Abrebocas provocativo e irresponsable para una crítica cultural a Ana María Guasch
Paul Gauguin:
Soy Gauguin el renegado,
el bárbaro de Hivaoa
el primitivo de Taití
en pena hoy revolcado
en un concurso convocado
por primitivos engendrado…
Ana María Guasch:
¡Alto Gauguin! ¡No entiendo!
mejor con detalle explica
la causa que aquí te ubica
y la razón de tu descontento,
por qué tu espectro profundo
va en Bogotá y no en Martinica?
PG: ¡Ay de nosotros, rondada mía!
Me han puesto de mal ejemplo
en un certamen descalabrado
de una embajada de mi pasado
que habla de Mayas, Incas y Aztecas
como si fueran obra de un día;
de San Agustín y Olmecas
de la Tolita y de Zacatecas
de Valdivia y La Chorrera
como si fueran del mismo templo,
como si fueran bisutería.
Y entre tu y yo Ana María,
no hay tal distancia ni correría…
No creas que trago cuento
con eso de minorías
con eso de un nuevo mundo
sin centro ni hegemonías
De tus conferencias fui testigo y…
AMG: ¡Gauguin me estás atacando!
Y mi discurso estás mancillando
no entiendo caro maestro
de qué me acusas con grosería
si yo he venido a este vecindario
a hablar bonito en mi abecedario
y digo bien que no hay periferia
sino mil puntos de geografía
puntos diversos que dan al traste
con el síndrome de Kassel.
PG: Fácil es desmentirte
amiga historiadora
y en mi ansia desaforada
buscando alivio en el purgatorio
lanzo mi flecha cuestionadora:
¿Cómo es posible señora Guasch
que llegue usted a Colombia
a hablar de un nuevo orden
de un mundo equivalente
de paseantes y de turistas
de etnógrafos y migrantes
de diásporas y de crítica
dialogada, dialogada,
si al menos dos, aquello implica?
Pero de diálogo poco tiene
su coqueto murmullito,
cuando solo habla de Venecia y Documenta
y de acá nada o poquito.
AMG: ¿Te volviste loco?
¿Qué clase de espíritu corrupto eres?
¿No eres Gauguin el de las mujeres?
El de las púberes virginales
de catorce años a tres preñaste
¿Casi de sífilis no murieres?
y hasta salvaje te proclamaste
para venderte con mejor arte
diciendo que en busca fuiste
de primitivos y paraísos,
a ver si es que en Occidente
alguien te sigue la corriente?
PG: No secundaré tu juego,
de vituperios y pesadeces
yo soy Gauguin, hombre con creces
pintor francés, genio mil veces,
quien de entre indios y adefesios,
entre ídolos y tótems,
llevé a París mundo y colores
jamás posibles, jamás mejores!
AMG: ¡Ja, ja, ja! Paris adentro,
Paris tus ciernes,
nunca fue entonces un juego justo,
con los primarios deuda tuviste,
pues fue a Europa a quien respondiste.
PG: Y tú que cantas, paloma triste?
Tu no eres santa, jamás hiciste
lo que en boca y verbo pusiste.
Los señores de la embarrada,
los que yo cuento que la regaron
por ensalzarse de fomentar
el intercambio cultural,
terminaron sugiriendo
y en los incautos instituyendo
refrendando con el ejemplo
mi actitud como modelo
y menospreciando a otras culturas
cual básicas criaturas
Tu vienes a recitar:
¡No hay norte! Hay muchos puntos,
y a cada uno hay que estudiar,
y así en el mundo todos van juntos
no más discursos grandilocuentes
no hay dominantes, quizá emergentes
Y sin embargo desconoces
a los artistas de este lugar,
¿cómo puedes entonces,
hacer que estas personas
existan en tu historia, si no las
sabes ni de memoria
ni de argumentos
ni de entremeses?
¿Y no sé si has reparado,
en que un libro es un mecanismo
instaurador, así mismo
de significado?
Si alguien no existe en una historia
porque el historiador no le dio gloria
desaparece frente a aquellos
de quien se habló con euforia.
Cuando los cándidos entusiastas
lean tus libros para aprender
no podrán jamás saber
de los artistas de los que no hablas
Lindo es decir que hay
muchos puntos y sapiencias
pero te puedes contradecir
si excluyes unos por inconciencia
y solo hablas de Documenta.
AMG: Me has enredado con tus palabras,
no entiendo nada, yo escribo historia,
y en este mundo globalizado,
no tengo tiempo para Colombia…
Andrés Matute