Volvamos a jugar a que el mundo nos necesita**

¿Qué tan delator puede llegar a ser que un comercial de TV como este logre, de una forma tan aparentemente fácil y efectiva, instrumentalizar uno de los momentos lúdicos más característicos de la formación temprana? El presente texto ofrece un análisis sobre, como la usurpación del archivo familiar, por parte de The Coca-Cola Company, hace evidencia (en su contra) de estas imágenes, antes inofensivas. Al reconocer un arquetipo en el superhéroe durante la etapa infantil, en ellas nos veremos reclutados anticipadamente; pues no hay mayor ejemplo de lo paramilitar que Batman, Wonder Woman o Superman.

El fascismo debería ser llamado mas apropiadamente corporativismo, 

porque se trata de la fusión del Estado y el poder corporativo”.

Benito Mussollini.

 

Comercial de Coca-Cola: Superhéroes. 2012

http://seunheroe.com/

No hay mayor ejemplo de lo paramilitar que Batman, Wonder Woman o Superman.

¿Qué tan delator puede llegar a ser que un comercial de TV como este logre, de una forma tan aparentemente fácil y efectiva, instrumentalizar uno de los momentos lúdicos más característicos de la formación temprana? El presente texto ofrece un análisis sobre, como la usurpación del archivo familiar, por parte de The Coca-Cola Company, hace de estas imágenes (antes inofensivas), evidencia en su contra. Al reconocer un arquetipo en el superhéroe durante la etapa infantil nos vemos reclutados anticipadamente, pues no hay mayor ejemplo de lo paramilitar que Batman, Wonder Woman o Superman.

Durante la niñez, con orgullo inocente, nos uniformamos en base a los colores de la bandera norteamericana para entrar en un juego definido por el rol de “los más fuertes”: se va estableciendo que la diferencia revela maldad y es síntoma de debilidad; nos atribuimos como jueces y verdugos de “lo otro”, ejercemos actitudes imperialistas a escala lúdica y, aunque pequeños, nos sentimos omnipotentes, nos vemos por encima de “los demás”. Como futuros tiranos, se nos adiestra para descartar el disenso; aprendemos a replicar procedimientos en defensa del orden social establecido, mediante la afirmación continua de quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores, nos convencemos definitivamente de que nuestro bando está en “el lado de los buenos”*.

Con el tiempo, la continuidad de este proceso se asegura al interior del tirante entramado de un tejido social sobre el cual se ejercen tensiones políticas tan maniqueas como el colombiano. Procediendo a la manera de quien está comprometido a continuar un legado, se asume el peso de un conflicto armado de más de cincuenta años. Actualmente, en medio de firmes creencias de una izquierda y una derecha claramente definidas en una lucha de contrarios, “las mayorías”, la creciente clase media, con la predisposición ya señalada; ha sido empujada a tomar partido y demostrar, a todo nivel, ser “gente de bien”.

Como un ejemplo, recordemos los “estados de sitio” efectuados desde no hace mucho tiempo por un ejército blanco movilizado gracias a la más “noble” e inocente causa, la paz. Para el presente caso, corroborando la efectividad de convocatorias semejantes a la que hace Sé un Héroe*, el lema de la campaña No más Farc no podría ser más mediático: “Hagámonos sentir, hagámonos ver, hagámonos escuchar… que los medios se volteen hacia nosotros, hacia quienes no somos noticia”.

«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”

Paralelamente también podemos observar como la madurez que requiere la corporación Coca-Cola, para tal conducta, supone una dignificación subyugada a la vulgaridad; anteponer a lo ordinario un extraordinario espejismo, acaso ¿Encontrar consuelo, en el autoengaño, por el sueño frustrado del trabajador raso cuya madurez no resultó ser la meta para llegar a convertirse en un verdadero superhéroe? No es difícil leer en clave irónica la invocación autocompasiva de la campaña: “Volvamos a jugar a que el mundo nos necesita”*

