Cuando oigo la palabra cultura saco mi pistola

Lo bueno es que ahora tenemos un arma para combatir el esnobismo rampante de los caballeros (y sobre todo, damas) de la cultura. No es el movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo que pregonaban los futuristas, es la Wikipedia. Hay frases recomendables: “Aunque menos conocida, Aleixandre también tiene una producción en prosa, tan interesante como breve” y montones de datos para alimentar la impostura…

Dicen que la frase es de Goebbels o de Goering o de Hanss y que si uno quiere ser intelectual debe repetirla en algún lado. Repetirla aquí y allá, hablar de Bergen-Belsen, de los hornos, de la importancia civilizadora de la cultura. Seguir con un comentario sobre la última novela húngara y rematar quejándose de lo montañero que es Uribe y de lo incultos que somos todos en este país. Es que el problema es que nos falta ópera.

Pero los soldados de la SS quemaban cadáveres oyendo a Wagner e iban a ópera en sus días de licencia. La cultura –la alta cultura- no civiliza, no hace mejor a las personas y no sirve para gran cosa más allá de entretener a un puñado de personas. Y lo jarto es que ese puñado se siente superior porque mira por encima del hombro a la revista Cromos y ha leído a Vicente Aleixandre. La cultura, para los que se autodenominan como intelectuales, es un mecanismo de distinción. Un símbolo de status. Por eso es que dan ganas de sacar la pistola.

Lo bueno es que ahora tenemos un arma para combatir el esnobismo rampante de los caballeros (y sobre todo, damas) de la cultura. No es el movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo que pregonaban los futuristas, es la Wikipedia. Hay frases recomendables: “Aunque menos conocida, Aleixandre también tiene una producción en prosa, tan interesante como breve” y montones de datos para alimentar la impostura.

Por suerte, la cultura se desvaloriza, cada referencia emitida por un intelectual vale menos que la anterior. Si todos incluimos en nuestros memos y mails frases wikipedicas, si usamos epígrafes rebuscadas y referencias operísticas de vez en cuando y los comentaristas deportivos nos ayudan citando a Nietzche (se dice Niche) podremos devaluar a los intelectuales. O tendrán que empezar a sentirse superiores por otra cosa.

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Alejandro Peláez

publicado en la Silla Vacía