Esta imagen transmite un mensaje claro y contundente: no sólo las relaciones entre Cuba y Venezuela están al rojo vivo, también lo está la relación entre sus líderes, que según un diario venezolano pasa por un idilico momento armonizado con el rojo de la pasión. («camaradas: la relación con la hermana República Bolivariana de Venezuela pasa por un momento inigualable. Nos separa el mar, pero nos une el petroleo y la más intensa pasión revolucionaria»)
En esta escena el rojo intenso se mantiene, pero en comparación con la anterior… es bastante más relajada. En ella observamos a un convaleciente Fidel Castro entregando severo regalo a su homólogo venezolano. El obsequio es ni más ni menos que un retrato del comandante realizado por Siqueiros (de más caché que andar pintando cuadritos a cuatro manos… que chanda!!).
Todo parece muy casual, pero si se analiza la escena con un poco de detenimiento vemos que está más construida que una fotografía de Andreas Gursky. Así la describe el diario La Jornada de México:
La cercanía del cumpleaños de Fidel Castro, este domingo, propició en el curso de la semana anterior un ambiente que favorecía algún gesto, alguna señal, de reaparición pública del mandatario. Si el mensaje iba a tener una ampliación, al parecer ya se produjo: en las imágenes difundidas esta tarde durante unos siete minutos, la escena es en una habitación de dos camas, con una ventana al fondo, en la que asoma un árbol. La parte superior de la cama de Castro está ligeramente inclinada hacia adelante. Sobre la almohada principal hay una más pequeña. A la izquierda del paciente hay un teléfono y detrás de su cabecera una radiograbadora y dos muñequitos en miniatura, que parecen representar a los dos amigos. Chávez y Castro visten igual, una camisa roja de manga larga. La del cubano lleva las banderas de los dos países entrelazadas en el pectoral izquierdo.
Aquí podemos apreciar a este par de carnales irradiando amor y felicidad… detrás de ellos, los dos muñecos que los representan (qué ternura, ¿será que Chaves se los trajo de Miami?)
Cierro con una nota del diario Granma:
«Esta es la mejor de todas las visitas que he hecho en mi vida»— diría el Presidente venezolano, quien admirado por la vitalidad del Comandante exclamó: «¿Qué ser humano es este? ¿De qué material está hecho? Es, como dicen ustedes, de caguairán».
Fue una velada inolvidable, compartida entre hermanos de sangre y de causa, que trajo fuerzas y aliento nuevos al aguerrido comandante de mil batallas.
Catalina Vaughan