Dentro de la discusión sobre el fenómeno de la Pintura, el enemigo al que se recurre con una frecuencia abrumadora son Duchamp y el el Arte Conceptual. Sin embargo es en el trabajo y en los textos de Art & Language, el grupo de artistas conceptuales por exelencia donde encontramos, no solo excelentes pinturas, sino sobre todo, uno de los textos más plácidos que existan sobre el proceso de pintar un cuadro.
El texto «Art & Language Paints a Picture» (Ikon Gallery, 1983) se refiere a las pinturas realizadas por Baldwin y Ramsen dentro de las series llamadas «Index: The Studio at 3 Wesley Place» en 1982 y 1983. Las dos primeras pinturas de la serie fueron pintadas «oralmente» (by mouth). A la tercera se le dió el título de » El Estudio…en la Oscuridad» y la cuarta fué destruida luego de su primera exhibición. La conversación entre los pintores que realizan el trabajo a dos manos aunque ficticia, es única en los textos que sobre el proceso de pintar existen en nuestra época.
Asimismo, no existe una recopilación de notas donde tan minuciosamente se haga referencia a los materiales de pintura como en las «»Notas» de Duchamp ( MARCEL DUCHAMP. NOTES. Translated by Paul Matisse,G.K.Hall &Co.Boston 1983). Hay que recordar que Duchamp llamaba al «Gran Vidrio» «mi cuadro» y que gran parte del trabajo de su Étant Donnés, es un trabajo de pincel. Según Calvin Tomkins, la famosa anécdota de que, parado frente a una hélice, Duchamp dijo a Brancusi y Léger: «¿Hay alguien capaz de hacer algo mejor que esta hélice? ¿Acaso sabrías tú?» (de la cual se extrajo la fatal consecuencia: «La pintura se acabó»), es apócrifa.
Ad Reinhart, un pintor mediocre pero rebelde, fatal combinación cuando se une al prestigio, demostró al decir que se encontraba pintando el «último cuadro que alguien pueda pintar», que el enemigo no hay que buscarlo rio arriba sino que duerme con nosotros. El enemigo de la pintura no es el arte conceptual sino los pintores mismos al rehuir constantemente entre las nubes de opio de la «inspiración», el hecho de que la realidad puede ser examinada racionalmente. Si el contexto ideológico dentro del cual la pintura es rechazada por no ser apta como «testimonio de la guerra» , que es lo que el arte institucional necesita para entretenerse y vender no es comprendido por los pintores, bien nos merecemos lo que tenemos. Quien huye de los conceptos es solo un hijo adoptado de la opinión. Y quien basa su pensamiento en la opinión reinante es solo caldo de cultivo para el «arte político», el «arte del conflicto», la «urgencia» y todos esos epítetos que unidos combinatoriamente forman el corazón del populismo que a su vez no es más que la inercia conceptual que se expresa con un lenguaje «crítico».
Es patético. Mientras en Colombia las Instituciones, el sistema universitario y curatorial y la crítica hegemónica satanizan la pintura ocupados en ordeñar la rentable llaga de la guerra, Art & Language, la mismísima madre del Arte Conceptual, la Némesis de los pintores, ha vuelto a la pintura. Y de qué maravillosa manera. Después de ver esto…dónde venimos a quedar?
http://www.lissongallery.com/#/artists/art-and-language/works/
Carlos Salazar