sobre Los Rebeldes del Sur

Dados los siguientes hechos:

1.
Una universidad (en este caso la Universidad de los Andes) apoya una investigación sobre la relación entre arte y desplazamiento en Colombia. (Apoyarla significa, financiarla e incorporarla dentro de las líneas de investigación que tiene abiertas).

2.
Una institución pública (en este caso el Ministerio de Relaciones Exteriores) co-financia la publicación de esa investigación. (Publicación en este caso significa un libro y una exposición).

3.
Un funcionario de la institución pública (en este caso el embajador de Colombia en el Reino Unido) decide suprimir una parte de la investigación. (Suprimir significa retirar una obra de Wilson Díaz de la exposición. Curiosamente del libro no se arrancaron hojas—tal vez porque entre otras hubiera tenido que arrancar las hojas en las que su superior, el Canciller, avalaba la investigación)

4.
Pasan varias semanas y la universidad guarda silencio sobre los hechos. (Hay también silencio oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores en incluso del Ministerio de Cultura, que podría mediar en el asunto)

Hay varias maneras de interpretar el asunto. Yo me voy a concentrar en el silencio de la universidad aunque eso no signifique que considere ese silencio como el único hecho grave.

El caso de la obra de Wilson Díaz señala lo inadecuado del estatuto de investigación en artes dentro de la universidad (universidad entendida aquí en términos generales, en términos de todas las universidades). Este señalamiento no es nuevo ni debería causar sorpresa. Es algo que se discute (en abstracto) en miles de reuniones pero nada más. Pero lo que a mi siempre me a parecido es que esas discusiones se quedan en el asunto de puntos en el escalafón docente y la indexación de revistas, y que los problemas teóricos de fondo no se discuten.

Al suprimir una obra de una exposición lo que se está haciendo es el equivalente a borrar el capítulo de una investigación publicada en forma de libro. Hecho que sería absolutamente inaceptable para cualquier universidad, no importa si el libro haya sido cofinanciado por otra institución. Un ejemplo hipotético: supóngase que el Ministerio de Justicia co-financiara, junto con una facultad de derecho de cualquier universidad, una investigación sobre el estado del sistema judicial en Colombia y que al momento de publicar el libro el ministerio se tomara el derecho de arrancarle al libro el capítulo en el que se muestra el estado de abandono de los juzgados. Es muy probable que al menos esa facultad de derecho protestara ese acto arbitrario. Y esa protesta se haría en nombre de la integridad de la investigación. Y al hacerlo estaría defendiendo en términos concretos la noción de que la universidad (no importa si es pública o privada) es un ente autónomo, y que esa autonomía es indispensable para investigar.

Para todos los que hacemos parte del «mundo del arte» resulta un hecho autoevidente que una exposición es parte integral de una investigación. Sin embargo el silencio de la Universidad de los Andes parece indicar que para ella, la exposición no lo es. Hasta donde tengo entendido la investigación de Maria Clara Bernal siguio todos los protocolos usuales dentro de la universidad. Si eso fue así entonces hay varias preguntas que hacerse: ¿Cuál es el papel de una exposición dentro de una investigación en artes? ¿Es una promoción de la investigación? o ¿Es parte integral de la investigación?

Una curaduría es una investigación que pone en relación obras de arte entre sí. Por eso es que uno podría decir que una exposición es una forma de publicación de una investigación en artes, como un libro lo es en derecho, o en ciencias políticas. Aunque es también una ordenación de objetos en el espacio, la curaduría no se debe confundir con la decoración de interiores. En la decoración de interiores todo objeto puede ser reemplazado con otro. En el caso de una investigación que se publica en forma de exposición eso es imposible.

Para el Ministerio de Relaciones Exteriores la cosa es clara: la exposición es una forma de promoción, de publicidad, y por lo tanto una parte de su contenido es dañina al producto (la imagen oficial de Colombia) y por eso hay que retirarla. La universidad no puede permitir eso por que es de alguna manera una instrumentalización de la investigación. El acto del funcionario público no solo perjudicó al artista afectado si no que impidió una lectura completa de la investigación. Si la universidad tuviera claro cuál es el papel que tiene una exposición dentro de una investigación en artes tal vez sería más cuidadosa al aceptar una co-financiación. Pondría unas condiciones, como por ejemplo que el ente co-financiador acepta los resultados de la investigación que está co-financiando. Aclararía que la exposición hace parte integral de la investigación y que por lo tanto no puede ser vista como un mecanismo promocional sobre el que se puede tachar pedazos. Tal vez esto haría que una institución como el Ministerio de Relaciones Exteriores deje de co-financiar investigaciones. Es posible. Pero en todo caso habría una claridad necesaria que evitaría situaciones como esta.

Pero los hechos están allí. Y en ese sentido es necesario que la universidad se pronuncie. No solo para proteger la integridad de una de sus investigaciones si no como un acto pedagógico.

Bernardo Ortiz C.

2 comentarios

¿ porqué nadie habla de la responsabilidad que maria clara bernal como curadora e investigadora tiene en este caso ?

¿ porqué ella no se ha pronunciado publicamente hasta ahora?

¿será que ella sí está asumiendo su responsabilidad con wilson y lo estará apoyando, en la medida en que fue ella la que escogió esa obra ? ¿porque a ella nadie la entrevista?

¿será que ella si asumió su resposabilidad con su propia investigación, aunque supiera, antes de montar la exposición , que la iban a censurar?

¿que pasó con la obra secuestrada? ¿ la galería y maria clara bernal la van a recuperar ?

¿ ah ?

Digamos que lo uno no quita lo otro. Como lo dije en mi texto yo sólo me concentré en una interpretación. Pienso que es un caso que toca muchos asuntos. Asuntos que son inmediatos y asuntos que son teóricos. Estoy de acuerdo con todas sus preguntas y creo que lo que esas preguntas plantean también merece una especulación. Además de esas agregaría otra: ¿Por qué la mayoría de los artistas de la exposición han permanecido en silencio? sobre todo si se tiene en cuenta que una buena parte hace «arte político».

Señalar el silencio de la universidad simplemente busca que una institución asuma su papel de contrarrestar a otra. Después de todo tal y como están las cosas Wilson Díaz y Maria Clara Bernal tienen que defenderse de la sindicación de «terroristas» como personas naturales, y la universidad tendría el poder de neutralizar eso. Insisto sin embargo, en que sus preguntas son importantes.