El artista ante la ley

El día martes 09 de febrero de 2016, en el Juzgado 39 administrativo de Bogotá se adelantó una audiencia con el fin de continuar el pacto de cumplimiento dentro de una acción popular que busca prohibir el asbesto en Colombia. Como parte coadyuvante en este caso, fui citado para acompañar esta diligencia. El Abogado Ramiro Bejarano en representación de Eternit, y respaldado por toda la industria del asbesto y demás accionados, propuso el pacto de cumplimiento, que es una forma para que las partes busquen un acercamiento en una especie de conciliación…

El día martes 09 de febrero de 2016, en el Juzgado 39 administrativo de Bogotá se adelantó una audiencia con el fin de continuar el pacto de cumplimiento dentro de una acción popular que busca prohibir el asbesto en Colombia. Como parte coadyuvante en este caso, fui citado para acompañar esta diligencia.

El Abogado Ramiro Bejarano en representación de Eternit, y respaldado por toda la industria del asbesto y demás accionados, propuso el pacto de cumplimiento, que es una forma para que las partes busquen un acercamiento en una especie de conciliación.

El borrador del pacto de cumplimiento era a todas luces contraproducente, una tormenta de “buenas intenciones” para seguir lloviendo sobre mojado y de esta manera, legitimar de nuevo y por enésima vez, el uso industrial del asbesto en Colombia. No se cansa la industria y sus abogados, en coro con algunos sindicatos, de mantener humeante su enfermiza obsesión con el asbesto crisotilo.

Desde la dimensión del sujeto sensible, me pregunto ¿Cuál debe ser la posición a asumir en este caso? ¿Hablar desde la voz del ciudadano? ¿Desde la del activista preocupado por estos asuntos? ¿Hablar como artista? ¿Y cuál sería esa diferencia que introduce la condición del arte ante un estrado judicial de esta naturaleza? ¿Es posible performar la realidad, en escenarios regidos por las normas de la ley, donde todo son códigos y jerga jurídica?

Respaldo la idea del arte como una forma de conocimiento, mediado por las emociones. Pensamos a partir de lo que las emociones nos enseñan, adentrándonos en una suerte de dimensión estética de la vida contemporánea. Esa dimensión hoy se confunde con moda, esnobismo y buenas maneras.

La dimensión estética a la que me refiero no debe ser una simple postura para conquistar los nichos del mercado “político” del arte, la figura desposeída de contenido pero adornada de bondades meramente formales y misericordia cristina, sino que me refiero a esa dimensión de la verdad mediada por una belleza que es precedida por momentos oscuros, de tensión, que anteceden al instante de la verdad. Ese momento oscuro es una especie de estética de lo feo. Lo no dicho.

Durante un buen tiempo y cada vez que la industria del asbesto enfrentaba problemas por sus patologías respiratorias en los seres humanos, esta salía a contratar informes científicos manufacturados para defender sus intereses comerciales. Y algunos científicos (Sicarios de la ciencia les dice Fernand Turcotte) afincados en la universidad de McGill (Canadá), atendieron gustosos estos llamados. Intercambiaban ciencia mala por un puñado de dólares. Y así fueron creando poco a poco la teoría del uso seguro del asbesto en el mundo. Dijeron que el asbesto era malo pero que el asbesto blanco (crisotilo) gozaba de buena salud y que por ello, si se implementaban determinadas condiciones de seguridad industrial, su amenaza podía ser controlada.

Y esa historia la repitieron y la siguen repitiendo algunos médicos acá en Colombia, y los industriales del asbesto y sus abogados no se cansan de repetirla. En ese mismo juzgado se les ha oído decir que no conocen el primer caso de muerte por asbesto, y que la carcinogenicidad del asbesto no ha sido comprobada. Y es aquí donde la dimensión del arte también se puede acercar a husmear en la verdad.

Siendo un tema tan científico, la condición del arte tiene un papel que jugar en estos temas extraños. El espíritu sensible se puede acercar al mundo material para conocerlo mejor. Me refiero a la tarea del artista para investigar, más allá de ver los problemas como simples insumos críticos que nutren la producción de obra, sino lo contrario, hacer de la investigación la propia obra. Por supuesto que la primera premisa que se desafía es la concentración del esfuerzo del artista alrededor de “la obra” y la instrumentalización que se hace del sujeto investigado para traducirlo en un objeto.

