el humor en Los Rebeldes del Sur: ¿trampa de la representación?

Sophie Calle “Take care of yourself” Venice Biennial 2007

El video por su inherente cualidad reproductiva y reproducible, parece (contrario a lo que ocurre con la pintura, por ejemplo) repetir, propagar, divulgar, promocionar, el mensaje que, como es el caso en el video de Wilson Díaz, pretende él mismo censurar o mejor, criticar. El artista critica, ironiza, dice algo, mientras dice todo lo contrario. Todo va bien hasta ahí, pero y después… ¿Por qué ocurre el desvío? ¿Por qué retiran las obras?

Pienso que otra obra podría ser la ausencia en la galería de la obra de Wilson Díaz. Asunto que me recuerda una instalación de la artista francesa Sophie Calle, en el Museo Whitney de Nueva York. Se trataba precisamente de unas pinturas en el museo que habían sido robadas. En el espacio de la galería Calle instaló los títulos de las obras y una breve descripción sobre la manera en que habían sido robadas y la forma cómo el vigilante las recordaba. En vez de la obra, la artista usa el texto para decir algo sobre la obra, ahora ausente. Es escritura. El significado de la obra se inscribe en su ausencia.

Aquello que descalifica cualquier discurso humanista y rompe, quiebra, la relación de poder entre lo lógico y lo ilógico, entre lo humano y lo inhumano, entro lo bueno y lo malo; eso, produce cierto vacío, cierto sinsabor, cierto desazón; entonces, solo entonces, deciden retirar la obra.

La pregunta es: ¿Por qué esperaron tanto para retirar los videos? ¿En qué momento ocurre el desvío?

“Es normal que censuren un video sobre la guerrilla, lo que no es normal es que hayan tardado tanto en hacerlo”. Escribe en esfera pública un comentarista desde Santa Rosa de Cabal quien como yo, no se extraña del retiro de las obras.

Los mensajes en video tienen esa particularidad, se propagan y re-crean mensajes donde no necesariamente, los hay. El mensaje guerrillero, el mensaje terrorista, es algo que no queremos propagar. A ningún nivel… pero el video tiene esa característica inherente y deviene mas real que lo real, propaga, repite, reproduce su contenido, aunque la intención del artista sea denunciar, o señalar la mezquindad como es, el caso de Wilson Díaz. La censura interrumpe.



Patricia Hearst asaltando el Hibernia

Recuerdo a una artista que presentó un trabajo en el espacio La Rebeca en Bogotá, hace unos años: una video-instalación compuesta por una serie de video-cassetes de VHS en fila, acumulados, repetidos, y una video-proyección sobre la pared. El video presentaba un “head shot” de la artista, quien repetía el discurso que emitió Patricia Hearst por Televisión a sus padres (la hija del millonario estadounidense que sufrió el síndrome de Estocolmo). La artista “puso en escena”, actuó, el testimonio de Hearst Repetía este discurso de memoria ante la cámara y el público la corregía, porque su memoria le fallaba. El video no pretendía ser creíble, no pretendía que el público creyera que ella era Hearst. De alguna forma era mecánico y sin sentido, como una “cabeza parlante”. La repetición incesante, el tono verde de la copia de la copia, el desgaste, daban al video cierta cualidad “real”, (propia del video) y al discurso, cierta vacuidad, inhumana.

¿La obra de Wilson Diaz está alterada, remezclada o, presenta una evidencia, y si así es, qué evidencia, qué revela, qué desenmascara que altera tanto a los oficiales del gobierno y los provoca?

María Posse

3 comentarios

pues que si…. que el video es algo raro y no se debe analizar lo mismo que una pintura. Miren lo que pasó con Erlin Salgado el afrocolombiano cartagenero que hizo una pelicula con su celular: los medios lo endiosaron porque su PELICULA: BANDOLEROS tuvo éxito en el mercado de la piratería y los agáchates de la ciudad, se vendía como pan caliente. va uno a ver la película y tiene cosas vbuenas como por lo veraz de algunas secuencias de persecusión por ejemplo. la gente la compraba por morbo para verla c sus amigos y ver sangre y balacera. el tipo logró entrar hasta la realidad de su comunidad y por ser negro y de ese barrio lo logró. pero erlin, nisiquiera ha ido a la universidad, eso significa algo? probablemente no. suerte para el, pues es una persona sencilla que se merece cosas buenas, un buen tipo. luego lo volví a ver en los salones de artistas en la guajira (soy estudiante de bellas artes) y el video que presentaron del rey rocha (los picós esos y la cutlrua de la champeta) es grotesco y vulgar, digamos, unos primeros planos de mujeres bailando reggaeton…es arte porque el curador decide que lo sea. el artista a veces ni sabe que lo es y a l curador le toca decirle. y el poco de artistas que quieren exponer y nadie les para bolas. que paradoja.

Un pequeño aporte, en el mes de febrero, se presentó en un espacio del centro Pompidou, una exposición titulada «Les Inquiets» (o The anxious en inglés), (cinco artistas bajo la presión de la guerra). En ella estaba un video Rabih Mroué, llamado (three poster 2003), que según el catálogo «el artista questiona la posibilidad de represenar un evento tan drámatico como el suicidio de un «martir», Basado en cassettes (VHS) de los años 80’s encontrados en las oficinas del partido comunista libanés, Mroué reconstruye el testimonio del martir. La visibilidad de esta reconstitución sucita numerosas preguntas a proposito de la transformación gradual de la ideología subyacente de los combatientes de izquierda convertidos islamistas y de los politicos que envían los martires a la muerte». ………….