¿Por qué se inaugura un Salón Regional con una exposición individual que hace pocos meses estuvo montada en una galería de Bogotá?, ¿Qué sentido tiene hace una serie de individuales en vez de una muestra donde se puedan contrastar distintas aproximaciones al problema que aborda el proyecto curatorial?
Tradicionalmente los debates sobre los Salones Regionales se dan una vez se abre el Salón Nacional y no se cumplen las expectativas o aparece algo de forma sorpresiva. ¿Es posible el debate antes del Salón Nacional, justamente cuando todo se está estructurando y se puede someter a discusión?, O hay que esperar a que se inaugure el Salón Nacional y las festividades del Centenario?
Conversación entre Guillermo Vanegas y Jaime Iregui*
[audio:https://esferapublica.org/debatepreambulo.mp3]*Encargados -respectivamente- de la curaduría y la coordinación editorial de Preámbulo Centenario, Salón Regional Zona Centro.
16 comentarios
Ví la individual de Hernández Mellizo en la Nueveochenta. No fuí a la Asab, pues no tenía sentido verla por segunda vez. Puede que vaya muy bien con el tema de Guillermo Vanegas, que se ve muy interesante. La pregunta para el curador es: si no está interesado en una exposición donde se puedan ver las propuestas de varios artistas y si está pensando para el Nacional en sacarla del país, cuando tendremos la oportunidad de verla? Tendremos que esperar al catálogo en tres o cuatro años?
No contaban con mi astucia!
“Es necesario que [quienes opinan en [esferapublica] pasen de la reflexión a la acción, pues el espíritu de estos tiempos así lo demanda. El intelectual colombiano navega con romanticismo por una diletancia paradójica y esta impotencia solamente ha generado una escuela del resentimiento que, si bien ha producido textos útiles para la literatura, no ha sido propositiva a la hora de dar una solución definitiva a los problemas sociales que nos aquejan a los colombianos.” -Guillermo Vanegas en «La escuela del resentimiento»
¿Pasar a la acción = replicar prácticas institucionales altamente cuestionadas?
¿Pasar a la acción = favorecer galeristas e intereses privados?
¿Pasar a la acción = invisibilizar el salón regional?
¿Pasar a la acción = oportunismo documental?
¿Dar una solución definitiva a los problemas sociales que nos aquejan a los colombianos = Eso sí que es una muestra perfecta de ‘romanticismo diletante’. Más fácil concebir el plan perfecto para robarse un diamante bien gordo de cualquier joyería francesa; y con esa platica comenzar a pensar como la lechera…
Una de las cosas preocupantes por así decirlo en este caso es que no hablan directamente del contenido de la obra de Luis Hernández Mellizo, de su investigación, de su contenido artístico, creo que a nadie le interesa como hemos visto (solo al curador), pareciera que ha el público especializado le preocupa solamente la inserción de la curaduría “preámbulo” de Guillermo Vanegas en un gran evento como el salón regional Zona centro y como un artista como Hernández Mellizo siendo representado por una galería privada y comercial (Nueve ochenta), lo invitan a hacer una exposición individual en la sala de exposiciones de una Universidad Pública, como lo es la Universidad Distrital y su facultad de artes A.S.A.B con una serie ya expuesta hace tiempo atrás, Creo que el hecho no es eso ¿hay que ver más a profundidad que es a lo que le apunta Guillermo Vanegas dentro de su proyecto Curatorial?, pienso yo que hay que esperar, que hay que darnos un tiempo a ver qué pasa con todo esto y con sus siguientes muestras curatoriales, por el momento son especulaciones en caliente (No es que defendiendo nadie, simplemente hay que ser objetivo con las cosas). Siguiendo el mismo sentido pero apuntando a la visibilidad de la muestra, le hago unas preguntas a Guillermo Vanegas ¿porque la sala de exposición A.S.AB? y ¿Dónde queda el espacio en situ y las intervenciones que comenta en la entrevista?.
Los mismos que hacen el reclamo de por qué no se habla de la obra de Mellizo, podrían «pasar a la acción» y contarnos sus impresiones sobre este trabajo. Aquí un texto y un par de fotos de su obra tomados de su blog. http://luishernandezmellizo.blogspot.com/2007/02/parque-nacional-2007.html
Noble suelo texto de Adriana Rios
La obra de Luis Hernández Mellizo es multirelacional. Utiliza elementos de la vida cotidiana para reflexionar sobre aspectos políticos, sociales, territoriales y del imaginario. A través de recortes de prensa, mapas escolares, billetes y monedas, fragmentos sacados de revistas, y muchos otros objetos alude a la historia del arte, del país y de la humanidad.
Su propuesta artística tiene como uno de sus ejes centrales el manejo de cartografías, recurriendo para ello al estudio de mapas históricos e imágenes cartográficas dispuestas en el espacio público, como es el caso de las 32 lozas de piedra ubicadas en el Parque Nacional en Bogotá y que representan la división política de Colombia.
