Por José Ruíz
Sobre las 2:30 de la mañana varios camiones, carros particulares, camiones de bomberos y una grúa se parquearon alrededor del monumento a los Héroes. De los vehículos bajaron funcionarios del distrito y del estado, hombres con arneses y cascos blancos, un par de bomberos y varios agentes de policía. De los camiones sacaron una estructura metálica que empezaron a armar alrededor del pedestal que sostiene a Bolívar, también descargaron cuerdas de seguridad, lonas y material de embalaje. El gran despliegue de vehículos de carga y personal en la madrugada de hoy, 22 de mayo de 2021, parecía tener un objetivo claro: desmontar la escultura ecuestre de Simón Bolívar.
Cuando los trabajadores estuvieron a la misma altura que Bolívar, parados sobre los andamios que armaron con gran agilidad, y mientras analizaban la mejor forma de amarrar al padre de la patria para desprenderlo de su caballo, alguien se percató que el brazo de la grúa no era lo suficientemente largo para poder levantar al libertador. Con gran frustración la grúa se retiró del monumento y los funcionarios, para no desaprovechar el andamio, empezaron a tomar fotografías del estado actual de la escultura intervenida durante las movilizaciones de las últimas semanas en ese lugar. Un par de personas retiraron las banderas que cubrían el bronce, amarradas por los manifestantes que se suben al pedestal durante las marchas, también despojaron a Bolívar de un lápiz en espuma que tenía sobre su brazo izquierdo. Las personas sobre la plataforma estaban desconcertadas por el error en el tamaño de la grúa, un descuido en alguna de las tantas formas que debieron llenar para que aprobaran el desmonte de la escultura justificados en su correcta conservación.
Hacia las 4:00 am una mujer, preocupada por la imagen del instituto patrimonial para el que trabaja, le gritó a las personas sobre los andamios que apresuraran su labor para poder desmontar las estructuras y que la ciudadanía, que en pocos minutos empezaría a transitar por allí, no se enterara de lo que estaba sucediendo, o mejor dicho, de lo que no sucedió. Uno de los trabajadores, encargado de analizar los puntos de soldadura y los tornillos que mantienen al libertador unido a su caballo, se percató que la rienda que sostiene Bolívar en la mano se podía desprender con la ayuda de un hombresolo. Con gran facilidad dos hombres desprendieron la rienda y la bajaron hasta la plataforma donde fue envuelta utilizando una pequeña parte del material de embalaje que estaba destinado a cubrir a Bolívar. Antes de bajar de los andamios los funcionarios le pidieron a los trabajadores que ubicaran de nuevo las banderas y el lápiz sobre el monumento, la ausencia de estos objetos sería muy sospechosa para quienes llegan a Héroes buscando los rastros de las manifestaciones. Cuando estaban extendiendo una de las banderas alguien se percató que los manifestantes la habían puesto con la franja roja arriba y tuvieron que girarla en el aire. Pasadas las 4:30 de la mañana el andamio ya estaba desmontado y poco a poco se fueron yendo los camiones y carros.
Este paro nacional se ha caracterizado por las acciones que tienen lugar en la noche, los excesos de la fuerza pública después de las seis de la tarde, los viajes del presidente a Cali en la madrugada y ahora el desmontaje institucional de los monumentos. Cuando los Misak derribaron a Jiménez de Quesada muchos defensores del patrimonio cuestionaban que la acción no la hubieran hecho a la luz del día, sino en la madrugada, cobijados por la oscuridad de la noche, omitiendo el hecho que ellos se quedaron hasta que amaneció frente al monumento caído celebrando con música el derribamiento. El modus operandi de las instituciones es muy distinto, utilizan la noche para esconder las acciones que a ojos de la opinión pública no están bien vistas. Cuando se filtran fotografías y videos de lo que ocurre cuando ‘nadie los ve’ utilizan la muy repetida frase: “iniciaremos una investigación para esclarecer los hechos”. Siempre buscando esclarecer con palabras vacías las acciones violentas que cometen.
El monumento a Héroes fue escenario en la madrugada de hoy de un espectáculo digno de la burocracia colombiana, donde un error (posiblemente en un formato) hace que colapse todo el proyecto. Si el objetivo era quitar a Bolívar del pedestal lo habrían podido hacer, de una forma poco ortodoxa, jalando la escultura con la grúa de forma horizontal como lo intentaron hacer la semana pasada varias personas en el marco de una movilización multitudinaria. Aunque el desmontaje, además de comprometer el bronce, se habría visto como un derribamiento, una protesta de los funcionarios públicos en contra de un gobierno que seguramente tampoco los representa.
