el arte es algo demasiado importante para dejarlo en manos de los artistas

Yo no se si deberían o no mezclarse: el hecho es que están mezclados. Si no lo estuvieran no habría Ministerio de Cultura ni aquí ni en el medio centenar largo de países de todo el mundo donde existe esta clase de ministerio o su equivalente. Los políticos tienden irremediablemente a pensar que el arte es algo demasiado importante para dejarlo en manos de los artistas.

Más de diez artistas, críticos y curadores responden semanalmente un único cuestionario sobre arte, política y vida. Hoy, Francesca Bellini le hace estas preguntas al historiador, crítico de arte y curador independiente Carlos Jiménez.

Los políticos tienden irremediablemente a pensar que el arte es algo demasiado importante para dejarlo en manos de los artistas”

¿Para qué sirve el arte?

Para enriquecerte si eres Fernando Botero, para reivindicar a tu tribu si eres Jacanamijoy, para cuestionar los estereotipos de país latinoamericano si eres Nadín Ospina, para preguntarte si la imagen que te ofrece la cámara es en realidad tu imagen si eres Oscar Muñoz…

¿El arte y la política deberían mezclarse?

Yo no se si deberían o no mezclarse: el hecho es que están mezclados. Si no lo estuvieran no habría Ministerio de Cultura ni aquí ni en el medio centenar largo de países de todo el mundo donde existe esta clase de ministerio o su equivalente. Los políticos tienden irremediablemente a pensar que el arte es algo demasiado importante para dejarlo en manos de los artistas.

¿Ha llegado la hora en que los políticos sean reemplazados por los artistas?

No ha llegado ni va a llegar: zapatero a tus zapatos. Otra cosa es que los zapateros tengan que soportar las impertinencias de quienes, sin ser zapateros, insisten en prescribirles cómo hay que hacer los zapatos.

¿Cree usted que el arte es una forma válida de activismo?

Sólo en las raras ocasiones en las que el activismo se convierte en arte. Pero eso nunca se puede decidir antes sino después y si hubiera que poner un ejemplo, pondría el de Abby Hoffman.

¿Debe haber ética en el arte?

La pregunta misma lleva implícita una exigencia ética, de la que el arte ha intentado liberarse sin jamás conseguirlo del todo. Como mostraron con su obra Bocaccio, el Marqués de Sade o Baudelaire la ética es una convención social que, como cualquier otra, puede ser cuestionada por el arte.

¿Qué no es ético en el arte?

Lo único que no es ético en el arte son las trampas que se hace a sí mismo el artista cuando está haciendo arte.

¿El arte es una forma de lucha?

Pensar que el arte puede ser una forma de lucha me parece una ingenuidad o una completa exageración. Al menos que se esté pensando en la ´ lucha por la existencia ´ en la que estamos todos empeñados sin remedio, incluidos los artistas.

¿Se considera un artista político o un artista crítico?

Yo soy crítico de arte por vocación, por oficio y por profesión.

¿Para qué hace su obra?

En primer lugar para satisfacer mi pasión, mi manía o como se quiera llamar a la pulsión desde adolescencia orientó mi vida hacia el arte, sin que yo sepa todavía bien por qué.   Y como no he podido ser un artista me dedico a analizarlo, interpretarlo, criticarlo, exponerlo.

¿Para quién hace su obra?

Para el público del arte, para esa ´ inmensa minoría ´ que diría el célebre slogan de la emisora HJCK, que se interesa seriamente en el arte. Si fuera crítico deportivo o crítico taurino lo haría para otra minoría, pero distinta.

¿A qué artistas admira?

Esta pregunta, tipo qué libro se llevaría a una isla desierta, me resulta muy difícil de responder porque son muchos los artistas de hoy y del pasado que admiro. Que me he pasado media vida entre obras de arte y artistas. Hecha esta enorme salvedad respondo que los que hoy día me interesan son Picasso, Boccioni, Rodchenko, Francis Picabia, John Cage, James Lee Byars, Nam June Paik, Gerhard Richter, Fabian Marcaccio, Santiago Sierra, Oscar Muñoz, Maria Elvira Escallón y José Alejandro Restrepo.

¿A quién censuraría si pudiera?

¿Censurar? Yo no censuro ni censuraré nunca a nadie. Yo no quiero disputarles el honrado trabajo a los censores ni a ningún otro de los defensores de la moral y de las buenas costumbres.

¿Qué le molesta del mundo en el que vivimos?

Ya que me lo preguntas: los censores.

¿Tenemos esperanzas de salir del atolladero?

Mientras estemos en el atolladero tendremos esperanzas. Cuando salgamos del atolladero, si es que algún día salimos, no se si seguiremos teniendo esperanzas.