Las técnicas de captura de estas cartografías incluyen el calcado y el frottage y su factura podría remitir a simple vista a una labor escolar de dibujo de croquis de mapas, pero el sentido es contrario, Hernández es un hacedor de mapas. Lo que calca y frota no son realmente mapas, son ejercicios de representación del poder hegemónico sobre el territorio, autocontenidos y congelados, que promulgan y remiten solo a la información que contienen. La estrategia plástica del artista es el mapa, “abierto, capaz de ser conectado en todas sus dimensiones, desmontable, alterable, susceptible de recibir constantemente modificaciones. Puede ser roto, alterado, adaptarse a distintos montajes, iniciado por un individuo, un grupo, una formación social. Puede dibujarse en una pared,… construirse como una acción política o como una meditación.”1
Desde este punto de vista, los mapas de Luis Hernández Mellizo surgen como la posibilidad de experimentar y comunicar otros aspectos de la realidad del país. La línea perimetral de sus croquis vacíos remite a la óptica de problematización de su obra: la frontera. Mediante acciones gráficas de entrecruzamientos, continuidades, contenciones o contigüidades, y acompañada de otros materiales como recortes de periódico, revistas, fotografías y cartas, las relaciones de escala local, nacional e internacional, de orden sociocultural o político-económico son revisadas.
“Noble Suelo” es una obra que entrecruza diversos aspectos de la realidad nacional actual, junto con imaginarios sobre Antioquia mediados por la ubicación de la galería en un espacio subterráneo. El elemento principal es el agua que en términos topográficos hace que el suelo sea débil.
En esta exposición se interviene la escalera que baja a la galería con una alfombra que semeja agua, para luego encontrar un recorte de prensa de una fotografía del presidente Alvaro Uribe saliendo de un tobogán.
En las paredes del espacio, hasta alcanzar 1.50 m de altura aproximadamente, se superponen frottages realizados en el Parque Nacional en Bogotá y en la plaza Botero de Medellin que evocan un elemento líquido, muestran la altura a la que llega el fluido que baja por la escalera y que inunda el espacio. Otros dibujos y videos acompañan la muestra.
«noble suelo» señala cómo se transforma este territorio física y geográficamente y también en el imaginario de los individuos que lo habitamos. Estructuras se desenlazan y recombinan en una serie de imágenes que proyectan nuevas morfologías y significados en su representación”2
1 DELEUZE, Gilles, GUATARI, Félix. Rizoma. En: Mil mesetas, capitalisto y esquizofrenia. Pretextos. Valencia. I997
2 Luis Hernandez Mellizo
Si es muy importante someter un proceso curatorial a discusión durante su proceso de consolidación, esto lo hace tener miradas diversas que ayudan a apuntalar. Por eso en aras de la reflexión más que de la crítica creo que una revisión por parte del curador Guillermo Vanegas de su propio texto seria orientador.
“el estudio de las formas de representación de la nación colombiana ha enfrentado desde el principio una dificultad metodológica agravada por el hecho de que en el país han prevalecido varias tradiciones hegemónicas (élites políticas e intelectuales”
Se reafirma este principio buscando como fuente de la investigación y la curaduría las galerías privadas representantes directos de la hegemonía elitista.
“Preámbulo, no solamente observará la forma en que existe un espacio cultural homogéneo válido para un amplio número de ciudadanos. También intentará estudiar la forma en que algunos grupos aislados determinan sus discursos frente a la identidad nacional con base en la aplicación de prácticas culturales particularistas.”
Sería bueno saber cómo se abordara esta premisa.
“No hay una cultura muy específica que nos diferencie en serio de otros pueblos americanos. La búsqueda de símbolos nacionales o de rituales de identidad está dominada por el espectáculo o el despliegue: como antes el escudo, la bandera o el horroroso himno, los triunfos deportivos o literarios permiten esa identificación positiva con el país. Los estereotipos que codifican las formas de ser los valores y aspiraciones, los rasgos supuestos de los colombianos constituyen una trama múltiple en la que coexisten definiciones raciales, regionales, clasistas y nacionales”
Es importante tener en la mira que la identidad de nación no solo se hace desde la construcción de símbolos patrios, que otros mecanismos se abordaran?
“Para acometer esta tarea se privilegiará el análisis de procesos de reelaboración, apropiación, cuestionamiento o defensa de la retórica surgida desde 1810”
Entonces la curaduría es la que se ubica desde una posición de Centro derecha, esto puede sesgar la selección de proyectos, sería importante mantenerse más neutral y dar cabida a miradas provenientes desde todos las perspectivas y orientaciones políticas,
“a través de una revisión y agrupación de obras y discusiones dedicadas al tema, se espera demostrar que existe en el campo intelectual y artístico (sea académico o no) una clara intención de deslindarse, reforzar o relacionarse con los principios establecidos por las instituciones encargadas de construir la historia de este país”
En principio reconoce la importancia de realizar una muestra que agrupe y ordene miradas sobre el tema, renunciar a este proceso seria abortar la posibilidad de confrontar su discurso curatorial y estético, parece más una pose rebelde frente al estamento que lo financia, Cartagena puede ser un buen escenario para hablar del tema de la construcción de identidad nacional ya que esta ciudad es parte de ese estereotipo.