La tarea del artista como investigador es en especial muy importante en aquellas áreas donde existe silencio. Zonas oscuras de la sociedad que desaparecen del registro que los medios de comunicación realizan, y con esto me refiero a la mayoría de medios que hacen parte de los grandes grupos económicos que ejercen el control blando de la sociedad, por medio de la información que transmiten al grueso de la población.

Bastante ya se ha dicho sobre la influencia del mercado en el arte contemporáneo, y en especial cuando este mercado aparece controlado por aquellos mismo que el artista como investigador critica. Los grandes capitales en manos de determinados personajes son los mismos responsables de tragedias ambientales y humanas, pero a su vez, esos mismos capitales son la gasolina para el mercado del arte.

Andrea Fraser lo ha dicho muy bien en dos sentencias contundentes. La primera dice que “lo que es bueno para el arte, es desastroso para el resto de la humanidad” y la segunda es que “los artistas no son parte de la solución, sino parte del problema”.

La investigación en arte se ha convertido en un clisé que desnuda las pretensiones de los artistas por acercarse a los problemas de las sociedades contemporáneas, objetualizando la investigación en simple mercancía “estética” que desfila por las pasarelas de galerías y ferias de arte, provocando un registro perfecto que inunda las páginas sociales de los periódicos y revistas más leídas.

Otro problema clave para entender es la condición económica el artista. Su condición de clase determina el nivel de su queja y por otro lado, su propia subsistencia se pone en riesgo en la medida que su obra no atiende al mercado, sino a las necesidades intrínsecas de su propia investigación, alejado por completo y en abierto desafío a las lógicas que guían el consumo del arte.

Vivimos tiempos oscuros; la capacidad revolucionaria del arte es un grito performado, controlado y atrapado en los lugares oficiales por donde circulan las producciones artísticas. Renunciar a este circuito es casi un suicidio cultural y económico, pero hay que empezar a pensarlo si no a hacerlo, lo que es aún más arriesgado.

Se debe buscar lo sensible en otro lado, las pasarelas del arte destilan un olor incómodo que nos roba la respiración.

 

Guillermo Villamizar

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6 comentarios

Este es un asunto lo advertí en una pieza de 1995 – 1996 y que estuvo en un salón nacional, curado por Gustavo Zalamea entre otros, pero como el medio colombiano no estaba en la moda actual de una supuesta conciencia social-política fue pasado desapercibido, incluso el señor Eduardo Serrano me dijo ”usted que hace aquí” claro yo no era del club de sus amigos íntimos, y el señor Jhon Castles, encargado del montaje, retiro de la sala unas fotografías parte de la instalación, de una escultura en espacio público en Bucaramanga , (la cual ahora está abandonada por la municipalidad) estas fotografías son parte de la pieza pues en totalidad el proyecto era una intervención a la red de agua de la ciudad, que relacionaba lo público y lo privado, parte en la calle como construcción estable y parte en el espacio museal (Museo de arte moderno de Bucaramanga) creo que si hubiera colocado el letrero muerte y no infinito sobre los tanques habría sido más directo pero elegí lo poético y metafórico sobre la denuncia, siempre busco enunciar más que denunciar, pareciera que en el arte político lo poético no es muy legible, pareciera que hay que ser un tanto escueto.
Las imagenes las pueden ver en el siguiente link, ya que no las puede subir por aca
http://yuryforero.blogspot.mx/p/blog-page_23.html

Señor Artista: Viendo las fotografías de su instalación, me parece preocupante que usted haya expuesto y manipulado unos tanques de asbesto-cemento al interior de una galería de arte. Hizo algún tipo de acometida sobre la estructura del tanque? perforó los tanques? qué procedimientos utilizó para transportarlos?

Lo que sus imágenes revelan es la terrible ignorancia que existe, cuando se manipulan este tipo de productos que contienen asbesto.

Y otra cosa, ya la palabra Eternit lleva implícita el concepto de eternidad, pues viene del latín que significa «para siempre» «perdurable» «que nunca se acaba». Es decir, la Y sobraba.

