el blog como espacio crítico

Desde finales de la década pasada han venido tomando forma en Internet varios espacios editoriales de carácter independiente. Como lo anotaba en Las esferas de lo público, la mayor parte opera como magazines con un editor y un grupo de colaboradores -en el caso de latinoamérica están, entre otros, Ramona, Magazine in situ, Rizoma, Canal Contemporáneo, Arte y crítica.

Estos proyectos publican sus contenidos periódicamente y, otros, como es el caso de Arte-nuevo, siguen las dinámicas propias del blog, donde uno o varios autores publican sus textos en periodos de tiempo breves y flexibles.

Se trata de espacios que son visitados directamente por los lectores y no operan con la plataforma del foro electrónico -lista de correos- a modo de herramienta de distribución, como es el caso de nettime, empyre y [esferapública]. En todos ellos la discusión viene dada a partir de los textos que publican sus respectivos colaboradores.

Arte-nuevo se abrió en febrero de 2006 con el fin de propiciar un espacio de crítica e interlocución que diera cuenta de prácticas del arte contemporáneo en el Perú y la primera intervención corrió a cargo de su editor, Miguel López:

Primer post de un espacio que espero pueda servir como soporte alternativo para comentarios sobre artes visuales peruanas. Tanto textos, documentos, entrevistas, e incluso colaboraciones, serán el posible marco para discutir prácticas contemporáneas las cuales parecen aún no tener cabida suficiente en nuestro discurrir diario.

El título escogido de manera rápida y espontánea me remite primero que nada al extinto grupo de vanguardia por aquellos inhóspitos años Sesenta -tan olvidados- del arte peruano. Pero así también señala mi inquietud actual por ver y abordar las propuestas más recientes y generacionalmente renovadas que la escena en Lima pueda presentar.

Desde entonces Arte-nuevo ha venido dando cuenta de lo que sucede en la escena artística peruana, complementado en algunas ocasiones con textos de otros espacios -entre ellos, [esferapública]- e informaciones de muestras y seminarios en otros países.

En un comienzo, el blog fue definiendóse a partir de los temas propuestos en los textos críticos de su editor que, en algunas ocasiones, eran comentados por artistas y otros miembros del medio artístico local -de forma similar a como operaba Columna de arena de Jose Roca. Entre los artistas que comentaban los textos estaban Raimond Chaves, Emilio Tarazona, Sharon Lerner y Eliana Otta, quienes con el paso del tiempo se volvieron participantes habituales, por ello Miguel López los invito a formar parte de Arte-nuevo como colaboradores.

Además de las reflexiones de sus colaboradores y los comentarios que suscitan, Arte nuevo ha asumido un papel activo en distintas situaciones -circularon por [esferapública]- como la censura de la exposición del artista Piero Quijano, la cual fue posteriormente re-inagurada en el espacio La Culpable. Desde hace más de un mes se han publicado varias participaciones relacionadas con los intentos de clausura del recién inaugurado Museo de Arte Contemporáneo (MAC), cuya sede se encuentra en el municipio de Barrancos, cerca de Lima.

Como aporte de esta discusión, Miguel López publicó hace el pasado 13 de marzo un texto (anexo a continuación), donde hace un balance sobre Arte-nuevo, seguido de algunos comentarios.

El debate sigue abierto, por lo tanto, si se producen nuevas participaciones (de miembros de Arte nuevo o [esferapública]) las estaremos publicando conjuntamente en ambos espacios.

Jaime Iregui

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A propósito de Arte Nuevo: 9 notas personales en torno, a través y en relación al blog como espacio crítico

1. A casi dos años de abierto el blog Arte Nuevo quisiera pensar que su aparición, y la posterior apertura de espacios otros de discusión y diálogo virtual en Lima, ha sido el temprano síntoma de un aparato crítico local asfixiado. Ser un síntoma no implica ser un detonante o generador, y menos aún la posibilidad de su recuperación, sino alude de modo indirecto al momento preciso donde parecían operar un conjunto tácito de necesidades discursivas otras que no atravesaban necesariamente por los canales y soportes habituados de escritura -ya sea en prensa o en las casi inexistentes revistas culturales locales-.

2. La posibilidad de abrir un blog implicaba así la urgencia de pensar una forma de acompañamiento del arte reciente a través de una dinámica continua de observación y comentario. No se trataba de formatos precisos ni reglas preestablecidas; había allí, en cambio, la intención personal y deliberada de ser cómplice de una manera deshabituada y contemporánea de discutir y crear. Me interesaba abrirlo a comentarios externos, recoger opiniones de otros, y poner en circulación ideas relevantes del ámbito internacional pero sobre todo latinoamericano, agregando interrogantes a una escena que, consideraba yo, se encontraba carente de estímulos críticos.

