curaduría en Barcelona, José Luis Marzo, que siempre las tengo en cuenta. Nos dijo: «Si la primera obra, objeto, o texto que ves de lleno al entrar a una exposición no te impacta, es mejor dar la vuelta» Pues eso me pasó con el dumy del colega. Aún así hice el esfuerzo por entender por qué la curaduría en mención colocó el dumy como obra inicial, fue cuando supe que la obra de la cerveza descomunal llena de aire y no del preciado líquido estaba pensada inicialmente para colocarse en el patio del antiguo palacio del terror. Inquisitoria resultó, más bien, la resolución de traerla al inicio de la expo por la falta de cableado eléctrico. Si! la peor de las razones. No sé si el artista se percató del pésimo montaje de su obra, con un escudo de cemento al lado que es más palpable por textura y contraste que la etiqueta re-significada en el mito en tonos ocres de Prometeo, o si se dio cuenta que la obra no se puede recorrer en su forma cilíndrica. Adosada a la pared para que no estorbara o no se cayera, obstruyendo así mismo la total percepción. El esfuerzo de colocar dos etiquetas se perdió en el montaje.
c. «Quiebrapatas» Eduardo Butrón. La hilera de objetos ensamblados pierden sentido en la falta de recorrido interno, es decir si el espectador no puede recorrer la fila «militar», se pierde la implicación o sentido conceptual de estos dos «escuadrones» que mirarían de frente a los visitantes, los confrontaría directamente con los objetos cargados de sentido real. La obra pierde escala en el montaje improvisado ya que se hizo frente al gran cartel bilingüe del MUHCA, otros carteles informativos, puertas y ventanas coloniales de fondo. La fina curva del metal que termina en una pequeña rueda de hierro no estuvo alineada como para mirar a través de ella. En el tema de conservación, se perdieron algunas piezas, o si estuvieron guardadas no se colocaron luego ¿El artista tuvo conocimiento de esto?
d. Videoperformance Edwin Jimeno. Debajo de la mediana pantalla de plasma se colocó a escasos 20 centímetros la instalación del enchufe, con tan mala suerte que se deterioró en la actividad de conectarlo- desconectarlo; lo que no se entiende es que si hubo equipo de conservación ¿por qué no lo repararon a tiempo? Por otro lado ¿por qué atornillar semejante toma eléctrica justo debajo de la pantalla? eso es casi una burrada museográfica. La pantalla donde se registraron los otros videoperformances productos visuales del taller del artista con estudiantes se coloca sin un espacio de respiro, parece que la obra continuara, pero que al verlas cada una habla por separado, se superponen las miradas de uno y el otro rompiendo con ese respiro visual que cada obra (maestro ó estudiante) merecen. El cordón umbilical muy corto, ¿ahorro presupuestal o falta de espacio? La iluminación natural muy fuerte en ciertos momentos no permitieron apreciar los videos. Menos mal que las lluvias torrenciales no hicieron estragos. No recuerdo haber visto ficha técnica con los nombres de los participantes que realizaron taller, los autores de estos videoperformances también ameritan visibilización, aunque se trate de estudiantes de arte.
(cont…)
Sigo sin entender por qué la curaduría de arte corrosivo insiste reiterativamente en dar a conocer su proyecto a través de relatos externos, que por mucho que se editen se van a ver forzados. ¿Qué contexto tiene la entrevista de Eduardo Hernández? ¿Cree la curaduría que las palabras de Hernández van a mejorar el salón? Vemos una curaduría que anda más preocupada por legitimarse que por dar cuenta de sus procesos naturales.
Creo que la curaduría debe contarse a través de las opiniones de las personas que hacen posible dicho evento, como lo son los artistas. ¿Por qué la curaduría no cuenta el salón a través de los artistas y sus proyectos? Me hubiera parecido más interesante escuchar a los mismos artistas hablar de sus proyectos y del contexto general de la curaduría.
Si se va a tratar de hablar de opiniones fieles tendríamos que irnos al caso de la artista Stefany Castillo, quien plantea una reflexión crítica sobre las dificultades que enfrentó ella y su proyecto al interior de la curaduría: http://esferapublica.org/nfblog/hilos-sueltos-de-una-curaduria/ ¿Puede existir algo más fiel que esto? Otro caso bien particular es el de la artista guajira Carmen Lucina Rodríguez, el cual tendrá su desarrollo en el momento y frente a las instancias pertinentes.
Por ejemplo, analicemos un poco la publicación que la curaduría hace en Esfera Pública http://esferapublica.org/nfblog/apreciaciones-sobre-la-curaduria-arte-corrosivo-xv-salon-regional-de-artistas-zona-caribe/ donde trata de dar cuenta de la exposición. Hay 5 imágenes, una pertenece a un archivo de registros anteriores de la obra “visitas y apariciones” de Alfonso Suaréz, otra a la obra de Fito Segrera y los otras 3 son de la misma obra en distintos ángulos. Por qué no aprovechar estas 5 imágenes para mostrar 5 obras de 5 artistas distintos y así hablar ampliamente del salón a través de sus proyectos?. ¿Que le impide mostrar el salón en todas sus dimensiones? Es inconcebible que una curaduría que cuenta con más de 20 artistas se de el lujo de repetir en una publicación 3 imágenes del mismo proyecto.