Lo que se debería hacer con su obra -si es que existe – es hacer lo mismo que se hizo con una obra de Helio Oiticica en Irlanda: destruirla por contaminante!! Pero claro, cumpliendo con un riguroso manejo para la remoción, destrucción y disposición final de este tipo de residuos peligrosos.

http://www.herald.ie/news/imma-art-work-that-contained-asbestos-must-be-destoryed-30679865.html

Señor Villamizar creo que usted peca de lo mismo que critica, solo se queda en la observación de unas fotografías, difícilmente puede emitir una opinión si tampoco investiga como fue el asunto de fondo, pero es usted tan desinformado como lo cuestiona en los otros, en el tiempo que se realizó la pieza en Colombia no se tenía la información de manera generalizada de lo nocivo que era ese material, pero yo trabajaba cerca de arquitectos y constructoras de la ciudad con quienes advertimos que habían investigaciones sobre este material, razón que motivo a hacer esta pieza señalando su conflicto, logre que la empresa eternit los facilitara, obviamente sin decirles cual era el objetivo de la pieza, estos tanques se anularon para su uso, fueron revestidos de una capa aislante tanto interna como externamente, no corría riesgo nadie en la sala de exposiciones, pero si señalaba el peligro inminente en cada techo de cada casa, no sé si la empresa fabricante entendió la critica que se les hacía o no , lo cierto es que poco tiempo después empezó a cambiar este material por tanques de plástico, que creo tampoco serán muy útiles para la humanidad, lo harían por toma de conciencia? Por paranoia de pensar que se les generaría un problema, lo harían porque encontraron un material más rentable?, no sé, lo cierto es que ni el circuito en ese momento entendió lo que se señalaba al igual que usted ahora, parece no logra comprenderlo, o me queda muy claro, no siempre las piezas son reafirmaciones, a veces presentan en contraposición miradas sobre el objeto de estudio, me alegra que usted se abandere del bienestar de la humanidad, aunque no sé si por su propia iniciativa o si desde la coyuntura, ojala no sea en busca del escándalo y la figuración, y trabaje arduamente para lograr destruir tantos materiales nocivos que existen en medio de estas civilizaciones, fragmentos de electrodomésticos, como en los celulares, los microondas, los refrescos, en fin, tiene mucho trabajo. En cuanto a si falta o sobra la y pues que puedo decir, en ingles eternidad se escribe eternity, ya habría que reclamarle a lo anglo alterar el latín, no sé si sea muy interesante que ante las obras usted tome el papel de juez y cambien formas, pinceladas y detalles, quizás sea más útil que haga lecturas y no quiera rehacer las obras de los artistas, o tal vez es del tipo de personajes en campo expandido que puede jugar los diversos roles, habría que ver esa efectividad en las piezas que usted realiza, si es que realiza, es posible que su apasionamiento inmediatista no lo deje ver lo que tiene en frente y le impulse a hacer mejores versiones de todo aquello que se le dificulta leer, no se quede en solo las fotos, el arte no es solo imágenes, de verdad se lo digo en buena lid, no sea apresurado, calma, gracias por tratar de salvarnos.

