Salón » Urgente!» : cómo se hace lobby con preguntas retóricas

«La acepción más general en que se usa el término de pregunta
retórica es la de una expresión interrogativa que carece de la expectativa
de una respuesta. Por lo común, se considera que, si bien interrogativas
en forma, las preguntas retóricas tienen la fuerza ilocutiva de las
aserciones, y es por ello por qué no esperan respuesta alguna. Según
señala Schmidt-Radefeld (377), «hay acuerdo general acerca del hecho de
que las preguntas se deben considerar peticiones de información,
mientras que las preguntas retóricas se reservan para proporcionar
información» (traducción mía). Dicha información es idéntica a la
respuesta que se considera obvia tanto para el hablante como para el
oyente, y se puede establecer sin equívoco en base a la propia formula-
ción de la pregunta. Por ejemplo, las preguntas retóricas (a) en los
ejemplos (1-4) (tomados de Escandell Vidal) se consideran semánticamen-
te iguales a las aserciones (b) en los mismos ejemplos, aserciones que, al
mismo tiempo, representan la respuesta obvia de (a):
(1)
(a) ¿No debemos ayudar a nuestros amigos?
(b) Debemos ayudar a nuestros amigos.
(2)
(a) ¿Podemos acaso olvidar a los que luchan por la causa?
(b) No podemos olvidar a los que luchan por la causa.
(3)
(a) ¿Qué mujer no soñaría con un marido como él?
(b) Cualquier mujer (=toda mujer) soñaría con un marido como él.
(4)
(a) ¿Quién puede desear ir a la cárcel?
(b) Nadie puede desear ir a la cárcel.» (1)

Examinando las preguntas que, más que el éxito logístico y la farandulizació

n de lo Urgente! eran las que vendían la idea, junto a la creación de una «base social», de que Salón era Urgente! y necesario, y frente a las cuales, como se había predicho, todo el mundo se hace ahora el despistado, vemos que cumplen con los dos componentes básicos que la pregunta retórica debe tener

1.- Son preguntas que no están hechas para ser respondidas
2.- Llevan en sí la afirmación implícita de lo que preguntan

Veamos…de nuevo…nevermore… unos ejemplos:


1.-¿Cómo aproximarse desde el territorio del arte a los problemas políticos, sociales, económicos y raciales, para resignificarlos?

Da por sentado que el arte tiene la capacidad de aproximarse a los problemas políticos, económicos y raciales para «resignificarlos» (sic).

2.-¿Cómo transformar los modos establecidos de representación, muchas veces arbitrarios e impuestos, a partir de nuevas miradas críticas?

Da por sentado que «ellos», no hacen parte de los «modos establecidos de representación» arbitrarios e impuestos y lo que es mas, dan por sentado que sus miradas son «criticas»

3.-¿Cómo cuestionar la noción misma de la representación?

Da por sentado que su noción de representación no es la cuestionable sino la que cuestiona.

4.-¿Qué rol cumple el arte ante una realidad compleja?

Da por sentado que conocen la naturaleza compleja de la «realidad» y que el arte cumple un papel a la hora de analizarla y transformarla.

5.-¿En qué medida tiene sentido estudiar el rol de la representación en diálogo con otros artistas latinoamericanos o internacionales, o con la propia historia?

Da por sentado, asertivamente, que existe una relación entre el rol de la #representación» (sic) y la internacionalización (de mercado) del Salón.

6.-¿Cuáles son los modos posibles o deseables de participación?

Da por sentado que existen unos modos imposibles e indeseables de participación, pero por otra parte grita a los cuatro vientos que El Salón representa una gran revolución democrática y no una regionalización del modelo temático dictatorial.

7.-¿Cuál es el límite entre el arte producido por artistas para y con las comunidades y un programa social?

