suspicacia

Alguna vez criticaron a Paul Valery por burgués y alguien replico de la siguiente manera: “puede que Paul Valery sea un burgués pero no todos los burgueses son Paul Valery”. Puede que Carlos Salazar sea un pintor pero no todos los pintores son Carlos Salazar.

La desconfianza incita la suspicacia; mediante unas preguntas Carlos Alberto Vergara le hace un comentario suspicaz a Carlos Salazar: «¿Por qué su crítica se da en un momento en que el arte socialmente comprometido -como usted lo define- accede por fin al mercado?, ¿Tiene su obra pictórica relación alguna con la crítica al arte social?». Con estas preguntas Vergara crea una sospecha: Salazar, el pintor, estaría criticando a los “artistas sociales” porque ahora, justo ahora, el mercado del arte da a las obras de los “artistas sociales” el mismo precio que daba antes a las obras de los pintores. El diálogo en Esfera Pública es divertido por este tipo de asociaciones, pero en este caso me parece que la suspicacia de Vergara, más que aportar, entretiene y distrae de lo que es el núcleo de las intervenciones de Salazar.

Bajo el marco del “arte social” se ha consolidado una oferta y una demanda, un comercio entre los estados, el estado, las instituciones, las galerías, el público y los artistas. La manera en que se han dado muchas de las transacciones de este comercio tiene un “efecto perverso”, como lo califica William López en el artículo que Salazar recomienda. Las preguntas que esta
haciendo Carlos Salazar a José Ignacio Roca piden precisión en los términos de ese comercio.

“Aceptemos que el mundo es complejo” dice Gabriel Restrepo en su correo; aceptemos que no se puede estar por fuera del mercado pero que esta inclusión no nos condena a aceptar toda transacción como una operación legítima o necesaria.

Tal vez la desconfianza se da en Esfera Pública porque se evita el trabajo de oír lo que otro dice, de leer, y esta falta de atención en la lectura se refleja en comentarios suspicaces pero de corto vuelo; una buena crítica, positiva y negativa, es siempre un acto de generosidad y creo que lo planteado por Salazar merece algo más que ser tomado por un comentario de alguien «bruto como un pintor».

Esperemos las respuestas de Roca a las preguntas de Salazar, este es un diálogo que promete (y tal vez de ñapa también lleguen las respuestas de Salazar a Vergara pues de todas maneras las preguntas son parte de un texto que merece ser leido).

Lucas Ospina