Según los preceptos de Sé un Héroe*, para ser “parte del cambio”*, se hace necesario seguir al pie de la letra una lista de tareas donde figura lo más cliché de las acciones micro. Porque si «un gran poder conlleva una gran responsabilidad” (así como se le enseña a Spider-Man), la incapacidad confesa de un ciudadano lego, la admisión de su propia impotencia, será el primer paso hacia el devenir en multitud; con tal condición, sumarse parece ser la única opción para ganar en el terreno de lo público. Ganar responsabilidades, cumpliendo cada vez más compromisos mínimos, en el ámbito privado, en la vida cotidiana, confiando a su vez en que muchos compañeros anónimos están haciendo lo mismo es como se logra encontrar sentido dentro del sinsentido de la rutina diaria en medio de la crisis generalizada y alcanzar así un sentimiento faso de superioridad, al asumir la máxima de las causas: salvar el mundo.

Esta situación se hace efectiva gracias a un problema de percepción (como el que favorece al católico que se siente piadoso con la proporción de la limosna). Aquí, se trata de hallar detrás de la lupa con que se mira al “granito de arena” un oasis paradisíaco en medio del desierto. Con esta magnificación se hace imposible que se vislumbren perspectivas realistas, alcances mayores dentro del propio rango de visión, o diferentes a los representados por el humilde proletario quien sin embargo, paradójicamente, parece verse omnipotente dentro de los límites de su posición, en su pequeña y frágil comodidad: “Tal es el fin de todo el condicionamiento: hacer que cada uno ame el destino social del que no podrá librarse. Aldous Huxley. Un Mundo Feliz.

Porque a nivel fáctico ese es el estereotipo que aquí se reafirma, el de la identidad secreta del superhéroe. Se trata de atender al llamado de emergencia acudiendo como Clark Kent, el ideal del buen hombre: respetuoso, obediente, sumiso, servicial, introvertido, tradicional,  ingenuo. Todos, valores que paralelamente también describen la falta de voluntad necesaria para un adoctrinamiento sin resistencia. No procurar el cambio, no vislumbrar la transformación, por el contrario, resignarse a la mínima potencia de sí mismo.

La nostalgia de mejores épocas es fácil de invocar en momentos de crisis.

Comercial 2: Todo héroe merece una Pilsen. 2007

Por esta misma vía. La renuncia “voluntaria” a la dignidad personal, proclamando la auto-explotación laboral como “ética de trabajo”, o en una palabra: la precarización estoica de sí mismo, es promulgada en la sórdida campaña de la cerveza colombiana Cerveza Pilsen: “Todo héroe merece una Pilsen”. Tal como la transvaloración perversa que ocurre en Sé un Héroe*.

Sin embargo en este caso, teniendo un target menos general se apunta a un nivel más bajo, a la base de la pirámide socioeconómica. Aquí de forma cruel y degradante, se exhorta a “la mano de obra” a sacrificarse, a no limitar los esfuerzos que conlleva su labor, a encontrar en la abnegación y en una Pilsen la máxima recompensa; pues si el trabajo dignifica, mayor será la dignidad mientras más se trabaje. Recordemos la famosa cita de Oscar Wilde: “Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto”.

De tal forma, inversamente a lo que podríamos suponer, se maquina la producción de trabajadores-consumidores según la imperiosa demanda del producto mismo.

Así piensan quienes trabajan para que el mundo cada día sea un poco mejor: “Le dimos duro y terminamos un piso más”; “Las mejores esmeraldas estaban donde nadie había podido llegar”; “Ni el viento, ni el frío, nos impidieron recoger la mejor papa”; “Le metimos el hombro, hasta descargar la última tonelada”; “No paramos en todo el día, hasta que avanzamos 30 metros más”. Todo héroe merece una Pilsen. Más Sabor, Más Recompensa.

Coca-Cola Zero Zero Siete.

Ahora, en base a lo presentado aquí a partir de estas campañas, sería probable concluir que el ocultamiento dado por los mensajes subliminales en la publicidad, fue un método que se desgastó en la década de los ochenta; para la actualidad se haría innecesario. Hoy nuestra percepción parece requerir mandatos inmediatos, así también lo demanda una creciente falta de resistencia al consumo y lo facilita un particular desvanecimiento de las bases morales, en la práctica más no en la prédica. Insólitamente, lo que se nos muestra no resulta más explícito de lo necesario para llegar a revelaciones censurables.

