Lejos del equilibrio

La noción de lejos del equilibrio hace referencia a un estado altamente inestable, donde predomina la no linealidad y en el que los sistemas en vez de desaparecer o desintegrarse, se transforman y adaptan a esta nueva situación a través de su interacción con el entorno, lejos de la estabilidad y predictibilidad que proporciona un estado de equilibrio -que en el caso del arte podría ser el del determinismo cultural, la necesidad de categorizar, jerarquizar, institucionalizar.

La idea de hacer esta exposición surgió luego de reunirnos a lo largo de 1993 a conversar en torno a conceptos relacionados con la noción de red, uno de ellos era el de autoorganización, que se refiere a la forma como un sistema genera su propio orden estructural y modos de relacionarse con el medio que lo rodea, también era importante el concepto de transversalidad, entendido como posibilidad de diálogo en torno a un tema desde varias disciplinas o modos de entender la realidad.

El diseño y montaje de la exposición fue un trabajo colaborativo de Jaime Iregui con Carlos Salas, Fernando Uhía,  Eduardo Pradilla, Danilo Dueñas y Víctor Laignelet. Participaron cerca de 50 artistas y sus obras se dispusieron en una pared al fondo de la galería, frente a la cual había una banca que invitaba al observador a sentarse y establecer una relación con las obras sin estar intermediado por textos críticos y/o didácticos.

Las obras no contaron con ficha técnica para evitar mediaciones relacionadas con el nombre del artista (autoría) y propiciar una relación más directa con el público. Había en otra sala un pequeño mapa del montaje con los nombres de los artistas para aquellos interesados en ubicar la obra por su autor. Las otras salas se dejaron vacías y pintamos cada una de un color distinto.

Texto de Lejos del Equilibrio > aquí

 

Conversaciones Tándem

Durante la muestra se creo un espacio de discusión con el nombre de Conversaciones Tándem. Se realizaron dos veces a la semana durante el tiempo que duró la exposición. En estas conversaciones diferentes artistas de la muestra hablaban sobre su trabajo y su visión del contexto local.

Organizamos cada semana una sesión de conversaciones con la idea de que algunos de los participantes hablaran sobre su obra. Esto con el propósito de que escuchara la voz del artista sin la mediación de la crítica. La idea era reducir en la medida de lo posible la mediación institucional, de la crítica y propiciar espacios donde estas mediaciones surgieran de la misma práctica artística. Críticos como José Hernán Aguilar y Carolina Ponce de León tenían sus columnas en El Tiempo cada quince días. Y estaba muy bien la crítica tuviese ese grado de actividad y visibilidad. Lo que nos importaba no era tanto ir en contra de la crítica y las instituciones, era abrir otros espacios.

Revista Tándem (1995-1997)

Se publicaron tres números. El primero recoge las conversaciones que tuvieron lugar en Lejos del equilibrio. La segunda, temas e ideas de la nueva abstracción de la muestra Transatlánica en el Museo Alejandro Otero de Caracas, una curaduría que puso a dialogar obras de artistas como Peter Halley y Jonathan Lasker, con propuestas de artistas de latinoamérica, entre ellos, Danilo Dueñas, Jaime Iregui y Carlos Salas. La idea de la revista fue presentar la voz del artista sin la mediación de la crítica y el discurso institucional.

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Una pared de nunca acabar

Por Ana María Lozano. El Tiempo, 23 de agosto de 1994.

Los artistas: Lejos del equilibrio no es una colección de superlativos, criterio bajo el cual se curan buena parte de las exposiciones. No está organizada con el interés de destacar estrellas o genialidades. En ella no se trata de escoger a los que más venden, o a los que más exponen. No pretende realizar juicios de valor o lanzar verdades , decir quiénes son los buenos, quiénes son los malos o quiénes son los nuevos.

La exposición pretende apartarse de ese tipo de estructuras duras y unidireccionales, escapar de categorías y jerarquías que en realidad son extrañas al arte mismo , asegura Jaime Iregui. La muestra une obras completamente diversas y heterogéneas; puesto que heterogéneo y diverso es el panorama del arte, como heterogénea es la realidad .

Lejos del equilibrio es la visualización de un fragmento de esa realidad, donde las diferentes opciones existen sin jerarquías, simplemente son y coexisten, interrelacionándose con las demás opciones.

En esa medida, los artistas que se encuentran exhibiendo podrían ser otros, o podrían ser muchos más, el número sería infinito. El límite es simplemente una cuestión de espacio físico.

La exposición podría imaginarse como una pared infinita de la cual se está observando tan solo un fragmento.

La que firma: Entrar a la Sextante y encontrarse con las salas desiertas, las paredes pintadas con colores rotundos. La mirada sorprendida busca con curiosidad el lugar donde se encuentran exhibidas las obras de los cuarenta y pico artistas anunciados en la invitación. Pasar las dos primeras salas solitarias y ver las obras allá, en la pared rectangular del fondo.

Colgadas codo a codo, obras de pequeño formato; indicios de achiote, un hombre que corre, grafismos y colores tierras, un tiburón impecable, un juego de cuadrados estrictos.

Trabajos muy diversos colgados unos junto a otros, sin medir la distancia ceremoniosa de las obras vestidas con la gala de toda exhibición. El ojo no encuentra etiquetas ni fichas técnicas que le recuerden las diferentes individualidades, o le expliquen las técnicas en que fueron realizadas las obras. Así, pasada la primera sorpresa, después de hacer una lectura panorámica, se comienzan a establecer otro tipo de lecturas y relaciones.

Asociar las obras por ejemplo, por cercanía física, por distancia, por color o por oposiciones. Leer las obras a través de una diagonal o a través de un zig zag. Juego en el que el espectador tiene la posibilidad de ser más activo proponiéndose su propia red de lecturas, siendo estas tan diversas como diverso sea el ojo que las observe.

Lejos del equilibrio es una exposición ideada, curada y colgada por artistas; de esa manera, plantean la posibilidad de dirigirse al público más directamente, sin el elemento mediador que significan el curador, el crítico, el marchand. Las obras, autosuficientes y autosignificantes, logran en alguna medida liberarse del autor, que queda en la esquina, agazapado mientras el espectador acaba de terminarlas.

Los que miran: Magda Briceño Estudiante de arte En la exposición no hay nada preestablecido, no hay límites visuales.

… la exposición propone diferentes lecturas, diferentes sensaciones.

a uno dejan de importarle los nombres, le importa la comunicación que se crea con la obra .

Javier Gil Crítico de arte Es muy interesante el que los artistas intervengan en las circunstancias que rodean y marcan la experiencia estética: recepción de la obra, lugar y condiciones de exhibición.

Es valiosa la posibilidad de que los artistas se tomen espacios, hablen directamente al público, sin la intervención del mediador cultural. Que no solo actúen sobre la recepción de las obras, como curadores, sino que tomen el papel de voceros de estas.

Es interesante el planteamiento del juego de ecos, de reflejos, de posibles flujos indeterminados que no conducen al espectador hacia una lectura prefijada sino que lo dejan un poco abierto, dándole movilidad .