La empericada de Tania Bruguera

Algunos extranjeros probaron el polvo nefando e inocente. Si hubiera una causalidad entre coca y violencia, faltó que Bruguera asumiera su propia culpa en lugar de echarle la culpa a los demás de la violencia en Colombia.

Después de una incómoda y larga hora de espera, de padecer una organización caótica y desconsiderada con los ciudadanos y ciudadanos que acudimos al Encuentro de Perfomance en la Universidad Nacional el día de hoy, se dio inició a la acción plástica de Tania Bruguera.

Organizó un panel con algunas de las víctimas del conflicto colombiano, tema aburrido para nosotros por lo repetitivo cuando se aborda de manera superficial o con base en clisés. Es el caso de Bruguera que cree que la coca es la causa de todos nuestros males: la tesis del imperio, la justificación para la invasión militar extranjera.

Terminada la primera intervención, una asistente de la artista comenzó a hacer circular un recipiente redondo con líneas de coca para aspirar. Se les ofreció una liniesita de polvo blanco de la mejor calidad a todos los asistentes a la rotonda del segundo piso del edificio de Bellas Artes, mientras se daban algunos testimonios de guerra. La calidad era excelente porque algunos aceptaron la generosidad de la artista y repitieron. Más de uno de los asistentes se echaron su pasecito.

Muy poca imaginación. Bruguera descubre el agua tibia y cree que ha realizado el más grande descubrimiento de termodinámica. Seguro que su interés es provocar. No lo logró. Trivial abordar temáticas tan complejas de manera desinformada. Bruguera está lejos de conocer los problemas que acota. Sabe que el oportunismo da sus réditos

Algunos extranjeros probaron este polvo nefando e inocente. Si hubiera una causalidad entre coca y violencia, faltó que Bruguera asumiera su propia culpa en lugar de echarle la culpa a los demás de la violencia en Colombia.

Mañana en la noche, 27 de agosto,  en la Aduanilla de Paiba, antiguo Matadero Distrital, sólo tendremos la imaginación como acicate. Carrera 32 con calle 12.

Jorge Peñuela

5 comentarios

Jorge, luego de leer el texto de Ricardo y Maria esperaba más imaginación de parte tuya. Si la empericada fue jarta tu texto no es menos.

Estuve ahí y no ví nada….ni siquiera la coca…me parecía tan absurdo todo el preámbulo para la entrada y la imposibilidad de ver nada, una vez en la segunda aplanta, con unas estupideces sobre héroes o algo así que escuchaba….que me salí decidida a llorar porque el arte del performance en vez de acercar al público, en este caso se está convirtiendo en otra barrera enorme….qué divas ni qué diosas….y solo unos minutos antes, durante la excelente obra del grupo colombiano Danza Común, la gente se salía para ver a los extranjeros, perdiéndose el conflicto representado en carne y hueso por esos jóvenes! que venga Chavez a cogerse a Colombia y los gringos encima a defendernos a ver si dejamos de adorar a los extranjeros y despreciar nuestro propio arte! por eso es que la gente del común prefiere ver la tele….con divas de verdad….a dormir, a llorar….a seguir armando el escándalo entre artistas que solo le importan a los mismos artistas y así Tania termina por proclamar que pasó todo lo que ella quería que pasara….que va!

Leyendo los comentarios sobre la artista Tania Brugrera, y su irrupción a un escenario neutral de dialogo de saberes, encuentro de culturas como lo es la Nacional, de una manera tan ramplona como lo fue utilizar la cocaína, como elemento de choque ya sea por las implicaciones morales que acarrea que lo vean publicamnete metiendose un pase de cocaína. Pero creo que el punto de discución no es la polémica de hacerlo ni los puntos de vista moralistas, si no el asunto es el componente ético. Sinceramente nunca he confesado por escrito que deje de meterme esos pacesitos inocentes, cuando me di cuanta que con ello apoyaba todo lo que repudiaba en mis conversaciones-reflexiones con mis compañeros de carrera, amigos, familiares y etc., y era la guerra, la corrupción, la mentira y todo lo que conlleva la sangre de la cocaína. La destrucción de la hoja sagrada de paralos pueblos indigenas de la Sierra Nevada, la estigmatización a las cultruas ancestrales de los Andes, la Llamada guerra mediatica «La mata que mata«. Todo se justificaba con ese preciso acto.

Yo respeto todas las intervenciones que desde el cuerpo y el espiritu se realicen pero lo que no tolero es el amarillismo y la incosencuencia.

El final del video dice todo sobre la inconsecuencia. Aparte de traer a la Bruguera, Nelson Vergara el actual director de la decadente carrera de artes plásticas de la Universaidad Nacional (de gafas hablandole a la cámara y contestándole a un estudiante que pide que saquen a los que trajeron la droga, cuando él mismo hace parder del «entourage» de Tania Bruguera), justificando la muerte de nuestros otros compañeros de la escuela de arte y de la universidad nacional en general. Creo que como director de escuela esto deja de tornarse en una simple «cuestión personal». Personaje macabro que lleva por el desbarrancadero a otra escuela de la Universidad Nacional. Ya lo conocemos, sus proyectos amiguistas desangrantes del herario público y las estudiantes, sobre todo.