Cortázar / arte/ política / profesionalización

1. Comentario previo:
Buenos aires, 7:30 p.m. Aterrizo diez minutos tarde en el programa de entrevista a Cortázar. Los desacralizadores definen Buenos Aires como un gran chapinero al cien por ciento de humedad, acaso porque todo el zócalo porteño es de facto un espacio urbano comercial. Algunos sienten la ciudad como la próxima Habana continental, cancerizada aquí y allá con suntuosas tiendas de audi, porsche y rover que recuerdan el antaño glamour del inmigrante superado. Estos mismos desacralizadores preveen que para dentro de cincuenta años los traquetos colombianos habrán alcanzado el glamour de la aristocracia de Buenos Aires de sus años cúspide.
En algún cubículo de esta ciudad cancerosa, en una programadora de televisión existe alguien que ha pensado que sería útil recordar a Cortázar.
Acerco la grabadora al parlante del televisor y grabo los últimos veinte minutos de un programa de media hora.
Quisiera hacer una enumeración de preocupaciones y preguntas personales con vínculos más o menos difusos o precisos a las palabras de Cortázar en la entrevista pero lo siento inútil. Cada quien, luego de leer el texto, puede sin duda extraer un par de ideas sin la intermediación de un tercero. Lo que haré será escribir algunas ideas a partir de este punto, dejando abierta la posibilidad de que el lector no interesado pueda saltárselas.

(INICIA SALTO)
La dictadura es la resultante de las formas de pensamiento militante enconadas en las instituciones. Con frecuencia se dice, para subrayar la necesidad, y aceptar de facto la bondad como consecuencia de la inevitabilidad, que la ausencia de las instituciones conduce a la anarquía, acudiendo a la noción atávica de anarquía, es decir, la que postula como consecuencia la instauración de un caos en donde todas las certezas serán vulneradas. Se quiere legitimar la presencia de la institución azuzando el sentimiento miedo. Se habla en cambio mucho menos de otra forma de ausencia de estas instituciones, que es su presencia nominal, es decir, instituciones presentes pero ausentes, carentes de un interés representativo real, nutridas por una noción de ciudadanía nominal, que es la forma más pobre de ciudadanía a la que nos ha reducido una mascarada de sistema económico de bienestar (ahora parece llamado también de acumulación flexible, aunque sería mejor describirlo como proceso de producción sistemática de monopolios de excedente). La presencia nominal de las instituciones, posible gracias a la reducción del ciudadano a su categoría ínfima «nominal» (en donde a duras penas le es reconocido su derecho a la existencia), son le que habría que llamar dictaduras. Estas visiones de una ciudadanía nominal son las mayores enemigas de unas instituciones representativas no nominales que busquen, además de satisfacer la función de su necesaria y justificada perpetuación, responder a otras funciones. La institución estaría entonces en un tenso equilibrio entre la representación no nominal y la dictadura, a medida que crece o decrece el interés en perpetuarse ella misma. A mayor deseo de perpetuación, menor representación y mayor tendencia a la nominalización de la ciudadanía. Finalmente, el caso extremo de la institución nominal, es el surgimiento de una mano invisible o clandestina para apoyar sus líneas de acción.
(SEGUNDO SALTO)
La naturaleza de las relaciones entre un artista y su contexto social adquiere en esta entrevista un carácter anticipatorio de lo que vivimos hoy, cuando la sociedad de producción sistemática de monopolios de excedente ha exacerbado la miseria del tercer mundo (no necesariamente concebido en función de una localización geográfica) y ampliado las fuentes de riqueza para artistas de primer mundo pero también y sobretodo, para los de tercer mundo. No quedarse enteramente paralizado, mostrar el desequilibrio del contexto y no lucrarse de la miseria del próximo es una tensión que se presenta experimentalmente irresoluble a un grado altísimo de probabilidad; de hecho, su irresolución y permanente conflicto es casi una certeza y podría conjeturarse -sin que establecer la conjetura como afirmación- que sin esta contradicción tal vez no existiría lo que socialmente hemos llamado arte y aun más fuerte -que el arte muere tan pronto se inscribe en cualquier circuito de circulación social.
(ULTIMO SALTO)
Resultado de la reducción a la condición de ciudadanos nominales, se impone la profesionalización de las actividades. Tal vez esta profesionalizaión pretende sustituir la complejidad de factores que intervienen en la definición de cada individuo particular para proponer inventarios simples definidos por una serie finita, discreta (claramente diferenciable) de cualidades más aptas para la administración y comparación entre especímenes, así como para sustentar la pirámide de la meritocracia que ha venido a sustituir con la representación nominal el poder que antes se invocaba por legado divino. La meritocracia interviene también directamente como apología del monopolio del trabajo privilegiado, en un orden en el que la libertad paralela al trabajo no voluntario se afirma como la mayor de las indignidades humanas.
(FIN SALTO UNO, DOS Y TRES)