Se esgrima que ha sido una imposición desde el centro la construcción de la idea de identidad nacional, ¿cómo este proyecto realizara un marco de referencia con otras regiones para poder comparar, visitara otras zonas del país? ¿Vendrá a la costa por ejemplo para preguntar cómo se ha construido este concepto? ¿Invitara teóricos de otros territorios? Corre el riesgo de quedarse encerrado hablando de lo que pasa afuera. Queda claro que a veces es forzado desarrollar curadurías temáticas ligadas a la idea de territorio.
Respecto a lo de la posición del estado de vetar obras de arte, citado respecto a lo del señor Wilson Díaz, esta situación se utilizo por el artista y por su galería, para hacer focalización sobre la producción de este artista, de nuevo la estrategia de agrandar escándalos para hacer creer la posición beligerante de un artista, pero hay que recordar que el señor Díaz es artista oficial, en este caso, no siempre le dan a veces quitan, pero claro que es grave que se censure, en este país la falta de acceso al medio y la reafirmación de siempre los mismos nombres es una forma de censura, al grupo oficial le dolió que le dieran de su propia medicina, esto hace más necesario que este proyecto curatorial presente en conjunto tanto las obras como los textos que desarrolle.
Para finalizar debo anotar que no es muy claro para los lectores mas cuando no somos artistas, la distribución de los roles en este proceso curatorial, porque el señor Iregui aparece como curador pero todo el tiempo en esta entrevista le pregunta al señor vanegas acerca del proceso como si el señor Iregui no fuera parte de el. Seguramente para ellos es claro pero para los lectores no mucho.
En términos curatoriales Preámbulo toma forma a partir de una investigación desarrollada por Guillermo Vanegas desde hace varios años. (ver en el blog de Preámbulo «concepto curatorial«)
Por mi parte, estoy a cargo de la coordinación editorial, es decir, la organización del archivo de textos, videos, registros e imágenes resultantes de las exposiciones y la forma como se publican y relacionan con el público. Lo anterior contempla también una serie de entrevistas, audioguías y conversaciones donde se reflexiona sobre las formas de hacer público el proyecto: cómo y donde se expone, cómo lo recibe el público, qué implíca -y qué sentido tiene- en términos curatoriales, qué piensa el artista de su obra en relación con este proceso.
La propuesta entonces es hacer público un proceso de discusión que generalmente sucede a nivel privado entre los miembros y artistas participantes del proyecto, confrontarlo con otras miradas y, dado que se plantea un proceso de exposiciones, pensar en estos diálogos como elementos que pueden introducir quiebres y aportes en la estructura y los contenidos de Preámbulo.
Invito a los interesados a visitar el blog del proyecto. Allí podrán encontrar los desarrollos del mismo -apenas comienza- el texto curatorial (ver «concepto curatorial») y lo relacionado con la coordinación editorial (ver «concepto editorial«)
Blog del proyecto Preámbulo > http://preambulo2centenario.wordpress.com/
Algunas respuestas
Estimados objetores, reciban un cordial saludo. Lamento haber tardado tanto en dar respuesta a sus múltiples cuestionamientos, pero es que estaba pasando a la acción en otras actividades relacionadas con el Salón Regional de Artistas, zona Centro.
Por ahora, paso a la acción respondiéndole a Gabriel Mechán (quien quiera que sea… ojala no uno de los artistas que he venido contactando).
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Respuesta a Gabriel Merchán:
En primer lugar, me interesa decir que uno de los objetivos de la investigación curatorial que estoy coordinando consiste en reunir las indagaciones de los artistas locales que trabajen en torno al tema propuesto. En este sentido creo que lógicas como la de las convocatorias públicas no funcionan. En este caso, no se trata de hacer una propuesta curatorial pública y esperar respuestas (muchas veces condicionadas por la misma propuesta). Por esa razón se buscará volver a presentar obras o exposiciones que se ajusten al tema de la indagación, a pesar de que hayan sido vistas anteriormente (en escenarios como galerías de arte privadas y públicas, tesis de pregrado de universidades privadas o públicas, espacios alternativos privados o públicos, medios de comunicación privados o públicos, etc.).
Al contrario de lo que usted dice, yo creo que sí tiene sentido ver exposiciones completas por segunda o tercera vez. No comparto su nostalgia por nuevas experiencias.
En segundo lugar, le sugiero que –si quiere-, siga la investigación bajo el formato que desee entre los tres que he planeado para satisfacer su espíritu inquieto. Hay un blog del regional que se actualiza cada cierto tiempo (http://preambulo2centenario.wordpress.com/), hay un grupo en una red social donde se anuncian los eventos (http://www.facebook.com/home.php?ref=home#/group.php?gid=183476470471) y, lo mejor, se hacen exposiciones.
