notas a vuelapluma de Fernando Castro Flórez. Cuadernos de campo de un crítico de arte
«por la tarde hicimos el último «conversatorio» *. Creo que hemos batido el record mundial de conferencias, mesas redondas y otras zarandajas. Nos invitaban a una universidad, literalmente, bunkerizada: Universidad de Los Andes. Todo muy moderno. Para mi sorpresa, pusieron como preámbulo un video sacado de youtube en el que aparecen Santiago Amón, Trapiello, Marchán Fiz y otro que no he podido reconocer entrevistados por Paloma Chamorro. Fuman y tienen poses de estar más allá del bien y del mal. Comienza mi admirado Amón divagando sobre la etimología de crítica y luego Trapiello que es un tipo al que no soporto se opone de la forma más burda posible. Simón intenta poner las cosas en su sitio sin gran éxito. Todo tiene un aire anacrónico: en Bogotá, cansados hasta límites indecibles, escuchando a unos «espectros». Me dedicó, lo he contado algunas veces, a dar conferencias e incluso diría al arte porque de pequeño vi en mi pueblo a Santiago Amón dar una conferencia surreal y poderosísima sobre El Guernica. Resulta que Laura Revuelta también tuvo esa misma experiencia en aquellos años lejanos. El retorno fantasmal de Amón y la sensación humorística que para los bogotanos tenían esas imágenes me hizo pensar en la importancia del contexto. Estábamos super-desubicados. Tras tres días hablando de crítica de arte comprobamos que lo más oportuno es ejercerla y no «teorizarla». Hemos escuchado una letanía inmensa: la crítica ha desaparecido, no interesa a nadie, es hermética, tendría que disolverse en internet, etc. etc. Me parecía como si estuviera escuchando a Rodolfo Chikiliquatre cantando su tema furibundo. ¿Qué placer encuentran los académicos e incluso los críticos en exhibir su cansancio o en asumir la pose del enterrador? La crítica no ha desaparecido, al contrario, es omnipresente y además su ejercicio es urgente. Todos aquellos que piensan que está superada ¿por qué siguen escribiendo? El tono apocalíptico es cosa del pasado. Creo que tenemos que reivindicar la potencia del pensamiento crítico frente al tsunami de una práctica curatorial acrítica.»
en http://fernandocastroflorez.blogspot.com/
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“La poca [crítica] que hay no comunica”
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