La violencia en Colombia según Botero

Videoguía de Natalia Springer por la exposición de Fernando Botero en el Museo de Arte de la Universidad Tadeo Lozano. La muestra, que arriba a Colombia procedente de México, estará en el Museo a partir del 5 de noviembre y hasta el 27 del mismo mes. Aunque parte de la colección ha recorrido Colombia, Brasil, Argentina, Panamá, Perú, Ecuador, México y varios países de Europa, será la primera vez que la muestra incluya la colección privada del artista antioqueño y pueda apreciarse en su totalidad en la capital del país y en una institución de educación superior.

Videoguía de Natalia Springer por la exposición de Fernando Botero en el Museo de Artes Visuales de la Universidad Tadeo Lozano.

La muestra, que arriba a Colombia procedente de México, estará en el Museo a partir del 5 de noviembre y hasta el 27 del mismo mes. Aunque parte de la colección ha recorrido Colombia, Brasil, Argentina, Panamá, Perú, Ecuador, México y varios países de Europa, será la primera vez que la muestra incluya la colección privada del artista antioqueño y pueda apreciarse en su totalidad en la capital del país y en una institución de educación superior.

“Violencia en Colombia” representa las décadas de conflicto que ha vivido Colombia y consta de 67 obras, compuesta por 42 dibujos y 25 óleos que Fernando Botero cedió al Museo Nacional de Colombia en el año 2004, para que fuera una obra itinerante.

Pinturas como Carro bomba (1999), El desfile (2000), Tristeza (2002), Mujer llorando (2002) y Hombre cayendo (2002) son algunas de las obras que podrán apreciar los tadeístas y bogotanos, totalmente gratis,  donde se refleja la necesidad del escultor y pintor colombiano por no querer vivir de espaldas a la realidad nacional.

Tal como lo mencionó  en marzo pasado, cuando presentó parte de este trabajo en la Pinacoteca Diego Rivera de la ciudad de Xalapa, México, para Fernando Botero “es otra sensación. El mismo hecho de proponerme, como artista, encontrar una imagen simbólica que refleje el gran drama de Colombia, significa un estado mental que no es grato, sino doloroso”.

La obra llega a la Tadeo en el marco de las Jornadas Tadeístas en Derecho y Relaciones Internacionales, lideradas por la Decana de la Facultad de Relaciones Internacionales y Ciencias Jurídicas y Políticas, Natalia Springuer, quien destaca que la llegada de la muestra es “un gesto personal del maestro Botero hacia nuestra Universidad, así como un reconocimiento hacia el espíritu humanista de la Tadeo”.

Descargue la programación de las Conferencias que organiza el Departamento de Humanidades, en el siguiente enlace.

boterotadeo

2 comentarios

Pareciera que la grandilocuencia del relato de la Decana Springer propusiera un «diálogo» unicamente con el artista, con sus trazos y con sus litros y litros (kilos) de exacerbante pintura adiposa plasmada en sus lienzos. Cómo puede alguien describir tan friamente décadas y décadas de tragedia, dolor y muerte, sin detenerse un momento a escucharse ese discurso insensible pre-elaborado para su video-guía? Estas obras «no tienen contextualización alguna»? Para estar contextualizadas será que es necesario poner al lado «La Violencia en Colombia» de Orlando Fals Borda versión para Dummies haber si así nos contextualizamos?: «Fíjate que aquí tenemos Masacre en Colombia, y en esta zona encuentras las distintas formas de matar y de la muerte, de cómo se expresa la muerte aquí en el caso de las masacres, ésta se llama: Masacre en la Ciénaga…» (no cito más porque me da escalofríos tener que oír varias veces lo mismo para no equivocarme en repetir lo dicho por la Denaca). Lo aterrador no es la tranquilidad con la que el asesino degolla a su víctima, sino la frialdad con la que cuenta su recorrido, «la tragedia hace parte del paisaje y es algo que esperamos»… ella será de las pocas que esperan la tragedia del otro para sacarle provecho y ufanarse de tener una exposición al respecto; «las mujeres vencidas, de rodillas, gritando, pobres, violadas, que pierden a sus hijos… que son las mujeres Colombianas» Hágame el favor, la mona vestida de seda describiendo el privilegiado exotismo del que somos víctimas… da que pensar.