La esfera documentada

Gracias al Mundial de fútbol, ahora tenemos el mapa de Alemania un poco fresco en la memoria. Por ello quizá resulte fácil situarnos en la pequeña ciudad de Kassel, con no más de doscientos mil habitantes, bordeando el río Fulda. Queda entre Frankfurt (donde Inglaterra le ganó a Paraguay 1 a 0) y Hannover (donde Italia le ganó a Ghana 2 a 0). Allí mismo, hace unos cincuenta años, empezó el “renacer” de una ciudad que luego de la Segunda Guerra Mundial fue arrasada por los Aliados con más de 1.800 toneladas de bombas incendiarias. Una de las únicas edificaciones que se reconstruyó siguiendo los planos originales fue el Museo Fridericianum, un lugar que acoge un evento de arte de enormes proporciones tanto en su impacto artístico-mundial, como en sus propósitos políticos.

La Documenta se realiza cada cuatro o cinco años en Kassel y se le considera como el lugar en donde se ve reflejado el orden del arte a nivel mundial (¿occidental?), en cuanto a obra, artistas y pensamiento sobre el arte contemporáneo. Si se pudiera definir este evento en categorías del arte mundial, podríamos decir que es el segundo bastión moderno más importante en Alemania desde aquella gran edificación político-artística que fue la Bauhaus. Por la exhibición han desfilado grandes personalidades: Harald Szeeman, Catherine David, Pablo Picasso, Otto Dix, Joseph Beuys y Jeff Wall pueden ser apenas un abrebocas de la enorme cantidad de ejemplos que aquí se pudieran citar.Por todo ello es de suma importancia que a la presente Documenta hayan invitado a Esfera Pública, un sitio de internet colombiano cuyo fin ha sido el de promover la discusión en torno a problemáticas que atañen al mundo del arte. Esfera Pública se ha convertido en un sitio de internet donde circulan a diario preguntas y debates sobre el acontecer artístico nacional. No ha sido un trabajo de un día ni de unas cuantas semanas: se trata de un espacio que se ha ido formando poco a poco durante siete años y que busca crear un ambiente de continuas confrontaciones entre distintas personas del medio. A lo largo de todos estos años, Esfera Pública ha sabido mantener la temperatura en discusiones sobre aspectos inquietantes con respecto a políticas culturales; la crítica en Colombia y en el mundo; lo público de los espacios museales y a tantas otras áreas que inciden en la divulgación, investigación y creación del arte en nuestro país. Muchas personas han encontrado en este espacio un lugar para escribir. Otras tantas han visto que sus quejas y reclamos al menos son tenidos en cuenta para una discusión.

La invitación, según Jaime Iregui, moderador de la página, obedeció a que alguien en internet se interesó en el nivel de las discusiones –que incluyen participantes de Europa, Estados Unidos y Colombia– y decidió que el sitio fuera una de las páginas en las cuales se hiciera el debate en torno a la Documenta. Es decir que se trata de una invitación virtual, para publicar una especie de Revista de Revistas a finales de este año y, que a la postre, será un buen inicio de la fase final que tendrá lugar en Kassel en junio del año entrante. Muy pronto se iniciará en este sitio, así como en otros magazines, revistas especializadas e igualmente sitios de internet alrededor del mundo entero, una discusión sobre planteamientos culturales que atañen a nuestro presente en un mundo que busca a toda costa imponer una idea muy precisa sobre la “globalización”.

Mi primera inquietud es si se considera realmente necesario participar en un juego que a todas luces viene generado desde una perspectiva política, que busca regir los órdenes del arte a nivel mundial. Me pregunto si la Documenta es “políticamente correcta”, y salió del paso al elegir como su curador al alemán Roger M. Buergel, quien ha realizado exposiciones interesantes en Europa y ha tomado riesgos en la mirada abierta que da a sus exposiciones, alegando el principio de la especulación y de lo inesperado como parangón de una nueva manera de ejercer una curaduría. Y me lo pregunto pues es preciso recordar que el curador anterior, el africano Okwui Enwezor, confrontó el evento cambiándole la estructura y armando una serie de plataformas a nivel internacional que lograron iniciar un proceso de descentralización de la Documenta. Lo lógico, de ser consecuente con este movimiento iniciado por Enwesor, es buscar en las siguientes Documenta una apertura que diluya las muy gastadas jerarquías piramidales. No es sino ver el Mundial de fútbol, que a pesar de su eje modernista tiene, desde hace casi un siglo, una mirada más universal y más descentralizada cuando permitió que el campeonato se turnara entre Europa, América y Asia. Ahora seguiremos, según lo que se ve acordado en lo poco que sabemos de la nueva Documenta, recorriendo las calles de Kassel y transitando en su memoria la época romana, las bombas de la guerra y el renacer modernista al que tanto apego parece tenerle, volviendo a sus principios básicos.

 

Andrés Gaitán*

*publicado en Semana, 16 de julio de 2006.