/posibilidades de la obra en un lugar sin limites

La delimitación en el espacio ha sido inherente en el manejo artístico. El poner en suspenso los límites indica una situación de pérdida de peso y sin centro de gravedad: supongamos que la habitación en que nos encontramos se quedara sin límites (sin paredes, sin techo, sin piso), de esta forma quedaríamos suspendidos en el espacio.

Desde cierto punto de vista es posible creer que se abre un horizonte mas amplio. Lo irónico desde otro punto de vista, el de la obra, es que esta amplitud de horizonte se reduce y pasa a ser una opción de ventana de computador a la cual podemos recurrir. En un lugar con límites, la obra abría el horizonte; por el contrario, en un lugar sin límites, la obra queda suspendida como objeto que intenta introducirse en este nuevo esquema extraño a ella. Y desde ahí delimita ese espacio tradicionalmente necesario.

En la evolución del trabajo artístico, los límites juegan un papel de asideros (situación de ascenso). Por el contrario, el sin límites se asemeja a la lenta caída de Alicia en el pozo. Proceso inverso que desestructura el espacio habitual (situación de desplazamiento).

La obra ha perdido la posibilidad de centro instalándose como objeto en una sociedad sin límites. En un lugar sin límites se podría volver a pensar a la obra como centro en desplazamiento o en pliegues: delimitar continuamente.