De salones y cooperativas

Este año es año de salones regionales. Por ello, cerca de 400 producciones artísticas, recogidas en veinte exposiciones, han ido tomándose las diversas zonas del país y, a la vez, han ido conformando un retrato del país actual visto a través de las miradas de los artistas colombianos contemporáneos.

Si bien todavía es difícil juzgar cada una de las propuestas, dado que las muestras se extenderán hasta septiembre de 2012, entre los diez proyectos curatoriales que fueron aceptados para participar en la presente edición se reconocen algunos que evidentemente transgreden los límites de los salones regionales y se plantean como propuestas a largo plazo y que incluyen en su concepción aspectos que van más allá de la producción y exhibición misma de la obra.

En esta versión, la número 14, la Dirección de Artes del Ministerio de Cultura, como lo ha hecho tradicionalmente en las más recientes versiones, dividió al país en varias zonas con la idea de generar diálogos, propiciar actividades académicas y trabajar de manera cercana con los artistas de las diversas regiones, las cuales presentan en varios casos diferencias marcadas entre una y otra. Por lo que es imposible analizar o relacionarse con las diversas muestras siguiendo un mismo patrón o leyendo las señales sin tener en cuenta el contexto en que se generaron.

Jaime Cerón, Asesor de la Dirección de Artes del Ministerio de Cultura de Colombia y quien ha seguido de cerca el proceso, resalta justamente las características particulares de cada muestra y la manera cómo tomaron forma. En la zona conformada por la Orinoquía y la Amazonía, por ejemplo, los equipos se desplazaron en chalupa y los medios de transporte que encontraron disponibles para poder identificar y contactar a los creadores de la región en varios puntos geográficos, gracias a las indicaciones e información ofrecidas por otros pobladores. Mientras que en zonas como la Centro (que incluye a Bogotá, Boyacá y  Cundinamarca), uno de los proyectos seleccionados corresponde a una visión más amplia de todo el proceso de producción y circulación de la obra artística.

Justamente este proyecto, bautizado como La Cooperativa por sus creadores, es el que destacamos en esta exposición permanente, pues desde su concepción hay un planteamiento que supera la simple exhibición de obras y que, de alguna manera, intenta regresar el poder a las manos de los artistas.

Definido por sus creadores (los artistas Felipe Arturo, Leyla Cárdenas, Nicolás Consuegra, Ximena Díaz y Mónica Páez) como “un proyecto artístico colectivo basado en el trabajo asociado como modelo experimental de creación”, La Cooperativa intenta fortalecerse como espacio de reflexión y generación de proyectos artísticos, al orientar todos los recursos a los intereses de los creadores y lograr que se apoyen entre ellos.

Al surgir como “una alternativa de propuesta curatorial” y un colectivo que no está solo planteándose como meta una exposición específica, La Cooperativa se establece, además, como un verdadero espacio de interacción y diálogo entre los artistas, con la idea de que en el futuro se convierta en un proyecto de trabajo asociado en el que participen todos aquellos creadores que van uniéndose a la red.

Esas características son las que hacen particular esta propuesta, dentro de todo lo que se ha gestado en los Salones Regionales en esta versión. Pues no obedece a los modelos tradicionales de curaduría y más que preocuparse por simplemente seleccionar unas obras y exhibirlas, abre una perspectiva en que el valor de lo artístico es equivalente al valor de la generación de una red de artistas que puede de manera democrática tomar decisiones en cuanto a los procesos y proyectos que hacen parte de las muestras, por ejemplo. Así se tejió la muestra que se aprecia gracias a los Regionales: “Defienda su Talento”, la cual está compuesta por cuatro fases, la primera acaba de finalizar, la segunda podrá verse a partir del 16 de junio en Bogotá.

Pero, además este proyecto comprende los espacios físicos y virtuales como plataformas igualmente importantes. Por ello, quienes no puedan ver la muestras y propuestas en los espacios destinados en Bogotá para tal efecto, pueden seguir su desarrollo en la página web creada para ello. Allí, además de conocer los trabajos generados por los diversos artistas, se puede hacer seguimiento al proyecto en general y a temas particulares como las votaciones para seleccionar las obras que deben visibilizarse en las cuatro fases que se desarrollan actualmente.

 

Olga Lucía Lozano

publicado por la Silla Vacía