Si usted no quiere ir a verlas, bien. Si quiere ir, está invitado. Lamento decirle que se va a continuar utilizando el mecanismo de las presentaciones preliminares en torno al regional y que si no le interesan, y se queda soñando en un gran evento final, puede que resulte decepcionado. Lamento su nostalgia por las grandes fiestas del arte.
Ahora, viendo lo de sacar la exposición del país, lo he pensado mejor y creo que eso podría suspenderse. Pero si resuelvo el asunto de la itinerancia del regional mostrando–otra vez- una selección de obras –ya vistas-, en el Salón Nacional en Cartagena, le haré saber por los medios ya mencionados.
Creo que el catálogo va a salir muy bien. Espérelo (habrá muchas cosas casi nuevas).
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Respuesta a Mery Boom
Lamento no conocerle (aunque usted a mi si, y muy bien, y eso me halaga). Si tuviera el placer de haber conversado con usted –y supiera de quién se trataba- también podría haber intentado definir la clase de “intereses privados” que usted tiene y defiende. Es más, supongo que algunos de sus “intereses privados” le llevan a firmar con pseudónimo. Qué bien, eso sí es debatir con seriedad.
1.- Hablando de “replicar prácticas institucionales altamente cuestionadas”. Le sugiero recordar (ya que me conoce tan bien) cuándo he estado por fuera de la práctica institucional altamente cuestionada. Una de las molestias de mi trabajo es que siempre he debido hacerlo dentro de la institucionalidad. Me entristece mucho tener que decirle que siempre he estado en medio de un campo artístico altamente cuestionado.
Moraleja: debo buscarme otro trabajo.
2.- Ahora sí, pasando en serio a su argumento, creo que hace bien en seguir mi recomendación de pasar “de la reflexión a la acción”, mediante el recurso del inventario. Le pido que vuelva sobre él y me indique cómo se puede hacer una investigación curatorial, o una investigación histórica o cómo hacer un texto crítico, sin afectar, beneficiar o involucrar a galeristas e intereses privados.
Es decir cómo debo solucionar el hecho de que, por ejemplo, durante el transcurso de la investigación me encuentre un cuadro pintado por un presidente y un artista y en esa obra se habla del tema que estoy estudiando. ¿Al mostrarlo dentro de la exposición del regional resultaría favoreciendo los intereses privados del presidente y del artista?
Si lo miro desde la perspectiva de Boom creo que sí. Es más, creo que la única lectura que podría hacerse desde esa postura sería la de que al presentar ese cuadro dentro de la exposición estaría mostrando mi afecto por este régimen político ¿O no? El hecho de incluirlo en el salón regional impediría cualquier otra mirada ¿O no?
Moraleja: ojala no encuentre cuadros relacionados con el tema dentro de la colección de arte que tiene el DAS. ¿Qué diría la gente?
Pero, si encuentro una obra que pueda incluir en una exposición, y eso sucede en una presentación de tesis de pregrado y, tras hablar con su autor la pieza aparece en el regional ¿será que estaré incidiendo peligrosamente en su carrera por haberlo invitado? Es más, ¿qué debería hacer si entre la invitación y la exposición en el regional el artista ha vendido su obra? ¿qué debería pasar si lo hizo a través de una galería comercial? De otra parte, si se tiene en cuenta que la obra fue vista por primera vez en una presentación universitaria de tesis ¿debería abstenerme de incluirla para evitar favorecer los intereses privados de la universidad donde se formó el artista?
Moraleja: sólo debo incluir obras sin dueño.
Inclusive, voy a llevar esa norma hasta el extremo y voy a examinar rigurosamente los vínculos de las personas que me acompañan en la investigación, para impedir que se mezclen los intereses privados de alguna entidad repudiada por mí en el pasado con los de la curaduría. Así mismo, voy a evitar contemplar la posibilidad de incluir obras que pertenezcan a colecciones de museos ampliamente cuestionados (por mí y por otras personas), para no beneficiar los intereses privados de ese tipo de museos.
¿Oportunismo documental? No. Oportunismo curatorial, cronológico e histórico. Tal vez mediático, aun no lo sé.
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Respuesta a Mauricio Cruz
Tiene razón. Yo no podía haber dicho algo más estúpido que esa frase a que usted hace referencia (¿o si?).
Aunque, bueno, lo del diamante me parece un poco exagerado. Pero eso es cosa suya.
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Respuesta a Widy Ortíz
Se comenzó presentando el salón regional en la sala de la ASAB basándome en el hecho de que dentro del circuito galerístico bogotano, cuando se contemplan eventos que cubran varias instituciones (púbicas y privadas) y se trabaja con la sala ASAB, siempre parece que ésta queda como un sobrante que hay que rellenar con cualquier cosa. Creo que una forma de posicionar ese sitio podría hacerse mediante la apertura de un evento que se basa en la obtención de la visibilidad.
Para hacer las intervenciones in situ he estado conversando con los artistas y los administradores de las entidades o edificios donde se quiere mostrar algo (siempre pensando en la manera de beneficiar sus intereses públicos y privados), para negociar los modos de intervención. Esto se hace progresivamente, y una vez se consolide algo, lo haré saber por los medios de difusión con que cuenta la investigación.