Con todo y eso, a veces se logra vislumbrar una inserción contundente, como parece ocurrir en el siguiente caso, que acercándose a los alcances de la denuncia, supera lo delator que puede llegar a ser el mismo mensaje comercial. En la búsqueda de antecedentes del “género épico” en la publicidad de Coca-Cola, hallamos una serie de señales que merecen ser sistematizadas: observadas según su relación en conjunto.

Podríamos comenzar siguiendo una pista inicial que se advierte en medio de la asociación de Coca-Cola con uno de los máximos héroes de acción, quien de una forma muy efectiva personifica la mano negra del Estado encarnando un súper agente del servicio secreto británico con “licencia para matar”.

Coca-Cola Zero Zero Seven en el Set de grabación de Quantum of Solace

James Bond, durante su más reciente aparición cinematográfica sirvió como imagen para Coca-Cola Zero. Fusionando el nombre de esta versión sin azucar de Coca-Cola, con el alias del mas célebre espía gubernamental se le dió el “creativo seudónimo”: Coca-Cola Zero Zero Seven, mientras estuvo en cartelera tal entrega de la saga.

En una escena de Quantum of Solace esta bebida es ofrecida por el villano principal de la película, durante la celebración de una elegante fiesta de beneficencia en la que se recaudarían fondos para un proyecto llamado The Earth Project: la compra de grandes extensiones de tierra para destinarlas, supuestamente, como reservas ecológicas. El anfitrión del evento y promotor de la causa es Dominic Greene, pero realmente lo que él planea es, concretamente, monopolizar los derechos de explotación del agua en Bolivia, posteriormente a la creación de una sequía artificial, encausando el flujo natural del agua en represas subterráneas.

Mediante la empresa fachada Greene Planet, ayudaría al dictador depuesto y exiliado, el  General Medrano, a dar un nuevo golpe de estado y volver al poder gubernamental en Bolivia. Por ello, Dominic Greene sería pagado con una extensa zona desértica del país; infortunadamente, lo que queda de la “malicia indígena” del supuesto futuro mandatario no alcanza a advertir más allá que allí nadie a encontrado petróleo. Su ambición personal lo hace indiferente al destino que puedan tener, en manos de tal neo-colonizador, aquellas tierras olvidadas de su país.

Con anterioridad, la organización Greene Planet ya habría jugado un papel en el cambio de gobierno haitiano:

Dominic Greene: “Bueno, pues mire lo que hicimos con este país. Los haitianos eligieron a un sacerdote que decidió aumentar el salario mínimo de 38 centavos a un dólar por día. No es mucho, pero es suficiente para molestar a las corporaciones que estaban aquí fabricando camisetas y tenis. Entonces nos llamaron y facilitamos el cambio”. 

Diálogo de la película: Quantum of Solace. Metro-Goldwyn-Mayer, Columbia Pictures. 2008.

Cuadro de la película: Quantum of Solace. Metro-Goldwyn-Mayer, Columbia Pictures. 2008.

La Guerra del Agua

La ficción no necesariamente compromete ni anticipa la realidad; sin embargo, el conflicto central de esta película se inspira en una lucha social vigente, que para nuestro caso merece una significativa mención pues demuestra cómo se hace consecuente la construcción de ideología por la vía publicitaria, traspasando la actividad económica de la corporación al terreno de la intervención directa, eludiendo las leyes estatales y figurando así como un fenómeno de estudio para las predicciones geopolíticas, que ya señalan la demarcación del terreno global según el trazado de un nuevo mapa económico determinado por el imparable agotamiento de los recursos naturales.

