TAXONOMIA

Una de las formas clásicas del conocimiento está asociada a la observación minuciosa, a la medición, clasificación, y posterior ordenamiento de estas observaciones de acuerdo a leyes y fundamentos precisos. El conocimiento enciclopédico, la acumulación de datos, referencias, medidas y, en resumen, la compilación de información de todas las observaciones posibles, llevaría a la humanidad a la comprensión y control de la naturaleza y sus fenómenos.

Este proyecto, que ya se vislumbra en artistas como Leonardo, logra su apogeo gracias al astrónomo Isaac Newton: antes de la época de Newton y su predecesor Johannes Kepler, no había sido posible describir plenamente los movimientos de los planetas. La teoría newtoniana fue la primera teoría científica que tuvo un éxito real en la historia humana y, por cierto, un éxito tremendo. Todos los hombres de mentalidad abierta se convirtieron a la nueva teoría, en especial casi todos los científicos, quienes creían que esta teoría acabaría explicandolo todo, incluyendo no sólo la electricidad y el magnetismo, sino también los organismos vivos, los seres humanos y sus sistemas socioculturales.

A mediados del siglo XIX el naturalista y fisiólogo inglés Charles Darwin, autor de El origen de las especies por medio de la selección natural, a partir de clasificaciones, diferencias y analogías que articula en el reino animal, propone no sólo el origen animal del hombre, sino una antigüedad mucho mayor de la vida en la tierra, que en esos momentos se consideraba de tres mil a siete mil años. Esta teoría propicia la noción de un tiempo lineal por el cual se desplaza la humanidad hacia estados cada vez más elevados de progreso, bienestar y conocimiento.

Aunque todavía este saber enciclopédico se inculca en buena parte del sistema educativo, han surgido desde comienzos de siglo indicios en los ámbitos científicos y artísticos que obligan a replantear los conceptos básicos sobre los cuales occidente construyó, a partir de Newton, soportes firmes para explicar el mundo. En esta revisión de la Modernidad como proyecto de sociedad y pensamiento, artistas y científicos apoyan muchas de sus investigaciones; una de las formas es resaltar este proceder clasificador como una lógica absurda y desprovista del sentido que le era inherente, unas veces con intenciones revisionistas, otras con un ánimo testimonial, como quien observa con cierta distancia un período de su pasado.