café y esfera pública

coffeehouse

Los Cafés como espacios de encuentro y conversación surgieron en Turquía en 1457. En ellos la gente se reunía a escuchar música, leer libros y jugar al ajedrez.

A comienzos del siglo XVII se abrieron los primeros Cafés en Londres*. Se les conocía como Coffeehouses y se caracterizaron por ser lugares donde se podía opinar libre y públicamente sobre política, arte y literatura.

Así mismo, se podía discutir sin atender a diferencias de clase: en una misma mesa se podían sentar y conversar entre sí, comerciantes, caballeros, nobles, artistas y escritores.

La primera alusión directa al carácter libre y democrático de estos lugares fueron las Reglas del Coffeehouse publicadas en 1674 por Paul Greenwood para su establecimiento:

La entrada es libre, caballeros, pero antes hagan el favor de leer atentamente estas nuestras normas:

Los caballeros y los comerciantes son todos bienvenidos y no ofenden tomando asiento a la misma mesa.

Que nadie busque sitio de preferencia, pues cada cual tomará asiento en la primera silla que encuentre; y nadie se levantará ante una persona de mayor rango para ofrecer el suyo.

Quien inicie una disputa pagará una ronda a todos los presentes.

Lo mismo vale para quien tenga la osadía de brindar con café a la salud de un amigo.

Se evitarán las discusiones en voz alta y no se tolerarán tristes amantes, pues de todo procurarán hablar animadamente, aunque no en exceso.

El debate y la conversación eran estimulados por una bebida que los europeos conocieron en la guerra contra los turcos y que se asimilaba a la cultura de la curiosidad: el café.

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