el caso "natalia ávila" no es..

No, este caso no es un caso jurídico, aunque desafortunadamente pueda tener una salida jurídica; no es un gesto heroico; tampoco es un complot como ha sido recientemente interpretado por la dirección del programa de Bellas Artes; no es una vendetta personal, aunque lastimosamente haya tocado el terreno de lo personal, no es un problema de calificación, un intento por avalar o legitimar un proyecto de grado; si ese fuera el fin, acudiría a otros escenarios.

El propósito de reunir, organizar y colgar en el blog unahistoriadedesamor.blogspot.com/ la información de este proceso de más de dos años y de ser puesto en discusión en este foro es servir de botón (el de la muestra – y el detonante), para evidenciar un problema estructural en el programa de Bellas Artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Las instituciones educativas presentan dificultades de diversa índole, y la Tadeo no podía ser la excepción; tratar de negarlo sería ingenuo e irresponsable, es ahí donde radica la importancia de mantener una posición crítica pero abierta al dialogo desde adentro de la institución .Sin embargo los problemas a los que me refiero deben ser señalados desde afuera de la academia porque hacerlo al interior es uno de los problemas; me refiero a la inexistencia de un espacio de mutua confianza para llevar a cabo cualquier discusión en términos académicos que implique una posición crítica hacia el programa de bellas artes. El asumir una posición activa en este sentido trae como consecuencia la rotulación de persona «no grata» y esto a su vez trae consigo todo el peso del «poder» que se maneja al interior del programa de bellas artes, es vox populi, en mi generación que vio de forma silenciosa y pasiva, la historia de las personas que tuvieron que salir de la facultad debido a las presiones que hacían insoportable su permanencia al interior de ésta o quienes decidieron irse por considerar éticamente incompatible su posición frente a los procesos pedagógicos con la forma de operar de la facultad o peor aún por ambas razones.

Lo anterior para la dirección e la facultad no es un secreto, existen cartas entregadas a la dirección del programa donde se exponen razones por las cuales miembros del cuerpo docente se han retirado de este. Lo funesto es que la dirección del programa persista en mantener la fachada gracias al proceso de «acreditación» del programa (del cual hice parte) y que debería ser examinado con lupa. La facultad se escuda en cifras como los 30 estudiantes que presentarán sus trabajos de grado en noviembre, eso si omitiendo que en los últimos DOS AÑOS se han graduado 6 personas de las dos primeras promociones de créditos – hecho que tiene que ver directamente con el «comprometido» proceso de dirección del programa por ofrecer condiciones dentro de un marco académico para desarrollar los proyectos de grado por parte de los estudiantes (en el blog se encuentran copias de los primeros «reglamentos» o «reflexiones en torno al proyecto de grado» expedidos por la facultad para el sistema de créditos).

Otro problema basal en el programa de artes de la Tadeo es la incapacidad de quien esta a la cabeza de «comprender» los procesos y necesidades de los estudiantes al interior de la academia lo cual es evidente en la absurda burocratización del programa. Y es fundamental saber que una facultad de artes no debe ser vista desde la misma perspectiva que una facultad de economía, administración o comunicación sino que implica de un grado de conocimiento y sensibilidad para articular la academia con procesos ligados al arte y esa creo que es una falencia manifiesta en esta facultad.

Curiosamente la única participación por parte de la universidad (a pesar que he enviado correos directamente al mail de la dirección del programa y rectoría invitándoles a participar en el foro) es a través de las » niñas bien vestidas de la Tadeo» quienes bajo ese seudónimo utilizan de forma sospechosa el tono, palabras y apreciaciones de una de las docentes del programa de bellas artes cuestionando y calificando o descalificando mi proyecto de grado (cuando repito, no es este el escenario), acusando a Victor Albarracín de aprovechar la situación para vendettas personales. Se cuestiona la perdida de tiempo «preguntándose por una cosa o la otra», pues creo que es un señalamiento gravísimo en la medida en que preguntarse permanentemente es una condición indispensable para mantener una posición crítica.

Un proyecto de grado no es simplemente un requisito para acceder a un titulo, para ser legitimado por una institución cosa que ha sido mencionada en varias oportunidades en esta discusión al referirse a mi proyecto; considero que mi proceso durante el mes de diciembre esta completamente articulado con lo que ha sido mi «desafortunada» relación estos dos años con el programa de bellas artes de la Tadeo, puedo decir sin temor a equivocarme que la posición de «niñas» de la Tadeo no dista en absoluto de la posición que ha asumido el programa de bellas artes: todo se resume al complot entre :»una alumna con un desafortunado proyecto de grado, un ex profesor de la Tadeo resentido y un estudiante representante académico «hipócrita» y que dice cosas sin fundamento» una suerte de «tres chiflados» , las relaciones de poder comenzaron a hacerse sentir de nuevo en la Tadeo a raíz de algunos comentarios que aparecen en esfera pública a este respecto; es diciente el hecho de no encontrar opiniones de los estudiantes que se asustan o se indignan por ser llamados dóciles e ingenuos pero que no tienen conocimiento de la historia de programa y se conforman un presente maquillado y un futuro incierto.

En resumidas cuentas habiendo señalado el problema que me interesa e invirtiendo la ecuación del programa en bellas artes digo: El problema no es el caso Natalia Avila, ni el odio de Victor Albarracín, mucho menos la «hipocresía» de Edwin Sánchez. Sería reconfortante escuchar las voces de aquellos que sin ser nombrados aparecen a lo largo de este texto

Natalia Avila

PD: Señorita, Señora o Señor Panzarowsky, la lectura de su cuento casi logra robarme una sonrisa, pero le confieso me arrancó mas de una lágrima, porque mi «desafortunado transito» por los pasillos de la Tadeo buscaba algo mas sencillo (si lee con cuidado la documentación de mi blog), se dará cuenta que la mayoría de mis peticiones solicitaban algo que es elemental en la academia y era tener la posibilidad de «dialogar, discutir, debatir, llegar a acuerdos» de tener un interlocutor y de ser considerada un interlocutor válido, cosa que nunca sucedió (salvo en las conversaciones con Manuel Santana); si revisa las respuestas de la universidad podrá apreciar que todas ellas son referencias a capítulos y artículos del reglamento (como si yo lo desconociera) y las oportunidades de hablar con la dirección del programa resultaron espejismos, porque finalmente me di cuenta que era imposible establecer un diálogo honesto con la dirección del programa ya que las palabras se las llevaba el viento.

Y dejémonos de cuentos Panzarowsky que la cita que usted extrae de una de las cartas enviadas a la facultad … «damos un plazo máximo de una semana para recibir la información que solicitamos junto con su respuesta a esta carta… y que califica de «amenazante» no lo es tanto, si se tiene en cuenta que desde esa fecha (29 de agosto del 2005) hacía un año y tres meses (Mayo del 2004), yo estaba solicitando una respuesta con respecto a las condiciones para desarrollar mi proyecto de grado (derecho mínimo) sin recibir una respuesta concreta y mas adelante sin recibir respuesta alguna; hecho que considero irrespetuoso y grave. Así que este cuento resulta ser puro «cuento chino» y en términos «reales» este caso ha sido llevado al limite de afectar mi salud emocional; se supone que las relaciones al interior de la «Academia» eran otra cosa ¿No?

1 comentario

El proceso legal entre la Universidad Tadeo Lozano y la estudiante Natalia Avila, fue fallado hace pocos días a favor de esta última, quien en las próximas semanas sustentará, despues de un largo proceso, su proyecto de grado ante dicha institución académica.