Este Año Que Ya Pasó… (2)

Habeas Corpus, fue una exposición increíble. Me gustó esa mezcla entre ilustraciones y piezas médicas, pinturas neogranadinas y contemporáneas. Creo que hubo muchas exposiciones este año en donde pareciera que se entrara a una tienda de decoración. Si no era así, había grandes pretensiones conceptuales…

Catalina Vaughan: ¿qué piensas de los resúmenes del año?

Lorena Espitia: creo que es una buena de hacer un balance, también de hacer memoria. A veces la gente se acuerda de las exposiciones durante el mes que han sido exhibidas y luego las olvida.

Catalina Vaughan: ¿qué eventos o exposiciones quedan en tu memoria de lo sucedido en el 2010?

Lorena Espitia: Habeas Corpus, fue una exposición increíble. Me gustó esa mezcla entre ilustraciones y piezas médicas, pinturas neogranadinas y contemporáneas.

Catalina Vaughan: ¿qué otras exposiciones recuerdas?

Lorena Espitia: la que hizo Kevin Mancera sobre el fracaso. Por otra parte, creo que hubo muchas exposiciones este año en donde pareciera que se entrara a una tienda de decoración. Si no era así, había grandes pretensiones conceptuales.

Catalina Vaughan: ¿se trata de exposiciones institucionales o de galerías?

Lorena Espitia: de galerías.

Catalina Vaughan: ¿será que se han vuelto como boutiques?

Lorena Espitia: eso mismo. Me he vuelto mes escéptica con las galerías.

Catalina Vaughan: ¿cuales se salvan de caer en esa tendencia?

Lorena Espitia: Valenzuela y Klenner es un poco mas arriesgada. Y Casas Riegner.

Catalina Vaughan: ¿y cuales exposiciones te parecieron las más arriesgadas de estos espacios?

Lorena Espitia: la de Edwin Sánchez en Valenzuela. El trabajo de Edwin no es algo que quieras ver adornando tu sala. Es muy sincero, también muy descarado.

Catalina Vaughan: de acuerdo, tenía incluso posibles implicaciones judiciales…

Lorena Espitia: si, arriesgarse a conseguir un arma por ahí.

Catalina Vaughan: ¿qué escultura de Edwin tendrías en tu casa?

Lorena Espitia: la del corte florero, es la del torso abierto con las piernas y brazos incrustados.

Catalina Vaughan: ¿como te fue con tu exposición de arte político decorativo?

Lorena Espitia: me sentí bien, creo que era algo que tenía que decir. Aunque a algunas personas no les haya gustado mucho el tema.

Catalina Vaughan: ¿por lo crítico?

Lorena Espitia: tal vez, estaban acostumbrados a que mi trabajo hablara de otras cosas un poco mas inofensivas. Igual creo que esto lo sigue siendo.

Catalina Vaughan: ¿qué opciones ves para una obra como la tuya a nivel de espacios o coleccionismo?

Lorena Espitia: quiero mover mas mi trabajo por el lado de las residencias o de las becas, haciendo mas proyectos. Creo que eso me daría un poco mas de libertad en la forma como quiero manejar mi trabajo haciendo cosas distintas a la pintura. Quiero darle otro espacio a mi trabajo, darme también la oportunidad de trabajar otros medios, sin dejar la pintura claro.

Hay algo que acá me molesta respecto a la idea de pintura y es que creen que es una pieza decorativa mas que otra cosa no creen que haya un proceso intelectual o algo ahí. Creo que la pintura se ha quedado en la superficie. La gente cree que la pintura es mas que nada decoración. Creo que no tengo mucho espacio aquí. Sencillamente quiero hacer otras cosas. Ser un poco arriesgada y acá es difícil serlo. Los coleccionistas compran nombres y no obras, los galeristas también.

Catalina Vaughan: en resumen, la opción es darle gusto al cliente o irse del país…

Lorena Espitia: es cierto, y no quiero darle gusto al cliente, al curador, al galerista.