En 1999, Cochabamba, la tercera ciudad más grande de Bolivia, privatizó el suministro de agua como condición para poder recibir un nuevo tramo de un préstamo condicionado del Banco Mundial. El consorcio beneficiado Aguas del Tunari, como se llamaba, era una sociedad internacional que aunque incluía un par de corporaciones locales era dirigido por International Water Ltd., una subsidiaria de Bechtel Corporation. Su política de precios supuso que los bolivianos tuvieron que pagar, en algunos casos, una cuarta parte de sus ingresos en agua. […] La reacción de la población se expresó mediante ocupaciones, bloqueos y la convocatoria a una huelga general, que resultó siendo masiva; la represión oficial no se hizo esperar, incluyó acción militar contra la población civil y finalizó cuando el gobierno tuvo que declarar el Estado de Sitio. […] A mediados del año 2000 la protesta se extendió por toda la nación; las Guerras del Agua en Bolivia terminaron con la expulsión del consorcio y poco después, con la caída del propio gobierno. Uno de los líderes de la ocupación, el congresista y activista cocalero Evo Morales del Movimiento al Socialismo, se convertiría en el primer Jefe de Estado indígena desde la conquista española, cinco siglos antes.

Joshua Clover. Cinema for a Grand New Game. Film Quarterly. 2009.

La perspectiva de que dos tercios de la población del mundo no tendrá acceso al agua potable para el año 2025 ha provocado los primeros enfrentamientos, en una batalla global por el control del recurso más básico del planeta.. […] La corporación Bechtel, de San Francisco, alcanzó a tener el control no solo sobre toda el agua de Cochabamba, sino incluso sobre la que caía del cielo. Esta ley, este contrato, prohibían a la gente acumular el agua de la lluvia, por lo que ¡el agua de la lluvia también se privatizaba. 

La factura de agua le daba un valor legal a la empresa para que pueda apropiarse de su vivienda, rematando la misma.

The Corporation. Big Picture Media Corporation. 2003.

La historia (no oficial) de The Coca-Cola Company, todos aquellos hechos inexistentes para la descripción de los acontecimientos globales que circulan en las exclusivas redes de noticias de los mayores medios de comunicación, dada la consecuente censura por vía de la pauta comercial de esta corporación que a ese nivel es omnipresente, revelan que junto a Perú, Bolivia es de los mayores productores y proveedores de su ingrediente nominal: se ha dicho, hasta volverse mito, que la coca hace parte de su receta secreta.

Así mismo, se ignoran denuncias como la mudanza de sus plantas procesadoras cada vez que agotan sus reservas acuíferas en “remotos lugares del Tercer Mundo” y mientras se legisla a niveles locales, restringiendo la explotación de este recurso no renovable. También se estima que la fabricación de un litro de Coca-Cola consume y contamina 10 litros de agua. Y de hecho, en su momento, esta compañía fue acusada de favorecer la privatización del agua en Bolivia, como se afirma en la investigación: Coca-Cola: La Historia Negra de las Aguas Negras.

En resumen, como lo dice explícita y sintéticamente un lema que circula en internet, la estrategia sería: Robar agua, crear sed y vender Coca-Cola. Punto aparte a investigaciones propias del lector para dilucidar ¡¿Cómo puede ser que las denuncias contra esta transnacional superen, y con creces, la ficción?!

Sugiero revisar el archivo http://killercoke.org/ y ver el documental El Caso Coca Cola. Argus Films. 2010.

Cuadro del comercial: James Bond meets Coca-Cola Zero

“¡Colombia debería estar llena de represas!” 

En base a una consigna de crecimiento económico a toda costa y según el ritmo inalcanzable de la globalización impuesto, en desigualdad de condiciones, a la naciones en “vía de desarrollo”. La política de “Prosperidad para Todos” del actual gobierno colombiano se centra en ofrecer, como en la vieja historia de siempre: Oro por Espejos. La pobre ambición del pensamiento colonizado, ilusionado equívocamente con un progreso utópico, oferta a nivel transnacional lo que queda de su “paraíso sin fruto prohibido”.