Insisto: Sería bueno que nos ilustre sobre la susceptibilidad por la que no entendemos el formato de residencias y creación in situ con los que iluminó las nuevas lógicas y lenguajes artísticos en el caribe. ¿Cuáles son esas nuevas lógicas y lenguajes artísticos que mostró la curaduría de arte corrosivo en el caribe?
De la llenura del corazón habla la boca
Publicado por Edwin Jimeno
Tema: Performance, semillero, residencias, talleres, Salones Regionales.
Respeto a “la puntica no má” del 2015/09/13
Estimada maestra Alexa me encuentro muy agradecido por que usted se haya preocupado por mi obra y sobre todo haya realizado algunos comentarios respecto a ella, los cuales considero son de forma mas no de estructura. Por esta razón, me dirijo a usted para dar respuesta a algunos de los puntos expuesto respecto a la residencia Acción / Interacción, la cual fue el producto de dos encuentros realizados durante dos años, además del trabajo colaborativo y cooperativo en los tiempos en que no nos veíamos.
Con respecto a estos comentarios mal intencionados usted dice: El escrito del videoperformance de Edwin Jimeno, por ejemplo, hablando en futuro, mal redactado y casi tan grande como la pantalla misma.
Pues a ello respondo:
1 Maestra debo aclararle que no es un videoperformance; lo que usted vio, hablando específicamente de mi obra, dejando los términos claros fue simplemente la documentación fílmica de acciones en vivo, una durante el evento de inauguración y las otras dos en lugares previamente escogidos. Recuerde que el concepto es muy diferente al que usted plantea.
2 Que El texto fue escrito en futuro: considero que por la premura de ver el salón y las ansias de escribir no detallo bien el texto, pues este, estaba escrito en pasado.
3 La ficha técnica es tan grande como la pantalla: Por favor maestra no deje entre ver las ganas de destruir, estas no eran las dimensiones que afirma, debido a que los televisores (especificando su condición para no confundir al lector) eran pantallas led de 42 pulgadas y creo que solo a usted se le ocurre que una ficha técnica llega a ese tamaño.
4 He de ilustrarle que existen diferentes tipos de fichas técnicas, algunas cuentan con la información básica, otras con la biografía del artista y otras con un texto que acerca al espectador al proceso de creación que se haya realizado, por lo cual pueden existir fichas técnicas algo más grandes y diferentes que otras.
A continuación usted insiste que mi obra es un videopeformance, el cual no lo es por lo expuesto anteriormente. Sin embargo también dice “La pantalla donde se registraron los otros videoperformances productos visuales del taller del artista con estudiantes se coloca sin un espacio de respiro, parece que la obra continuara, pero que al verlas cada una habla por separado, se superponen las miradas de uno y el otro rompiendo con ese respiro visual que cada obra (maestro ó estudiante) merecen. El cordón umbilical muy corto”. A esto debo responderle:
1 No es cierto que no haya habido un espacio de respiro, este espacio si lo había, aunque algo corto, pues se buscaba la participación del artista (performer/maestro) y la de invitados hombres y mujeres miembros de una comunidad (discípulo/fortaleza) como potencia binaria, por ello se buscó esta unión entre los registros.
2 Como usted debe saber, que a pesar que en una curaduría hay que poner en diálogo las diferentes obras entre sí, también es cierto que cada obra debe hablar por sí sola, por lo cual no hallo el problema de que cada acción haya hablado por separado como usted dice.
3 Para su información en ningún momento se buscaba el respiro visual del que usted tanto habla que separaría maestro/performer y discípulo/fortaleza, pues en la residencia y las acciones resultantes no se buscaba enaltecer el ego del artista performer, sino mas bien enaltecer la participación de los invitados hombres y mujeres miembros de una comunidad que se convirtieron en los (discípulo/fortaleza) como una potencia binaria.
4 Muchas veces el cordón umbilical es corto sobre todo en nuestra Región, donde nuestras madres aun nos siguen protegiendo y criando, aun después de casados; tenga en cuenta puede ser que el cordón umbilical sea corto, pero como dijo una amiga psicóloga puede estirarse lo más largo posible.
5 Y por último por aquella amistad que existió o tal vez exista aun no lo sé, la invito a que cuando intente hacer una crítica la realice basada en la estructura del salón y no solamente desde su forma, pues buscar excusas como enchufes, cables y fichas técnicas dejan mucho que decir sobre la pobreza conceptual que hay de conocimiento del salón o del artista que está siendo criticado.
6 Y al igual que al curador Jaider Orsini le hago saber que Caribe se escribe con C mayúscula, nota para tener en cuenta ante otras publicaciones.