En su primera nota Forero dice que el proyecto era una intervención a la red de agua de la ciudad, que relacionaba lo público y lo privado, parte en la calle como construcción estable y parte en el espacio museal (Museo de arte moderno de Bucaramanga). Ahora resulta que la propuesta era una “crítica” al uso industrial del asbesto o algo así se desprende de la segunda nota. Difícil entender finalmente de qué se trababa este cuento, y la fuente principal –el artista- parece no ser muy claro.
El artista dice que los tanques fueron revestidos de una capa aislante tanto interna como externamente, (sic) no corría riesgo nadie en la sala de exposiciones, y que gracias a esta acción se señalaba el peligro inminente en cada techo de cada casa.
Las normas para el control, remoción y disposición del asbesto instalado no hablan de capas aislantes, que garanticen su uso. El artista parece decir que si les aplicamos capas aislantes, este material se puede usar. De qué aislante habla el artista socio-ambientalmente responsable? Sólo la fuente primaria nos lo puede decir.
En realidad, lo que se debe hacer es sellar el material con pinturas polímeras, bituminosas o a base de cemento. Eso depende de una inspección visual que hace un experto. Para los casos de tanques en asbesto cemento, los procedimientos dependen -lo repito- de una primera inspección visual. Si el tanque se encuentra en buen estado, el encargado debe utilizar overoles especiales, cubrimientos para la cabeza especiales y máscaras ajustadas a la norma, aislando el área. Lo que se hace es envolver el tanque en plástico especial (gauge) calibre 250 micrones (0.25 mm) por dos ocasiones. Posteriormente el operario rompe la estructura cuidadosamente –si se requiere hacerlo por el tamaño, como suele ocurrir- y se deposita en bolsas especiales, debidamente etiquetadas. La disposición final corresponde al de un material peligroso.
El riesgo mayor con estos productos está cuando se manipulan, es decir, se taladran, se perforan o se cortan, especialmente. En las fotografías de la instalación, se ve que se hicieron acometidas (agujeros para disponer la instalación hidráulica) y ahí en esos casos, se presentan riesgos de exposición. El manejo debe hacerse por personal competente, debidamente entrenado, que tenga conocimiento y experiencia en el tema.
No me parece para nada acertado, que para criticar un producto peligroso haya que llevar el material al propio espacio de la galería, sin la debida protección. Es decir, debieron estar envueltos en bolsas plásticas transparentes para este caso, debidamente selladas. Qué pasó con los tanques después? Cómo fue el procedimiento para “anular su uso”?
El otro punto es el que tiene que ver con los acercamientos que hacen los artistas a este tipo de problemáticas. Los artistas ven un problema y lo pintan. Cuando digo lo pintan me refiero a que re-presentan el problema, mediado por una fotografía, una instalación, un performance o una instalación como es este caso.
Debo confesar que es un modelo paquidérmico y obsoleto. Además de “pintarlo”, hay que entrar a detectar los agentes que participan de ese problema y enfrentarlos en sus propios escenarios.
Es una dimensión política del arte (Arte político 2.0) que obliga al artista a salir por fuera de su zona de confort, ya sea su estudio, la galería o el museo.
Pero bueno, para hablar de ello me reservo la munición para otras batallas.

Señor Villamizar sigue haciendo comentarios a priori desde su apasionamiento y sin observar realmente y sin preguntar, extraño para alguien que se dice crítico, queda poco objetivo, aunque para mi es claro que el arte es asunto de subjetividades.
Aclaro:
A los tanques se les recubrió con resina poliéster, un polímero. Los encapsula, pero entiendo que el asunto de fondo es no haber nunca producido ese material para bien de la humanidad, por ello creo estamos de acuerdo en su atrocidad.
No se le hicieron perforaciones, se utilizaron con los orificios que traen convencionalmente, unos para entrar el agua otros para salir, y en la parte superior hay un gran hoyo con tapa, ese tampoco se los hice yo.
Se intervinieron en su sigla de marca ETERNIT haciendo una re-semantización y re-significación variándolo a eternity en inglés y éternité en francés, haciendo alusión al paradigma moderno muy euro-centrista y de primer mundo de progreso bienestar felicidad. Una ironía, una metáfora.
Se le devolvieron a la empresa.
Si, el proyecto vinculaba lo exterior del espacio público con el interior del espacio habitacional, y también hacia un alusión a los peligros del desarrollo, lo uno no niega lo otro, y aclaré que en su momento no lo enuncie directamente para que se lograra el apoyo y que el fabricante se involucrara. Los proyectos pueden tener muchas instancias, no necesariamente son ilustraciones.
Pareciera que le molesta que haya gente de su lado, o que lo haya hecho muchos años antes que usted apareciera en el circuito, será que piensa que solo usted puede hacer el señalamiento, una actitud mesiánica, heroica, es mejor trabajar abiertamente en plataformas en donde se produzcan miradas polifacéticas y apunte a una situación colectiva, al fin y al cabo el beneficio seria para todos.
Batallas? Hum … yo no estoy en batallas. es que ya estoy muy lejos de ese ambiente en donde para enunciar algo hay que destruir al otro.
De nuevo gracias por querer salvarnos.
PD. No se pronuncia usted ante lo que le digo de su actitud de juez, de la obsesión por corregir los proyectos a su gusto.
Quizás la tinta también sea un veneno.