En un discurso triunfal de la primera hidroeléctrica privada en Colombia: El Quimbo, el presidente Juan Manuel Santos dijo con orgullo:

Aquí hay inversión española, aquí hay inversión italiana, aquí hay inversión francesa, […]. Eso es lo que queremos, que vengan cada vez más inversionistas […] América Latina tiene lo que el mundo está buscando: América Latina tiene energía, el mundo está iniciando una crisis, nuevamente, de energía, […]. El mundo está buscando agua; el mundo está buscando alimentos, estamos entrando en una crisis de alimentos, […] América Latina tiene biodiversidad, tiene bosques naturales, es un pulmón del planeta, en un momento donde el cambio climático y el medio ambiente es la mayor preocupación que tiene el mundo entero. En esos aspectos Colombia tiene todo.

Video: Segunda parte: Lo que el Gobierno Colombiano No Quiere que Veamos. Productor: Bladimir Sanchez Espitia. Marzo, 2012.

Tan desconcertantes declaraciones, se registran en la segunda parte de un documental que suscitó una gran polémica, no tanto en los grandes medios como en las redes sociales, así como lo subrayó despectivamente, buscando reducir su credibilidad, el general Naranjo, Director General de la Policía Nacional de Colombia. Tal como lo anunciaba días antes el titular del diario local La Nación de Neiva “EMGESA: con licencia para expropiar” Por: Ricardo Areiza, este video muestra el desalojo brutal por parte del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) de población campesina que quedó desplazada de su territorio ancestral, el que hoy ocupa la transnacional EMGESA para la construcción de la central hidroeléctrica El Quimbo que inundará más de 8.000 hectáreas de tierras fértiles y productivas a orillas del río Magdalena, el más importante de Colombia, que será desviado y represado. Recomiendo el video: El Robo más Grande de Colombia.

Y este es solo el primer caso, pues actualmente se adelantan en Colombia no pocos megaproyectos hidroeléctricos: Ituango, Hidrosogamoso, Urrá 2, son algunos de los que también se están teniendo noticias tardías y lamentables

Declaraciones parecidas a las del hoy primer mandatario Juan Manuel Santos, quien fué ministro de defensa del cuestionado Alvaro Uribe Vélez, fueron dadas recientemente por el vice-presidente del mismo gobierno de derecha, en sus dos periodos y primo del actual presidente. Francisco Santos, quien hoy detenta un significativo poder mediático como líder de opinión desde RCN Radio, cadena perteneciente a uno de los dos mayores medios de comunicación del país. Dijo también de manera vehemente: “¡Colombia debería estar llena de represas!”.

Creo que no puede dejársele más claro el panorama a esta nación: Aunque aún pueda sonar a ficción, es indudable que se le destina como una verdadera Corpocracia.

Según las advertencias hechas por estudios como Rich countries, poor water realizado por la WWF. World Wide Fund for Nature; en este proceso, la transnacional The Coca-Cola Company tendría que estar adelantando un papel protagónico, y por obvias razones, más aún en Colombia, uno de los territorios con mayores recursos hídricos del planeta, el que hoy, con la implementación del TLC con EE.UU., abre sus puertos al asalto por parte del país sede de las casas matrices de las mayores corporaciones del mundo. Un primer ejemplo, el derroche en invitaciones a la VI Cumbre de las Américas en Cartagena para: McDonalds, Cisco, Navistar, Falabella, Caterpillar, Impsa, Hilton Hotels, Univisión, Dell Latin America, Merck, GE, Marriot International, Tenaris, Blumberg Capital, Grupo Salinas, Grupo Cisnero, Grupo Polar, Grupo Synergy, Grupo Gerdau, entre otras corporaciones y por supuesto The Coca-Cola Company:

Femsa, el conglomerado económico, dueño de la franquicia de Coca Cola para América Latina, de la cadena de tiendas Oxxo y de una considerable participación en la cervecera Heineken, anunció a través de su presidente, José Antonio Fernández que Colombia está en sus planes inmediatos, por un lado, para la construcción en el país de una de las dos nuevas plantas más modernas que existirán en la región, con una inversión que supera los US$300 millones. El otro frente de acción será la expansión de las tiendas Oxxo, de las cuales ya ha abierto unas 20. Destacando el grado de confianza inversionista, el directivo sostuvo que no tiene el más mínimo reparo para referenciar a Colombia como un país muy atractivo y respetuoso de las reglas de juego para los empresarios.”