3. El crítico colombiano William López -hasta hace poco director del Museo de Arte de la Universidad Nacional de Bogotá- vino a Lima en noviembre de 2004 y en una conferencia hizo una reflexión muy interesante sobre el papel de la crítica virtual en aquel momento en Colombia. Para López la aparición de plataformas como Columna de Arena -del curador José Roca, y de la cual era yo frecuente lector-, y de Esfera Pública, había replanteado el lugar y el perfil del sujeto crítico: no sólo se aludía al repliegue de los espacios tradicionales por donde había circulado la ‘crítica de arte’ sino la obligatoriedad de ir construyendo un conjunto de lectores a partir de opiniones periódicas:

«Internet plantea una visión diferente de parte de quien escribe la crítica porque ocurre entonces que ya no estás escribiendo para una masa amorfa de gente que potencialmente te lea, sino de gente a la cual le has ido construyendo lentamente como tus interlocutores. Así vas construyendo una legitimidad, unos referentes y, por supuesto, te toca ganarte a los lectores. Ese punto me parecía importante tanto en el ámbito de la curaduría como en el ámbito de la crítica de arte, y así como se construye la imagen del artista se construye también la imagen del curador y la del crítico de arte». (William López) [1]

4. La imagen del crítico de arte se volvía entonces en eso mismo, una imagen. El énfasis en su construcción implicaba para mí pensar en el sistema del arte como un conjunto de maniobras operativas: un aparato de relaciones y vínculos pocas veces advertido. De este modo, ante la construcción espectacular de las artes visuales que los medios de comunicación limeños habían empezado a construir desde fines de los 90s -en la explosión local del liberalismo de una dictadura perfectamente maquillada para su consumo en televisión y prensa-, parecía interesante oponer la sencillez de la opinión individual.

5. En ese mismo sentido abrir un blog era apuntar a que era posible consolidar una voz crítica a través de medios legítimos de discusión, intentando reactivar la figura del crítico ya no como un rector que aprueba o desaprueba la producción desde la distancia ‘autorizada’ de un medio de prensa, sino como un sujeto involucrado directamente con la escena. De este modo lo importante para discutir aquí no eran necesariamente las ‘obras’ sino situaciones y acontecimientos que parecen dibujar las proyecciones y debilidades de un medio local, e incluso generar nuevos posibles. Esa opción de construir al crítico desde el espacio virtual permitía además captar -y de hecho lo ha logrado- nuevas personas interesadas en desarrollar y acompañar discursos heterogéneos de la producción reciente.

6. Comenzar con Arte Nuevo en aquel verano de 2006 pasó también por el hecho de que yo me empecé a convertir en lector asiduo de blogs diversos. La presencia creciente de un público para esos debates y su ampliación en relación al tema cultural -en pocos meses hubo una explosión de blogs dedicados a la literatura peruana, por ejemplo- insertaron algunas inquietudes personales sobre la ausencia absoluta de espacios de discusión físicos y virtuales referidos a las artes visuales en Lima. Acaso tal vez porque la posibilidad misma del debate a través palabras es constantemente horadada dentro de nuestras Escuelas de Arte, cuya desidia mental y carencia casi absoluta de pensamiento suele relegar al último escaño la necesidad de articular un discurso crítico y saber sostenerlo con ideas.

7. ¿Qué parece realmente necesario para concebir al espacio del blog como una auténtica plataforma de discusión? ¿Bajo qué condiciones pueden ser efectivas sus vías de interlocución?

Conversando con el artista Raimond Chaves -quien también administra Arte Nuevo- caigo en cuenta que lo que no ha funcionado hasta hoy con el blog es justamente su posibilidad de propiciar un debate sostenido con la escena. Así, y pese a haberse convertido en un espacio virtual con cientos de visitas diarias, éste no ha logrado suscitar el forcejeo crítico capaz de desestabilizar la pasividad de sus lectores. Acaso una incapacidad particular y mutua para la confrontación, o tal vez para concebir el espacio del arte como un terreno de ideas en disputa, lo cual revela mucho del campo artístico limeño pero así también de las limitaciones (y potencialidades) del propio formato en un contexto tan singularmente eriazo como el nuestro.

8. Preguntarnos por el blog en relación a la crítica de arte debería, ante todo, intentar examinar el lugar de la propia crítica en cada especificidad cultural y geográfica. Para el caso peruano es significativo observar como la creciente reducción de espacios físicos de escritura sobre artes visuales en revistas o en prensa ha redundado en la paulatina desaparición de un sujeto capaz de especular y problematizar de forma continua sobre/con nuestra escena: acompañando, discutiendo y confrontándola.

Pero que nuestro medio artístico no demande y lamente esa carencia es también síntoma de la comodidad de un sistema que ha logrado desplazar hacia afuera todo aquello que le resulte molesto. En ese contexto la ‘crítica de arte’ ha devenido, para muchos, en el ámbito por excelencia para la obtención de réditos simbólicos que el artista posteriormente traduce en los términos del mercado del arte. Situación donde la actual figura crítica aparece más como un vehículo mediático que como un sujeto que plantea preguntas y problemas constantes.

¿Cómo devolverle, entonces, conflicto a un espacio y tiempo que parece ya habituado a la complacencia? ¿De qué maneras propiciar el desacuerdo y, por sobre todo, recolocar al disentimiento como una de las exigencias ineludibles de toda práctica visual contemporánea? Y en esas mismas coordenadas: ¿cómo reinscribir al blog como un espacio de incomodidad, de fractura, de agitación y de descentramiento de lo predecible?

9. Finalmente, cabe afirmar que el trabajo de construcción del blog no es nada unilateral, aunque así lo parezca. ¿Qué espacio de discusión necesitamos? ¿Qué espacio de discusión queremos?

Miguel López

[1] Miguel López y Miguel Zegarra. «(des)articulando el sentido: mesa redonda sobre crítica y curaduría». Prótesis 3. Lima, diciembre 2005. Publicado por Miguel López

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