Da el paso previsible respecto a la pregunta asertiva anterior. El arte indeseable es aquel que no tiene como objetivo a las comunidades y a un programa social y a su vez es, a la manera de Slumdog Millionaire, la institicionalización definitiva del «slumming». Suponemos aquí que de los 350.000 visitantes y debido al poderoso vínculo que, según las preguntas asertivas, tiene la acción del arte, se deben haber creado durante el Salón al menos 50.000 nuevas conciencias políticas que a su vez se materializarán en una dinámica cadena de formación de cuadros gramscianos en los barrios periféricos y la clase media. Por ahora Florencia Mora no ha enviado las estadísticas a Mincultura.

8.-¿Cómo resguardar al arte de los imperativos de lo políticamente correcto?

Da por sentado que «ellos» no practican lo políticamente correcto y para demostrarlo hacen del corto «Agarrando Pueblo» un emblema del Salón. El diablo expone una hostia.

9.-¿Cómo educar desde el arte?

Suponemos que da por sentado que el arte «educa políticamente». No creemos que se refiera a urbanidad o buenas maneras

10.-¿Puede hablarse de una dimensión ética en el arte, y en tal caso, qué efectos conlleva?

El arte social se encuentra aquí con su Némesis, la Ética. Pero siempre, como todo concepto con el que se estrellan, ahí si políticamente, puede ser redefinido, como ya lo hizo Sebastiao Salgado, para que el camello quepa por el ojo de la aguja.

11.-¿Cuál es la necesidad de la acción?

Da por sentado que la acción, política suponemos, encuentra su cumplimiento definitivo en el arte

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Pero como si con éste despliegue de astucia que envidiarían los administradores de regalías provinciales no bastara, se han añadido nuevas preguntas retórico asertivas en el texto Icontec. Son preguntas que tienen asertivamente la respuesta implícita de que la pólitica del Salón fue exitosa, pero no se refieren ya al carácter político militante del que se jactaba el modelo curatorial cuando se lanzó el Salón, sino que ahora, obviamente y al no poder responder las preguntas retóricas de los Nucleos curatoriales, redefine la palabra política como «política logística», es decir, el Salón aceptará ser cuestionado por problemas logísticos pero no por su relación consecuente con los objetivos primordiales que eran…nevermore…

1.- Demostrar que existe una relación directa entre arte y transformación social, entre arte y educación política y
2.- La creación de las «bases sociales» de Florencia Mora.

¿Porque pues la idea no es ahora responder por los objetivos nucleares del Salón?

Primero porque no tienen respuesta dentro de la relación aporística arte/política, y luego, lo más importante, porque el lobby para el próximo Salón ya comenzó y el fuego sagrado ya está siendo entregado. Las palabras de Jaime Cerón son las que mejor ilustran cual es la verdadera estrategia de la retórica de las preguntas, las promesas incumplidas y la resolucíon farandulesca y estadística de los problemas que dieron nacimiento al evento, y es en esencia, la estrategia cultural del Partido Príncipe del arte para que nada cambie mientras ellos existan o al menos mientras les llega la jubilación. En la medida en que arreglemos mal el automóvil, el dueño tendrá que segui volviendo al taller.


«Después de todo, dice Jaime Cerón, encargado de la producción, «como las realidades culturales de cada una de las regiones de Colombia son distintas, sus agendas de trabajo también lo son». Pero añade: «Aún falta por ver si este ejercicio de trabajo es exitoso o si dentro de un mes vamos a estar pensando qué es lo que hay que hacer dentro de dos años». http://www.revistaarcadia.com/ediciones/38/arte2.html

Más claro no canta un gallo. Y viene el siguiente paso, el Luis Caballero. ¿Alguien quiere apostar por la clase de retórica que se manejara allí?

Carlos Salazar

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(1).Domnita Dumitrescu. California State University-Los Angeles
ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LAS PREGUNTAS RETÓRICAS REPETITIVAS EN ESPAÑOL
http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/11/aih_11_1_013.pdf