la obsolencia institucional

Apoyo la propuesta de Paquita. Aunque pienso que la presencia de críticos y curadores no es imprescinidible en esta discusión. Más interesante, mil veces, es su clonación.

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Supongo que todos tenemos la ingenua idea de que las bienales son propuestas para darle visibilidad a las últimas tendencias del arte más innovador. Con este fin surgió, por ejemplo la Documenta. Sin embargo, desde hace unos diez años las últimas tendencias del arte más vanguardista no aparecen en lugares suntuosos, aurísticos y salas inmaculadas, que nos proporcionan una experiencia pseudo-sacra. Cuando estas prácticas llegan a estos lugares palaciegos es porque han perdido su crédito de práctica de ruptura.

Si las prácticas postmodernas de los 60 y 70 emplearon grandes dosis de originalidad e ironía en criticar la institución en la que se daban, hoy las prácticas más vanguardistas ni siquiera precisan de la institución tradicional para conseguir legitimación. Son performances efímeras que dejan poco rastro físico y la mayor de las veces este poso suele instalarse en Internet en forma de página web, cuando la misma web es una performance. Si la postmodernidad artística creó un espacio de crítica a la institución, ahora procedemos a su total separación y aislamiento huyendo ante cualquier forma de control institucional. El arte ya no necesita de la institución por lo que ésta queda obsoleta de cara a las nuevas prácticas.

Aunque la institución se suele apresurar a invadir todo lo que surge fuera de su frontera, en este caso ni siquiera incorpora un espacio dedicado a las nuevas tecnologías en red y su exclusión de la cultura oficial hace que ésta surja ya con un vacío inexcusable y obsoleta.

Las prácticas en red suelen tener una actitud crítica y cuestionadora de otras prácticas más clásicas del ámbito meramente físico, de la institución, del mercado y la mediación capitalista que ve la obra como pura mercancía, de la participación del espectador en el proceso etc. Estas prácticas van contra lo que defiende y representa este tipo de instituciones como la nuestra, pero a nadie le gusta tirar piedras sobre su propio tejado. Ese choque arte institución hizo que, al principio de los 90 se vieran estas nuevas formas de hacer, como una drástica ruptura que conseguiría desligarse por fin de la institución, pero esta no ha tardado ni diez años en comenzar a apropiarse de las nuevas prácticas en red y comenzar a incorporarlas en sus exposiciones de diferentes formas.

La práctica artística generada en Internet tiene un papel de cuestionamiento radical mediante su actitud y las mismas características proporcionadas por el medio. No voy a entrar a analizar con detenimiento las características de estas prácticas pero si mencionaré algunas para entender qué es lo que suponen para la institución. Internet es un medio en el que no existen las jerarquías, todo aparece al mismo nivel de presencia, situándonos a todos en una posición horizontal, por lo cual es una crítica a los sistemas de organización tradicionales, ya sean institucionales o no, basados en rígidas jerarquías y estructura vertical.

Asimismo, la obra es expuesta en el mismo medio en el que se crea, un medio colectivo que puede tener miles de espectadores / participantes a la vez por lo que se elimina el concepto de obra única. Las obras son múltiples y no se puede acotar como se hace con la serigrafía mediante una «tirada» mayor o menor. Esto dificulta su venta ya que son fácilmente (como ya ha ocurrido en varias ocasiones) hackeadas y situadas en otro servidor gratuitamente. Asimismo, el espectador ya no queda como mero agente contemplativo, sino que participa desde casa activamente en las acciones en tiempo real por lo que la interacción con el autor es mucho mayor. Así la figura mítica de autor como genio, o chamán de la tribu, queda obsoleta en este medio. Por otra parte, las obras son efímeras, ya que son realizadas con un software que en cualquier momento caducará y la obra no podrá ser experimentada, lo cual también redunda en la compra de algo que dentro de unos años no podrá ser visionado. Algo innato también del medio es la desmaterialización de la obra, sin presencia física. Por otro lado, las estrategias artísticas son también diferentes ya que en Internet se usan la simulación y la suplantación de forma habitual, siendo un medio especialmente oportuno para el cuestionamiento de la verdad. Las identidades quedan así diluidas y los conceptos de verdad y falsedad son débiles y maleables.

Pero existen otras características de defensa de esta práctica, frente a las tradicionales, que son más de tipo conceptual, y que cuestionan la realización de bienales o cualquier tipo de exposiciones basadas en conceptos no acordes con la sociedad de los medios de comunicación de masas en la que vivimos. Cada forma artística pertenece a un mundo, a un intento de comprensión de tal, y aunque se pueden dar una coexistencia de formas diferentes, no poseen por igual la potencia de expresar en toda su complejidad un momento del espíritu.

Por ejemplo, una escultura de Richard Serra no posee los mismos elementos explicativos de nuestro momento epocal que una acción de «Ceros y Unos» o de James Baumgartner; Todas son contemporáneas, pero unas son más modernas que otras. Como elemento trasgresor el arte tiene como misión llevar a nuestras conciencias a un lugar extremo, creando un espacio libre de la influencia negativa de la crisis de valores. Debe criticar el sistema en el que se da para mostrar su obscenidad.

Debe convertirse en baluarte de lo que se nos roba, como la comunicación o los espacios públicos. El artista debe ser generador de narrativas y productor de esfera pública. El uso de la tecnología no es capricho, es la expresión de lo que nos media en la comunicación y nos construye hoy como seres humanos.

En fin, estas características junto a un largo etcétera hacen a nuestra institución inútil de antemano para progresar como entidad moderna y muestran que continuamos estancados en unos cincuenta años de retraso con respecto a los centros de producción de conocimiento mundiales.

Carlos Basualdo

(antes conocido como Jose Carlos Carretón)

publicado en:
http://www.parabolica.org