Después de las manifestaciones de las últimas semanas alrededor del monumento a Héroes donde lo quemaron, pintaron, ensuciaron y fragmentaron -robandose la espada que empuñaba el libertador- los institutos de patrimonio tienen razones de sobra para argumentar que deben desmontar la escultura ecuestre, al igual que otros monumentos vulnerables como el Cristóbal Colón sobre la avenida 26. El espectáculo que montaron hoy deja en evidencia una vez más la forma como operan las instituciones que nos gobiernan: cuando las cosas fallan pretendamos que nada pasó y esperemos un par de días para volver a intentarlo. El desmontaje fallido de Bolívar es una analogía perfecta de la reforma tributaria, la reforma a la salud y de tantos otros proyectos, que como los monumentos, caen por la fuerza popular y no por los agentes gubernamentales que velan por nuestra protección.
Cuando un grupo de personas tumbó una escultura de Antonio Nariño en Pasto al inicio del paro nacional, muchos acusaban a los manifestantes de no conocer nuestra historia atentando contra una de las figuras principales de la gesta libertadora. Ese es el argumento que se utiliza con frecuencia para juzgar a quienes intervienen y vandalizan monumentos y edificios. Lo mismo podríamos decir de los funcionarios que debían desmontar a Bolívar, si hubiesen hecho bien la tarea, habrían dado con una secuencia fotográfica publicada en El Espectador el miércoles 25 de julio de 1965 que muestra paso a paso como fue “izado” el libertador sobre su pedestal, el tipo de grúa que se necesita, la altura de los andamios, etc. El desconocimiento sobre nuestra historia y los monumentos que la conmemoran es general. En Colombia los actos en contra de determinado monumento no los mueve, en la mayoría de casos, un descontento contra el personaje esculpido, sino contra la institucionalidad que representan, un claro ejemplo es el derribamiento de la escultura no figurativa erigida por la policía en Popayán.
El Bolívar de Héroes amaneció hoy mirando al norte montado sobre su caballo, al igual que durante los últimos sesenta años, pero la pérdida de las riendas con la que guiaba al animal que lo sostiene y la ausencia de su espada, lo asemejan más al gobierno actual que opera como un caballo desbocado, que al padre de la patria. El futuro del monumento a Héroes es incierto, lo único seguro es que en los próximos días por acción popular o institucional el pedestal que sostiene a Bolívar amanecerá vacío.
Fotografías de Jose Ruíz
2 comentarios
Este articulo de Jose Ruiz tan bien puede denunciar a gritos lo que no dice cuando dice: «Cuando un grupo de personas tumbó una escultura de Antonio Nariño en Pasto al inicio del paro nacional, muchos acusaban a los manifestantes de no conocer nuestra historia atentando contra una de las figuras principales de la gesta libertadora. Ese es el argumento que se utiliza con frecuencia para juzgar a quienes intervienen y vandalizan monumentos y edificios. Lo mismo podríamos decir de los funcionarios que debían desmontar a Bolívar, si hubiesen hecho bien la tarea, habrían dado con una secuencia fotográfica publicada en El Espectador el miércoles 25 de julio de 1965 que muestra paso a paso como fue “izado” el libertador sobre su pedestal, el tipo de grúa que se necesita, la altura de los andamios, etc.»….. Y lo que dice a gritos en lo que no dice pero que se puede claramente interpretar; es la discapacidad, la falta de planeación, la descoordinación,la ingenuidad y la falta de Ingenio, asi como quizá la pereza mental de muchos de los lideres en todas las empresas publicas para ejecutar!! Por otro lado, escribe y describe Jose Ruiz que: «Uno de los trabajadores, encargado de analizar los puntos de soldadura y los tornillos que mantienen al libertador unido a su caballo, se percató que la rienda que sostiene Bolívar en la mano se podía desprender con la ayuda de un hombresolo.» Se puede entender como solo un hombre es tan capaz de lograr perder las riendas de una nación, cuando ese hombre es un incapaz!!
No será solo el Bolivar y el caballo…no olvidemos que mal o bien el resto de elementos que conforman el lugar han sido satanizadas justificando que no es monumento para tumbarlo y hacer la estación de metro. Mazzoni y Conzorti siguen siendo perseguidos hasta por los arquitectos de los estamentos que ni siquiera conocen su obra.