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Respuesta a Merchán (con base en el texto de Adriana Ríos):
Ese escrito nunca me gustó.
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Respuesta a Camilo Fabián Suárez:
1.- Cuando usted dice que la investigación repite un modelo de dominación hegemónico “buscando como fuente de la investigación y la curaduría las galerías privadas representantes directos de la hegemonía elitista,” se equivoca. Si deseo tratar con el asunto y encuentro una obra que pertenece a un expresidente, yo buscaría el modo de obtenerla para presentarla dentro de contexto global de su exhibición en, por ejemplo, un salón regional de artistas. Para ampliar esta respuesta, por favor remítase a lo que le digo a Boom más arriba en este extenso y aburrido mensaje.
2.- La premisa que usted identifica: “Preámbulo, no solamente observará la forma en que existe un espacio cultural homogéneo válido para un amplio número de ciudadanos. También intentará estudiar la forma en que algunos grupos aislados determinan sus discursos frente a la identidad nacional con base en la aplicación de prácticas culturales particularistas”. Se abordará a través de un proceso de búsqueda, selección y exhibición.
3.- Respecto a lo que dice sobre el hecho de que “la identidad de nación no solo[sic] se hace desde la construcción de símbolos patrios”, tiene usted razón, pero para el trabajo que pienso hacer (una curaduría) solo me concentraré en ese tipo de imágenes. El concepto es amplísimo y cada quien podría examinarlo desde una perspectiva particular, como en el caso de esta investigación, que identifica un asunto y trata de encuadrarlo.
4.- Es completamente cierto lo que usted dice, “la curaduría es la que se ubica desde una posición de Centro derecha”. Y respecto al sesgo con la selección de proyectos de hecho este comienza a darse incluso desde el lugar donde comienzo a formular la propuesta de investigación. Creo que es absurdo pretenderse “neutral” para “dar cabida a miradas provenientes desde todos [sic] las perspectivas y orientaciones políticas”. Cuando hablo, ya lo estoy haciendo desde una perspectiva y orientación política, así hable de inclusión.
5.- Espero no “abortar la posibilidad de confrontar [el] discurso curatorial y estético”, porque eso me parece muy feo.
6.- Sobre la rebeldía, reexaminaré mi posición para parecer menos rebelde. En serio.
7.- Con los recursos de la investigación se trabajará sólo en dos departamentos de Colombia. Si se obtienen recursos adicionales y es posible expandir el proyecto (y no me he cansado del tema) , sí se trabajaría en otras zonas.
Me encantaría ir a la costa, pero de paseo, no para trabajar en esto.
8.- No entiendo cuando usted dice que corro el riesgo de quedarme “encerrado hablando de lo que pasa afuera”. ¿Podría ampliar esto, por favor?
9.- Creo que usted se equivoca cuando minimiza el hecho de que Wilson Díaz sí fue vetado y, hasta donde sé, su obra fue desaparecida. Ya, sobre la manera en que ese artista haya decidido incrementar el nivel de beneficio de “los galeristas y los intereses privados” de él y del comercio, le sugiero que lo busque para conversar sobre el asunto.
10.- ¿Qué no le queda claro de que una persona haga la coordinación curatorial de una investigación y otra coordine la parte editorial? ¿Acaso una investigación no arroja desde el principio productos para su difusión y estos no pueden ser administrados con un carácter editorial?
Si leyó (o escuchó, o se imaginó) que “el señor Iregui aparece como curador”, le pido que vuelva a hacerlo, y busque la parte donde se dice eso. Nos sería de gran ayuda poder solucionar su confusión.
Guillermo Vanegas
Y bueno, afortunadamente no era usted el del texto, cuando lo revisé vi que se trataba de otra ‘ironía’ notarial de Nadin Serrano Zea.
Moraleja:
No debo confiar en la atribución de las citas de Mary Boom.
No debo confiar en la atribución de las citas de Mary Boom.
No debo confiar en la atribución de las citas de Mary Boom.
En cuanto a los diamantes, creo que tiene que ver con una poderosa impresión subliminal que me quedó después de haber visto una exposición de réplicas (tamaño natural) en uno de los sótanos de la avenida Jimenez hace ya varios años. El espacio era totalmente oscuro y las paredes estaban cubiertas por telones negros. Recuerdo el impacto y la fascinación que me produjo ver cada uno de los diamantes iluminados bajo un chorro de luz concentrado; parecían estrellas dispersas al alcance de mi mano…
Aún no me repongo.
Señor Guillermo vanegas lo importante de abrir el debate es discutir acerca del proceso, reconozco que algunas de las opiniones que han anotado en esta discusión están llenas de acido, desde hace tiempo sigo este portal y siempre ha habido comentarios fuertes, los circuitos del arte están hechos de elementos fuertes, pero en mi caso más que lastimarlo me interesa poner énfasis en las posiciones acerca de lo discutido, creo que contesta usted un poco dolido o a la defensiva, claro es aceptable, pero distinga cuando los comentarios quieren agredir y cuando quieren reflexionar. Como dicen por acá, todo bien, recuerde que estas discusiones se dan no por el total de la investigación, (que me parece muy pertinente) sino por la entrevista presentada en esfera pública.
