¿simposio o soponcio?

Por lo que se pudo ver en la transmisión «en vivo y en directo» del Simposio había muy poco público. ¿Qué objeto tiene desplazar a más de treinta personas a Popayán cuando se pudo haber hecho en Cali, de donde eran la mayor parte de los participantes?, más aún cuando el Simposio tenía como lema la pregunta ¿Pero de qué vive un artista en Colombia? (!!?)

¿Pero…, de qué vive un artista en Colombia? Esta es una pregunta recurrente entre la gente que converge en los diversos ámbitos del arte; sobre todo si se trata de un artista contemporáneo en sus manifestaciones más radicales y experimentales.
Helena producciones

La semana pasada tuvo lugar en Popayán el Simposio de Profesionales Formales e Informales de las Artes Plásticas y Visuales (wow! qué nombre!)

Por lo que se pudo ver en la transmisión «en vivo y en directo» del Simposio había muy poco público. ¿Qué objeto tiene desplazar a más de treinta personas a Popayán cuando se pudo haber hecho en Cali, de donde eran la mayor parte de los participantes?, más aún cuando el Simposio tenía como lema la pregunta ¿Pero de que vive un artista en Colombia? (!!?)

De entrada hay que decir que el logo del Simposio deja mucho que desear (el perfecto cliché del artista, le faltó el «moustache») Debajo del logo vemos a Víctor Manuel Rodriguez (also known as «Viticor»), gestor de la Reforma Distrital de Cultura y responsable directo de que la Alzate tenga ahora a su cargo el manejo del presupuesto de artes plásticas en el distrito (imagino severa dosis de verborrea impregnada de la jeringonza de los estudios culturales) ¿Alguien le habrá preguntado el por qué de este debacle burocrática? ¿qué hace este señor de invitado a este encuentro?, ¿respondiendo a la pregunta de qué vive un artista en Colombia?

Se agradece a alguno de los muchos ponentes que nos cuenten qué pasó con este personaje y qué otras cosas sucedieron en esta especie de «retiros artísticos» (se supo además que varios artistas sufrieron severo soponcio luego de semejante convivencia).

Víctor Albarracín (con visibles signos de agotamiento… ¿habrá puesto en aprietos a Vitícor?)

Jaime Cerón (con algo de dolor responde a la pregunta ¿de qué viven los curadores?)

Lucas Ospina (sin dar todavía muestras de cansancio… ¿será que nos puede decir qué piensa de todo esto?)

Danilo Dueñas (formless soponcio)

Veronica Wiman (los curadores siempre señalan… ¿why Helena did not invited Mariangela instead of this avatar?)

Otra de las «perlas» de Víctor Manuel Rodriguez tiene que ver con la creación del Instituto Distrital de las Artes, actualmente en trámite en el Concejo de Bogotá y al que me referí en un pasado post publicado en pleno diciembre y que seguramente quedó sepultado por las fiestas navideñas. Cierro con un fragmento de este post, titulado El medio y los medios:

En una nota informativa publicada en la página Samuel Alcalde el pasado 16 de noviembre, el Proyecto de Acuerdo para la creación del Instituto Distrital de las Artes se presentó para análisis del Concejo de Bogotá. El primer debate sobre el Proyecto de Acuerdo tuvo lugar el pasado 2 de diciembre y es posible que para el primer semestre del 2010 el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) sea una realidad, después habrá que esperar a que nombren su director y se inicie un nuevo proceso de empalmes y ajustes que tomarán su buen tiempo (no hay que olvidar que Víctor Manuel Rodriguez, ex Subdirector de Fomento a las Artes, ha estado cerca de este proceso y puede tener sus aspiraciones para desempeñar un cargo directivo en el naciente Instituto).

Según consta en el Proyecto de Acuerdo 427 el IDARTES tendrá como objeto:

“La ejecución de políticas, planes, programas y proyectos para el ejercicio efectivo de los derechos culturales de los habitantes del Distrito Capital, en lo relacionado con la formación, creación, investigación, circulación y apropiación de las áreas artísticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico”

Es decir, la creación del IDARTES no implica (como se dijo inicialmente) transformación alguna para el sector de las artes visuales (“Catalina Ramírez, adelantaba que las funciones de la Gilberto Alzate volverían a ser las de antes de la reforma, con la creación del nuevo Instituto de las Artes”). La FGAA continuará ejecutando los recursos y planes de las artes visuales pues tiene entre sus principales funciones “ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos enfocados a desarrollar una programación cultura y artística permanente. Ejecutar los planes, programas y proyectos acordes con su misión y relacionados con el fomento y circulación a las artes plásticas y visuales, tales como concursos y salones de convocatoria pública nacional y ajustarlos regularmente a las prácticas y requerimientos del campo”.

La creación del IDARTES no genera cambios de fondo sino una entidad burocrática a la que se reportarán otras entidades como la Alzate, que conserva el manejo de las convocatorias, exposiciones y concursos (el problema no es la institución en sí, sino la poca representatividad, credibilidad y capacidad de interlocución que tiene con un medio artístico que en teoría “representa”)

Qué soponcio!

