cuando lo otro quiere ser lo mismo

1. Despotismo ilustrado
El Despotismo Ilustrado es un concepto político que ejemplifica la utilización de la ideología de la ilustración, por parte de algunos regímenes de la Monarquía Absoluta para mantener su sistema de poder; las monarquías europeas utilizaron esta ideología para estar a la par con las ideas sociales del momento (siglo XVIII) y trataron de ajustar los conceptos de relevancia para que los poderes monárquicos no pasaran a ser obsoletos. [Fuente: Wikipedia]

En la convocatoria hecha por el Ministerio de Cultura para curadurías de los Salones Regionales de Artistas eran claros los peligros y bondades de la curaduría y se hacía evidente que si las curadurías no reconocían el espacio y las necesidades específicas de cada Salón Regional de Artistas, el odioso lema del Despotismo Ilustrado se podía poner en práctica: «Todo para el pueblo, todo por el pueblo, pero sin el pueblo» (odioso en términos políticos, pero práctico en términos de «política realista»).

2. Demagogia Participativa
Para el caso del Salón Regional de Artistas Zona Centro (¿subzona Bogotá?), el Ministerio de Cultura y su curadora debieron cambiar el nombre de «Salón Regional de Artistas» por el de «Salón Regional de Arte», pues ante la falta de precisión de una plataforma curatorial, con este giro lingüístico se habría evitado que muchos de los artistas de la zona se hubieran hecho ilusiones con «su» derecho a participar. También esta maniobra de lenguaje, de uso tan común en el Gobierno del Alvaro Uribe Vélez («Aquí no hay conflicto interno»), le
habría aligerado la carga a Natalia Gutiérrez y así se habría evitado la vía purgativa de inventarse un mecanismo de inclusión donde a los excluidos no les queda claro el motivo de exclusión, y de paso nos permitiría a los espectadores dejar de hacer tanta «criticadera institucional» y concentrarnos más en la exposición que, por la conjunción de algunos artistas con algunos espacios, promete obras tan contundentes como la que se vió en el pasado Salón Nacional de Artistas en el Museo de Arte Colonial con el «Santoral» de José Alejandro Restrepo. (En la Columna de Arena #29, titulada «Demagogia Participativa», el texto y el foro de discusión analizan «la democracia» en los Salones.
http://www.universes-in-universe.de/columna/col29/col29.htm).

3. Cuando lo otro quiere ser lo mismo.
Para los rechazados o desplazados de la «convocatoria abierta» del Salón Regional de Artistas Zona Centro tal vez quede de consuelo la apertura de otros espacios, otros circuitos, como lo es la muestra del «IV Salón de la diversidad» organizado por Galería Casa Cuadrada (aunque no tan diverso en la selección de los jurados pues dos de los jurados integrantes son Nadín Ospina y Jaime Cerón).

4.Las bondades del mecanismo
Es ejemplo de curaduría y sobre todo de curadurías el «7mo. Salón de Octubre». Un conjunto de eventos cuyo crédito menor es del Ministerio de Cultura y que se debe sobre todo a la puesta en acción de un programa coherente y a largo plazo entre varias instituciones culturales de la zona (programa que en su ejecución tiene similitud con el fallecido y nunca ejecutado «Programa Salón Nacional de Artistas»). El acta de selección del jurado del «7mo. Salón de Octubre», generosa en su redacción*, lo dice todo.

* El texto firmado por Lupe Álvarez, José Alejandro Restrepo y Juan Mejía es generoso en comparación al vademecun de frases huecas y eruditas que forman estos documentos y que la mayoría de los jurados componen de afán y firman de manera paternalista -por ejemplo revisar las actas publicadas en el catálogo de los pasados Salones Regionales de Artistas-.

Lucas Ospina