Uno- En su texto de proposición curatorial deja claro que la construcción del modelo de estado nación se hace desde los manipuladores del poder y usted lo anota como critica al asunto, por eso se hace extraño que su primera exposición presentada provenga de ese tipo de fuentes, el hecho no es que abandone o niegue este tipo de fuentes, la extrañeza seguramente se da por lo que se están presentando los resultados en fascículos y no toda la investigación en conjunto, como hace para saber el publico que mas va a pasar o que otras cosas están siendo contempladas? No es equivocación reconocer que las galerías privadas le apuntan a la consolidación de las elites y su refinada cultura.
Tres- Ya usted es consciente que para su trabajo historicista puede haber una debilidad si no confronta la construcción de identidad a través de los símbolos patrios republicanos e institucionales con otro tipo de acuñamiento simbólico, usted es quien lo referencia cuando menciona los deportes etc., etc., pero entiendo que una investigación se centra y se concentra y que los presupuestos no dan para la elongación, pero creo que su intención de hacer un capitulo de historia debería no cerrarse, por ejemplo como se cambia la bandera por un poncho finquero, esas cosas sutiles.
Cuatro- es una posición romántica e ingenua mía pensar que una curaduría debería ser neutral frente a un tema especifico, por aquello del distanciamiento necesario en un proceso de investigación, aunque creo que si se trata de dineros públicos si debería ser neutral, o al menos no tan cargado, no digo que usted lo sea, me refería a que en la entrevista su tono cuando apunta a que es una cuestión resuelta desde centro derecha pareciera como una burla o ironía a los artistas, que fueran ellos los de centro derecha por no destruir este país y construir otro sino reinterpretar estos signos, en general creo que es por el tono de sus respuestas que parece menospreciara lo que encuentra, es una apreciación personal, disculpe usted.
Siete y ocho- pues es sencillo si usted critica que la construcción de los modelos identitarios del estado nación se han dado desde el centro, hacer una investigación que aborda esto tan delicado y que atañe la totalidad del territorio tan solo en una porción del país y que es la que ha exportado este modelo podría quedarse corto, por eso pregunto cómo hacer un marco de comparación con las regiones que según su investigación han sufrido la imposición, de hecho doy pistas, invitar a investigadores de otras regiones a abordar este tópico, quedarse en la zona centro ( adentro) especulando de lo que pasa afuera (otras regiones) su tema es tan clave para un sociólogo como yo que por eso hay inquietud.
Nueve- nunca minimizo el problema del veto, es mas señalo que es muy grave y que es una constante en el circuito cultural colombiano forjado en la exclusión, no construya una cortina de humo, lo cierto es que cuando esto se le hace a un artista oficial se genera un escándalo pero cuando cotidianamente se le hace a cientos de artistas en Colombia a eso no le salen dolientes. Ojala algún día llegue a conocer al señor Díaz.
Diez- el siguiente aparte es del documento bajado de la página web del ministerio de cultura allí dice que ustedes dos son los responsables del proyecto pero nunca especifica los roles, por eso la confusión, no mi confusión. Recuerde se parte de la entrevista publicada en esfera pública. Ojala todas las curadurías se confrontaran, eso debe enriquecer mas la investigación.
BECAS DE INVESTIGACIÓN CURATORIAL
XIII SALONES REGIONALES DE ARTISTAS
PREÁMBULO: Ejemplos empíricos de identidad nacional de baja intensidad en Cundinamarca y Boyacá
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CURATORIAL POSTULADO PARA LA REGIÓN CENTRO
Coordinación: Guillermo Vanegas Flórez – Jaime Iregui
Contacto: preambuloregional@gmail.com………..
No sé si ha sido fruto de la coincidencia; si ha sido calculado y es una respuesta a la celebración oficial del bicentenario del Estado Nación-Colombia, [celebración de una ficción]. No sé, si una respuesta del inconsciente colectivo ante este anunciado evento, que promete ser de los más costosos; o no sé de qué más pueda tratarse. El asunto es, que Guillermo Vanegas, ha tomado un tema para el Regional Centro; que se ha dado a la tarea de investigar qué artistas están trabajando en él, y no me consta que se halle instando a artistas ha trabajar en él -en mi caso- algo de lo que hago, ha cuadrado dentro del interés específico de su preocupación curatorial.
Ya de por sí, esto es respetable: que Vanegas no condicione a priori a los artistas, causa primera de la existencia del «mundo artístico».
No puedo dejar de tener mis dudas sobre eso del arte político; sobre su real valor artístico, porque el político, es un pensamiento distinto del artístico -así pienso-, y me considero artista.