Catalina Vaughan

Fotos de Juan Carlos Cuadros

3 comentarios

Yo asistí! sólo un día, pero asistí! Con el ánimo de escuchar la rimbombante ponencia de Clarisa Ruiz «Políticas y plataformas nacionales para las artes plásticas y visuales»… sin embargo la señora no llegó. Vaya una a saber por qué, aún soy muy inocente en estos vericuetos así que no me atrevería a especular.

Algo que si sé es que la sede del Salón Regional Zona Pacífico en esta oportunidad fue Popayán, al menos así lo mencionan varios documentos impresos (programas, afiches, etc.) e intuyo que a esto se debe la realización del simposio en la ciudad mencionada. Hace parte de una política de descentralización (que a mi me parece más bien de fragmentación) de los procesos en arte, en la región.

Por otro lado en Popayán no hay siquiera una galería y mucho menos artistas consagrados que se dediquen a exponer en la capital del Cauca (todos se van para Bogotá), pero si hay una sala de la Facultad de Artes que tiene mucha más actividad que cualquier sala de exposición en Cali, desde luego quienes exponen ahí son los estudiantes. Y en ese sentido existe una problemática en torno a ser artista y vivir de eso que surge del ámbito académico, precisamente ahí es donde el simposio puede ser pertinente.

Algo más por anotar, una conclusión muy personal a la que llegue, es que de ninguna manera el evento pretendía legitimar la labor de las personas que estaban invitadas, sino todo lo contrario, la dinámica propuesta por Helena (hasta donde pude notar) estuvo asociada con debatir y confrontar lo dicho. Otra cosa que me quedo clarisima es que en estas ciudades como Cali o Popayán los escenarios de las artes visuales no están de ninguna manera tan consolidados como en Bogotá y en este punto considero que muchos de los ponentes tendrían que haber contextualizado su intervención.

Me queda una pregunta para Helena Producciones: Cuáles eran los informales?

Cambio y fuera.

Simposio en el Buque Gloria

A todas luces Víctor Manuel Rodriguez sigue teniendo sus influencias en el medio. Lo más curioso es que actualmente se desempeñe como «Asesor de la Secretaría del Habitat» y que este sea un cargo que le sirva como «plataforma pública» para hacer lobby por nuevos cargos en las artes visuales. Es loq ue vulgarmente se conoce como un «escampadero». Pronto saltará a la dirección del Instituto de Artes o hará nicho en alguna institución académica.

Por otro lado hace rato que se sabe que el público de este tipo de encuentros son los mismos artistas y participantes. Son eventos diseñados para la misma comunidad artística cuya endogamia se encuentra plenamente institucionalizada y justificada programáticamente con este tipo de eventos. Es como esos encuentros gremiales que se reunen en hoteles de ciudades pequeñas para reforzar vínculos, compartir logros y generar indicadores.

Sería bueno realizar un próximo «Simposio de Profesionales e Informales de las Artes Nacionales» en Cartagena con motivo del Salón Nacional. Pero no en un auditorio cerrado sino en un Resort turístico o el mismísimo Buque Gloria.

Y no es un chiste. Va en serio!

Ese simposio, como curaduría de Helena Producciones seleccionada en el 13SNR Cauca Contemporánea, cuya sede fue por primera vez Popayán, se realizó en dicha ciudad en consideración precisamente a su condición de “sede”; puesto que Cali siempre fue epicentro del Salón Regional Zona Pacífica; pues y en pos de una verdadera participación regional, Popayán se postuló, lo que muy seguramente hará en la próxima versión Quibdó, pues la meta es que las capitales de los tres departamentos que componen la Región Sur para efectos del Regional (Cali, Popayán, Quibdó) puedan liderar la realización de ese evento.

En Popayán no hay circuitos de exhibición estilo Bogotá (la megapolis galerística de Colombia), pero si hay una tradición artística que hunde sus raíces en su pasado colonial, bajo el influjo de la escuela quiteña y el circulo caspicara del S. XVII y XVIII…hasta desembocar en el virtuosismo pictórico de Adolfo Dueñas (abuelo de Negret) en el S. XIX, el muralismo cultivado por Augusto Rivera, el lirismo plástico de Efraím Martínez, el abstraccionismo geométrico de Edgar Negret, todos ellos en el S. XX.

Es precisamente Negret, quien en el año 1981 dona toda su colección antológica a su ciudad natal, Popayán, junto con su colección de arte iberoamericano, constituyéndose así la denominada “Casa Museo Negret & Museo Iberoamericano de Arte Moderno de Popayán MIAMP”. Aunque desde su creación a enfrentado múltiples dificultades, sobre todo por su condición de museo municipal; la totalidad de la colección que alberga, es un punto de referencia indiscutible para los payaneses, a la hora de aproximarse a los procesos plásticos latinoamericanos de la primera y segunda mitad del S. XX , desde la visión particular del “coleccionista”, en este caso el propio Maestro Negret Dueñas.

Por tanto, con estos antecedentes (sin olvidar el dinamismo de la Facultad de Artes de la Universidad del Cauca creada a finales de los años 60’ del S. XX ), no es de extrañar que la antigua capital del “Gran Cauca” haya sido sede del Salón Regional, y que el simposio, con todos los esfuerzos que implicó su realización, se haya desarrollado ahí.