La artista colombiana Doris Salcedo fue galardonada con el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2010, dotado con 161.000 dólares, por «la madurez de su trayectoria» y la «calidad» de su obra, y se convirtió en la primera mujer que recibe este galardón, instituido en 2002 por el Gobierno español.
El fallo del jurado, adoptado por unanimidad, fue dado a conocer por la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, en una rueda de prensa en la que destacó que Doris Salcedo es «una de las artistas más importantes del panorama internacional». «Si a ello se une que es mujer, mejor», añadió González-Sinde al referirse a la artista galardonada, nacida en Bogotá en 1958 y conocida por expresar sus preocupaciones políticas y sociales en el desarrollo de su trabajo y por vincularlo, en ocasiones, a la situación política de su país.
Los miembros del jurado tuvieron en cuenta la «importancia determinante» de Doris Salcedo «en la apertura a la escena internacional del quehacer de una nueva generación de artistas en Latinoamérica, así como el rigor de su propuesta, tanto en la dimensión formal como en cuanto a su compromiso social y político».
Con su elección se ha querido dar al Premio Velázquez un carácter abierto «a un trabajo sólido y vivo, con plena pujanza en la contemporaneidad». El portavoz del jurado, José Luis Brea, afirmó que la deliberación fue «rápida y muy sencilla», y destacó que la obra de Doris Salcedo «posee unas claves para poder situar en la historia toda la eclosión de artistas latinoamericanos de las últimas dos décadas».
«Es una artista moderna, con una trayectoria reconocida y pujante en la escala internacional», señaló Brea, quien hizo referencia a que hasta ahora el Premio Velázquez estaba orientado a reconocer el conjunto de la trayectoria de un artista. Con esta elección, «además de reconocer su obra, queremos orientar el premio en la dirección de galardonar a una artista con obra viva y polémica», explicó Brea, que puso como ejemplo la exposición que la Tate Gallery dedicó a Doris, que fue objeto de debate.
Con el galardón a Doris Salcedo, según este crítico de arte, se premia por tercera vez a un artista latinoamericano -los anteriores fueron el mexicano Juan Soriano y el brasileño Cildo Meireles-, frente al reconocimiento del Premio Velázquez obtenido por seis creadores españoles.
Brea recordó que hasta el momento ninguna mujer había recibido este premio, «lo que era injusto, dado el buen trabajo que muchas mujeres están haciendo». Las obras de Salcedo han sido expuestas en importantes centros del arte, como la Tate Modern de Londres, el Centro Pompidou de París, el Museo de Arte Moderno de Nueva York o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid.
Uno de sus trabajos más comentados fue expuesto en la Tate Modern de Londres, donde los visitantes quedaban asombrados ante la enorme grieta abierta por la artista colombiana en el suelo de la gigantesca Sala de Turbinas. Motivada por sus preocupaciones políticas y sociales, la artista colombiana quiso simbolizar con esa grieta zigzagueante en el suelo de cemento, que parecía abierta por un terremoto, las divisiones del mundo, lo que ella misma calificó de «grieta de la humanidad».
El Premio Velázquez, que pretende convertirse en el Cervantes de las artes plásticas, es concedido por el Ministerio de Cultura español desde 2002 a candidatos propuestos por las academias de Bellas Artes, museos de arte moderno y contemporáneo, asociaciones de críticos de arte y otras instituciones vinculadas a las artes plásticas.
El jurado de esta edición estuvo presidido por la directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales de España, Ángeles Albert de León, y los críticos de arte Montserrat Badía y José Luis Brea. También han formado parte del jurado el premiado en 2009, Antoni Muntadas, así como Alfred Pacquement, director del Centro Georges Pompidou de París, y Vasif Kortum, director de la Platform Garanti de Estambul, entre otros.
1 comentario
Es un premio absolutamente merecido. Doris Salcedo ha sabido interpretar como pocos artistas la trágica experiencia historíca de una Colombia traumatizada y degradada hasta limites inacpetables por un conflito interno que nadie ha podido o sabido resolver. Shibboleth, la obra con la que rajó en 2008 el suelo de Turbine Hall en la Tate Modern de Londres, es una de las obras mas intensas y significativas entre todas las que se han hecho en la escena artística internacional en la última década.
! Felicitaciones ¡