El Balance de la Cumbre. Latin Pyme. Francisco Rodríguez G. Abril, 2012.

“Whatever you say. If it comes my way it’s alright”

Ambicionando regimentar la banalización de las relaciones interpersonales, por lograr sobreponerse a la importancia de los problemas generales, esta campaña procura impulsar y encauzar el buen ambiente que genera la personalidad simpática y despreocupada de un niño bueno y obediente. He aquí lo que podría ser su decálogo: “Contagia tu sonrisa hoy y cuenta un chiste para todos”*, “Alégrale el día a alguien diciéndole lo bien que se ve”*, “Busca una noticia positiva y compártela para contagiar optimismo”*, “Seamos positivos. Hoy es el día del sí”*. Como vemos, la esperanzadora campaña Sé un Héroe llega en tiempos amargos para embriagarnos edulcoradamente, ofreciendo el refrescante escape, del sentimiento equívoco y contrario, de un bienestar generalizado.

¿Seguir las anteriores indicaciones logrará influir en que se generalice, se normalice a escala personal, la doble moral según la cual es posible la idea de “responsabilidad social corporativa”? Es necesario notar que sólo sobre esa base parece consecuente, por ejemplo, que una empresa como ésta proyecte una imagen mediática ecológica mientras se ignoran denuncias como las ya mencionadas.

Para calcular la magnitud de esta escalada ideológica emprendida oportunamente en medio de la derechización política que sufre la sociedad actual, podríamos hacer el ejercicio de proyectar la continuidad trazada desde el mensaje comercial de Coca-Cola que precede al actual, el que decía en la voz de un grupo de niños de colegio: “Whatever you say. If it comes my way it’s alright”. Así es posible prever un eventual escenario de efectos donde como un primer paso, la manipulable opinión pública llegará a acusar particularmente, a los sindicatos de agitadores, organizados en bandas de villanos, cuyas venganzas paranoicas y denuncias escandalosas, distorsionan la buena imagen que conserva The Coca-Cola Company, entre otras transnacionales. Tan grata institución de la lucha por la “justicia y los buenos valores”, tal como insistentemente quiere posicionarse, en imagen, esta empresa.

Sin ir más allá, hoy ya resulta alarmante que The Coca-Cola Company requiera del ciudadano un compromiso aún mayor al establecido por otra recordada campaña: Los Héroes en Colombia sí Existen del propio Ejército Nacional de este país. Allí se hace una división totalmente evidente entre la función de las fuerzas armadas oficiales y el ciudadano común, mientras Sé un Héroe* emprende un llamado a la población civil para su enfilamiento en una formación paralela de agentes especiales a niveles antes insospechados.

Pronto, además de contar con la colaboración del gobierno nacional y los grupos paramilitares, como se ha denunciado desde hace más de diez años con el “ajusticiamiento” sistemático de dirigentes sindicales; subsecuentemente será la avanzada de cierta militancia de trabajadores-consumidores, quienes apoyarán la extinción de todas las agremiaciones disconformes. Le será inalienable a esta transnacional, en manos de sus secuaces, el derecho a ejercer la auto-defensa sobre cualquier tipo de “subversivos” a todo nivel; incurriendo legítimamente el secuestro, tortura y ejecución de la pena de muerte.

Movilizados a cooperar organizadamente por sentimientos inducidos de lealtad, honor y de pertenencia a una comunidad empresarial, como haciendo parte de una sociedad cuya estructura fantásticamente se asemejará a The Justice League o The Avengers. Seremos más que cómplices, las culpas micropolíticas del consumo no serán nada después de la implicación directa en la causa del aniquilamiento definitivo de aquellos que no están “del lado de los buenos”*.

Sin darnos cuenta llegará el día en que el enfilamiento de la población en el frente del dominio social por parte de la corporación desplazará, en importancia, la mecánica del aporte económico del consumo masivo.

* Sé un Héroe. The Coca-Cola Company. 2012. http://seunheroe.com/

** Versión completa del texto publicado en dos partes en http://razonpublica.com/

 

 

 

Jorge Sarmiento.

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