Espacio Vacío: Estado de las Cosas

Cuando Espacio Vacío abrió sus puertas al público a comienzos de 1997, lo hizo sin manifiestos excluyentes, apologías a estilos o tendencias, ni ideas preconcebidas acerca de lo que «debía» acontecer en el Espacio. Con el paso del tiempo Espacio Vacío se define claramente como orgánico, abierto, en constante construcción, y que parte de la confianza hacía la actividad artística, el debate de las ideas y su influencia en el medio sociocultural. La confianza ha sido un elemento fundamental en cada una de las actividades del Espacio: ha permitido su construcción física y teórica, el abrirlo al público sin una programación predeterminada y con unas reglas de juego que han privilegiado la autonomía del artista al hora de concebir su propuesta, formalizarla en el Espacio y presentarla al público. En este sentido cada evento ha generado sus propias expectativas, así como metas alcanzadas y por alcanzar: unos han fluido con gracia e intensidad, otros trascendieron este medio llegando a personas de otras disciplinas, ámbitos académicos, vecinos del Espacio y público en general; se dieron también los que han tenido un proceso más lento de recepción y los que simplemente no lograron despertar el interés deseado.

Sede de «Espacio Vacío» Barrio Chapinero, Bogotá.

Cuando Espacio Vacío abrió sus puertas al público a comienzos de 1997, lo hizo sin manifiestos excluyentes, apologías a estilos o tendencias, ni ideas preconcebidas acerca de lo que «debía» acontecer en el Espacio.

Con el paso del tiempo Espacio Vacío se define claramente como orgánico, abierto, en constante construcción, y que parte de la confianza hacía la actividad artística, el debate de las ideas y su influencia en el medio sociocultural.

La confianza ha sido un elemento fundamental en cada una de las actividades del Espacio: ha permitido su construcción física y teórica, el abrirlo al público sin una programación predeterminada y con unas reglas de juego que han privilegiado la autonomía del artista al hora de concebir su propuesta, formalizarla en el Espacio y presentarla al público.

En este sentido cada evento ha generado sus propias expectativas, así como metas alcanzadas y por alcanzar: unos han fluido con gracia e intensidad, otros trascendieron este medio llegando a personas de otras disciplinas, ámbitos académicos, vecinos del Espacio y público en general; se dieron también los que han tenido un proceso más lento de recepción y los que simplemente no lograron despertar el interés deseado.

Algunos de los proyectos realizados en Espacio Vacío: Psy Room de Gianni Motti, El Circo de las Pulgas de María Fernanda Cardoso, Ejercicios de Calentamiento de Rafael Ortiz, Coloring Book de Franklin Aguirre, Envíos de Juan Fernando Herrán, Indecente. Reflexiones sobre el lugar de la belleza de Danilo Dueñas, Jaime Iregui y Carlos Salas, Resurrecciones de Rosario López, Bonito de Andrés Fresneda, Dibujos de Lucas Ospina, Construcciones de Luz Marina Tréllez, La mirada Expuesta proyecto de investigación de Rolf Abderhalden, Trixi Allina y Clemencia Echeverri, profesores de la Universidad Nacional.

El año 2000 se abre con «El Estado de las Cosas» (Felipe Barragán, Carolina Convers, Mariana Dicker, María Elvira Escallón, Alejandro Mancera, Rafael Ortíz, Juan Andrés Posada, Camilo Turbay, Fernando Uhía) exposición que se plantea como una mirada a procesos pictóricos que tienen su origen en territorios diversos (lo conceptual, el diseño, la representación), y en los que se recurre en mayor o menor grado a elementos abstractos (retículas, formas geométricas, aspectos históricos, disposición en el espacio arquitectónico, etc.) como estrategia para construir modelos de realidad que, en el caso de esta muestra, se plantean como preguntas en torno al estado de la abstracción.

Aunque se han recorrido un conjunto de trayectos que han generado sus propios marcos referenciales -tanto por la autonomía con que llos artistas han desarrollado sus proyectos, como por las posibilidades que ha despertado un Espacio que se define con cada evento que tiene lugar en él- es claro que quedan aún muchos por construir y recorrer, como lo son el darle al Espacio una carácter investigativo y editorial en el que jueguen un papel no sólo las artes sino otras disciplinas.

«Burladero», Alejandro Mancera, 1999, (izq) / «Sin Titulo» Carolina Convers, 1999; yFernando Uhía (fondo) 1993.

Hace ya largo tiempo que la abstracción dejo de ser un continente cuyos habitantes buscaban develar la estructura interna del mundo como un primer paso para la construcción de una sociedad ideal, armónica y en constante evolución.

Poco a poco las búsquedas se han diversificado y el continente se ha ido transformando en un inmenso archipiélago en cuyas islas se cultivan y crecen diferentes formas de entender la realidad a través de la abstracción.

En unas, la realidad se percibe como un conjunto de sucesos altamente inestables y difíciles de determinar; en otras, se define periódicamente por consensos o tendencias y, finalmente, están las que insisten en la búsqueda de principios fundamentales como única vía para un conocimiento absoluto del mundo.

Todas coexisten en una relativa armonía, sin mayores enfrentamientos, y cada una de ellas

Hay que destacar que esta autonomía no implica que las islas se encuentren incomunicadas, al contrario, intercambian información constantemente sin que esto altere su organización. La invitación es a realizar un recorrido por una serie de islas situadas en uno de los extremos de este archipiélago, donde se habla un extraño lenguaje que tiene su origen en territorios diversos (lo conceptual, el diseño, la representación), y en el que se recurre en mayor o menor grado a elementos abstractos (retículas, formas geométricas, aspectos históricos, disposición en el espacio arquitectónico, etc.) como estrategia para construir modelos de realidad que, en el caso de esta muestra, se plantean como preguntas en torno al estado de la abstracción.

Artistas participantes: Felipe Barragán, Carolina Convers, Mariana Dicker, María Elvira Escallón, Jurek Kuklinski, Alejandro Mancera, Rafael Ortíz, Juan Andrés Posada, Camilo Turbay, Fernando Uhía.