En un mundo donde la medianía propia de la política ha desplazado a la élite de las preocupaciones espirituales genuinas; en su oficio administrativo, con sus decisiones [leyes], la clase política también me afecta; humanamente lo reconozco: no siempre sé estar fuera de su alcance. La afirmación es axiomática: es imposible ser neutral. Desde esta consideración, poco o nada importa que se trate de una sala sin ánimo de lucro, de una galería comercial, de una institución cualquiera: importa es que el comunicado de las obras llegue al público; este es libre de acceder a ver siempre y cuando así lo desee hacer. No conozco niinguna sala privada de Bogotá, que prohiba entrar a mirar el arte que expone [de exponerlo]. Poco, o nada importa; que un político profesional tenga una galería: aunque promoviese un artista inestético, la estética a posteridad, se encargará de ponerlo en su lugar.
Esperemos que podamos dar una respuesta artística a una situación específica, sin dejar de ser artistas; sin dedicarnos al oficio de ilustrar teorías políticas.
A mi, la verdad, me parece mas interesante el concepto curatorial del proyecto Preámbulo centenario que las obras expuestas por Luis Hernandez Mellizo, primero en la galeria Nueveochenta y despues en la ASAB. Y eso que concedo gran importancia a las preguntas que este artista se hace sobre la geografia del país, a la que considera justamente como producto de una historia cargada de contradicciones y conflictos y a cuya construccion técnica e imposición institucional opone la «lectura» y la «interpretacion» de la misma por parte de quienes viven sometidos a ella. Pero la calidad efectiva de Mellizo trabajo queda, a mi juicio, muy por debajo de sus buenas intenciones. Por lo menos por ahora, por lo menos en vista de los resultados que ha obtenido con su estrategia hasta la fecha. En campos tan conectados con la geografía como son los de la historia nacional y la de los símbolos patrios contamos con antecedentes muy valiosos, representados por las obras de Bernardo Salcedo, de Gustavo Zalamea o de Juan Camilo Uribe, que establecen un umbral que cada nuevo intento debe tomar en cuenta e intentar sobrepasar. Y hacerlo no porque en este singular ámbito de la iconoclastia haya que someterse también a la lógica competitiva del “darwinismo lingüistico“ – o sea de supervivencia del mensaje mas apto – denunciada en su dia en el mundo del arte por Achille Bonito Oliva, sino porque el asunto al que se refieren los esfuerzos de Mellizo cambia continuamente, tal y como lo subraya ese dibujo suyo en el que se superponen las fronteras que Colombia ha tenido a lo largo de su historia hasta formar una auténtica maraña. Nuestras fronteras han cambiado y es posible que sigan cambiando tanto como han cambiado los modelos o paradigmas con los que se ha escrito y reescrito la historia de esta nación desde que comenzo a escribirse e institucionalizarse. Y los artistas que interrogan, cuestionan, ironizan o se mofan tanto de nuestra geografía como de nuestra historia y de nuestros símbolos patrios deberían ser conscientes de esos cambios y ayudarnos a los demas a ser conscientes de las implicaciones de los mismos.
Lo cierto es que el asunto de las fronteras nacionales hoy no se puede captar ni pensar apropiadamente por fuera de la guerra empecinada que aún se libra dentro de ellas. E incluso fuera de ellas, como lo demuestra flagrantemente las operaciones encubiertas de las fuerzas de orden público colombianas en Venezuela o la inocultable operacion militar contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. Es tal la influencia en nuestras vidas de este conflicto que el proyecto curatorial con el que Guillermo Vanegas y Jaime Iregui han asumido la realización de una nueva edición del Salón regional de la zona centro tiene un titulo, por lo demás igual de revelador que el del propio salon: «Preámbulo: Ejemplos empiricos de identidad nacional de baja intensidad en Cundinamarca y Boyacá». Quizas sea pura paranoia mía, pero eso de la «baja intensidad“ de nuestra “identidad nacional“ me remite ipso facto al concepto, la teoria y la práctica de los “conflictos de baja intensidad» con los que los estrategas del Pentágono enfrentaron a las fuerzas insurgentes de Centro América en los años del gobierno de Ronald Reagan. Mi paranoia puede, sin embargo,terminar siendo en este caso una aplaciación inesperada del “método paranoico-critico“ elaborado por Salvador Dali, capaz por lo tanto de resultar productiva en terminos de conciencia y de imaginación. Para demostrarlo me gustaria invitar a pensar, o si se quiere, a “rumiar“ nietzcheanamente, la fórmula “identidad nacional de baja intensidad“. ¿No les resulta acaso un rotundo hallazgo poético? ¿No les parece una fórmula muy adecuada para nombrar la clase de nacionalismo que ahora se promueve con tanta asiduidad como denuedo por parte no solo del gobierno sino del régimen que encabeza y del cual forman parte muy destacada el culto al himno nacional, a la bandera and last but no the least a las FF AA?
