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El 1er Reporte Decenal de Actividades, exposición de Esteban Rivera en MIAMI se formula en términos tan gruesos como el parágrafo 4 de la fundación de la OMC: ¿cómo hace uso el arte del repertorio visual que se produce por-la/en-la sociedad corporativizada? En breve: ¿cómo se articula el par conceptual arte y mercadotecnia? Más en breve, ¿qué es lo único que nos pertenece.

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Esteban Rivera. 3 Taxis (¿Cómo cruzar la calle?), 2009. Video. MIAMI, 22- 31 de mayo. Para asistir pida una cita en el tel: 812 0295. Bogotá. Más información: http://www.estebanrivera.com. 

La Organización Mundial de Comercio nació el 1 de enero de 1995 en Montevideo. El paradigma de la liberalización incluía un artículo, el IV, con un parágrafo, el 4 (“Cada miembro acatará sus leyes, regulaciones y procedimientos administrativos con sus obligaciones, según lo dispuesto en los Acuerdos anexos.”) Al respecto el economista David Korten, aclara:

“Los Acuerdos anexos incluyen todos los acuerdos multilaterales esenciales relativos al comercio de bienes y servicios y derechos de propiedad intelectual. Una vez que los órganos legislativos del mundo ratifican estos acuerdos, cualquier país miembro puede cuestionar, por intermedio de la OMC, cualquier ley de otro país miembro que a su juicio lo prive de los beneficios esperados en razón de las  nuevas reglas de comercio. Esto incluye virtualmente cualquier ley que requiera que los bienes importados cumplan las normas locales o nacionales de salud, seguridad, empleo o medio ambiente que excedan las normas internacionales aceptadas por la OMC.”

Pues sí, es molesto comprobar que además de no poseer mi dinero, saber que mis aspiraciones son falsas, mi hambre es ilegítima, mi salud no me pertenece y mi muerte sea ajena, tampoco tendré seguridad de que lo que gaste deseando comer alguna cosa que me enfermará hasta morir, no apoye algún monopolio que realice prácticas jurídicas ilegales en el país donde vivo.

El 1er Reporte Decenal de Actividades, exposición  de Esteban Rivera en MIAMI se formula en términos tan gruesos como el parágrafo 4 de la fundación de la OMC: ¿cómo hace uso el arte del repertorio visual que se produce por-la/en-la sociedad corporativizada? En breve: ¿cómo se articula el par conceptual arte y mercadotecnia? Más en breve, ¿qué es lo único que nos pertenece.

Gabriel Mejía Abad lo dice mejor en el texto de presentación de la muestra: “es un cruce transversal por los metarrelatos que sostienen todo el andamiaje, como el de la velocidad y la eficiencia, el tiempo productivo y la acumulación”. Max Weber & John Keynes.

Aunque esta propuesta vaya por el lado del análisis de la sujeción que promocionan las organizaciones empresariales, supera la mirada hacia los mecanismos éticos de su aparato. Weber & Keynes, sobreactuados hasta la fatiga: por una parte, plantea hipótesis que todo administrador de empresas adaptaría gustoso para mejorar el rendimiento de su empresa (basta pensar en la utilidad que tendría hacer una serie de videos en un solo día, donde se documenten acciones como cruzar una calle pasando de taxi en taxi, etc.); de otra, muestra la contraparte nociva de la ética corporativista (nunca está de más decir que todas las empresas son infinitamente más asquerosas que la retórica (con) que (se) venden).

De hecho, su obra pide, por favor, un paso al lado. Versión doméstica de la resistencia de brazos cruzados. Weber & Keynes & Bartleby, con dos días de resaca. No haciéndose los pendejos, simplemente sintiéndose mal por lo que han hecho y planeando cómo quejarse sin que los boten del trabajo. Impotencia y observación. Pequeñas acciones y el eterno riesgo de la cooptación. Cuando una obra de esas se venda deberá incluir en el precio un seguro contra señalamientos éticos. Quizá por ahí algo de la especulación le quede al artista.

Pero, puede que esa obra señale algo que quizá sea mejor no decir. Que hasta ahora usted, apreciada persona que lee, no haya encontrado nada productivo en este texto. Si desea saber qué sucede, aproveche y visite la muestra. Tómese, por favor, el trabajo de hacer una llamada para reservar una cita (el teléfono está en el pie de foto, ¡lea, por favor!) y ver el montaje. Trabaje, por favor, mientras pierde su tiempo. Recuerde, por favor, que viene octubre y habrá tanto arte de todo nivel que no habrá visto nada. Malas caras, quizá.

 

–Guillermo Vanegas