Bajo el impacto de unas campañas propagandísticas de saturación a las que nos someten los media la nacion, sus simbolos, su historia, sus fronteras e inclusive su pueblo, tienden a confundirse con las fuerzas armadas como muy pocas veces lo habían hecho en nuestra historia. El documento donde Vanegas e Iregui exponen su concepto curatorial está acompañado por una serie de fotografias tomadas durante una reciente manifestación patriótica en Bogotá. Y entre ellas hay dos que me resultan especialmente sintomáticas. En ambas se ve a gente rodeando a un policia antidisturbio, con el cuerpo enteramente cubierto con un blindaje negro a lo Terminator. Y en una de ellas se lee claramente la consigna impresa en las camisetas utilizadas por muchos de los participantes en esa manifestación: ¨Colombia soy yo¨. A mi me quedan pocas dudas de que la reunión del antidisturbios blindado con los pacíficos manifestantes remite directamente a ese “nacionalismo de baja intensidad“ descubierto por Vanegas. Por lo que me pregunto, en cambio, es por la clase de relación existente entre ese “Colombia soy yo“ y la incitación de Mellizo a individualizar o particularizar la experiencia de la geografia colombiana.
Respuesta a Carlos Jimenez: En un intento de responder su pregunta me permito informarle que el proyecto parque nacional fue desarrollado durante un lapso de cuatro años en seis ciudades del país, lo que en primera instancia fue exhibido en la galería nueveochenta fue la primera fase del proyecto en el que intente hacer un ejercicio de recolección de algunas preocupaciones resultado de experiencias de viaje a diferentes regiones del país, fronteras y países vecinos como los que usted menciona, a medida que el proyecto itineraba se convirtió en una obra abierta en la que intervinieron diferentes personas y agentes en su realización como Museos, Universidades, Centros Culturales y el Banco de la República, así, lo que se vio en la galería desde una mirada «individual y particularizada» de esos asuntos se convirtió en un ejercicio «plural y colectivo». Fueron realizadas diferentes piezas in situ que por su naturaleza se acabaron al momento de finalizar el periodo de exposición. El curador Vanegas conoció la documentación completa del proyecto y las piezas disponibles para exponer, él en completa libertad hizo una selección de piezas de esa primera muestra en la galería.
Sobre esas relaciones que usted denomina «Colombia soy yo» y mis «incitaciones» actualmente se exhibe un nuevo proyecto en el que coincidencialmente hay un grupo de fotografías tomadas en la misma esquina de la ciudad pero desde el otro costado de la calle en las que la concurrida esquina esta completamente deshabitada. [En la misma galería (con su mismo socio) hasta el próximo 18 de Julio].
Ahora que usted lo menciona, con la distancia de unos años veo nuevamente esos dibujos y creo que tal vez si hice esas imágenes jugando al mismo juego que nos enseñan los medios de información, con su mismo lenguaje y estrategia, solo que esta vez no son prosperas, felices y esperanzadoras sino apocalípticas, tristes y decepcionantes, a veces hay que mentir para decir la verdad.
Luis: tus aclaraciones me han resultado muy útiles para entender mejor tu trabajo que, debo reconocerlo, conocía apenas de manera fragmentaria. Pero el conocimiento mas amplio que ahora tengo del mismo, no resuelve la pregunta con la que cerré mi anterior comentario porque lo de «individualizar» y «particularizar» remite para mí no al solipsismo y ni siquiera la experiencia de un individuo solitario y aislado sino a una forma de captar y asumir las experiencias que puede ser compartida y no por eso dejar de ser individual. Se que esto que vengo de decir puede resultar paradójico pero no lo es menos que el individualismo, esa forma hegemónica de sociabilidad extraordinariamente extendida que, sin embargo, se niega ella misma como forma o figura social. El individualismo postula que el individuo antecede a cualquier vínculo social y que por lo tanto es independiente, ajeno e inclusive opuesto a la sociedad de la que sin embargo forma parte indisociable. El individuo piensa, en contra de su naturaleza efectivamente social, que sus vinculos con la sociedad que lo constituye como tal son siemore contigentes, fortuitos, ocasionales,aleatorios pero nunca necesarios. El slogan ¨Colombia soy yo¨es una clara expresión de la reducción imaginaria de la existencia y de la experiencia social a la que por lo demás remite la patria – o el Estado Nación si se prefiere -a terminos puramente individuales. Y el hecho de que la camiseta, como bien has podido comprobar, la haya utilizado mucha gente no le quita a su slogan el caracter individualista.
Replica a Carlos Jimenez: De acuerdo y gracias por la ilustración; el ser humano se define en tanto su humanidad, si la situación idividualista es lo que define a un colectivo y por otro lado el hombre no es individual sino que se contituye en lo que és genericamente como colectivo entonces se presenta una nueva paradoja.. y yo como «productor activo de imagenes» podría ser una víctima más del engaño que propician los que gobiernan y definen esos imaginarios. No se si mi trabajo sea suficiente para generar «colectivamente» una nueva manera de abordar y pensar esos imaginarios como el «Colombia soy yo» ó si sería suficiente con tergiversarlos, en todo caso tampoco sé si esa sea la intención porque irremediablemente estoy sumergido en esta sociedad, cualquier intento de re-pensar esas relaciones está directamente en el trabajo que en este caso por medio de la presente curaduría se expone a diferentes interpretaciones y debates, si algo queda es eso precisamente.