1.1 Inicio de la transcripción de la entrevista que Joaquín Soler le hiciera a Julio Cortázar en 197(¿6?)

Cortázar: (…) para asimilarnos a su estilo de vida (…) y en última instancia a su american way of life, a su manera de entender el mundo, que es un sistema capitalista imperialista que tu sabes muy bien que no es mi sistema ideal, ni la via que yo pienso que tiene que ser la de América Latina. Entonces, escribí ese texto, intercalando las aventuras de Fantomas, pero cambiándole el sentido, y en última instancia incluí la sentencia del tribunal Russell, y le pedí al editor que publicase eso imitando lo más posible una de esas pequeñas revistas de comics, y que en vez de venderlo en las librerías lo vendiera en los quioscos. Entonces el resultado fué que sesentamil mejicanos leyeron eso en dos meses y que eso se distribuyó hasta dónde se podía distribuir en América Latina.

Entrevistador: «Libro de Manuel». Esta es la última novela de Cortázar por ahora, aparecida en 1973, y que es un testimonio de todas las preocupaciones estéticas, sociales y políticas de Julio Cortázar. Sobre este libro yo creo que sí que conviene alguna puntualización ahora del autor.

Cortázar: Oh, sí! Sí, mira, yo también lo creo. También lo creo porque el… desgraciadamente la actualidad de ese libro que yo esperaba efímera, eh, no lo ha sido. Ese libro fué escrito mal. Es el peor de mis libros porque… yo soy muy vago para escribir, escribo cuando me da la gana, y me tomo todo el tiempo necesario. No soy un escritor profesional, yo soy un aficionado que escribe libros. Ha escrito unos cuantos pero soy, me considero un aficionado y, y quiero considerarme un aficionado. Es muy importante para mi no, no sentir la noción de la profesionalización. Ahora, cuando empecé a escribir el «libro de Manuel» eso lo hice como si me lo hubiesen encargado. Haber quien me lo encargaba era yo mismo como argentino porque era el momento de la dictadura de Lanusse, era un momento donde comenzaba en la Argentina esa escalada de la violencia que llevó a hacer de la tortura no sólo una institución sino una técnica tan absolutamente monstruosa que va más allá de toda descripción, ahora te estoy hablando como miembro del Jurado del Tribunal Russell, con las pruebas concretas de la forma en que bajo la dirección de ante todo de asesores entrenados en Panamá, por ejemplo, más los aficionados locales que abundan, se tortura. Ese libro fué una tentativa de escribir una novela, porque yo no he nacido para escribir literatura política, no soy un político y ya te digo, no tengo ideas coherentes, eh… puedo ver una situación, puedo tomar partido, y puedo decir a mi ma, manera, lo que siento frente a esa situación. Mi manera es una manera literaria, entonces si yo escribía un, si yo escribía en ese momento, si yo hubiera escrito en ese momento un libro que fuese un panfleto político no tenía ningún sentido: hubiera sido malo y no hubiera tenido ninguna eficacia. La tentativa fué de escribir una novela en donde la literatura eh conservara todo lo que es para mí, para lo que yo vivo, y que al mismo tiempo hubiese la presencia de la realidad cotidiana. Y es generalmente muy difícil esa convergencia entre la información que recibes cotidianamente y el mundo de ficción en que se mueve una novela. Entonces utilicé un procedimiento que personalmente me resultó satisfactorio, que consistió en imaginar que como la novela se desarrolla en París, en un medio de Latinoamericanos, que cotidianamente leen los periódicos, los periódicos que ellos leen en la novela son exactamente los mismos que yo estaba leyendo mientras escribía la novela. Es decir que hay una contem… contemporaneidad, una simultaneidad total. Cada vez que en el «libro de Manuel» hay una noticia, y tu viste que además yo coloco el documento para que el consabido enemigo político no salga diciendo que todo está inventado. Cuando yo coloco el documento, es el documento que he leído el día en que estoy trabajando en el «Libro de Manuel». Ahora, sí, eso literariamente es una desventaja terrible porque te somete a un juego de presiones exterior. Y al mismo tiempo tiene un valor. Tiene el valor de que la historia ehh.. te, te conduce el libro. Tu estás escribiendo pero estás en contacto con lo que sucede, entonces, ese libro que comenzó de una determinada manera fué fluctuando como, como un río que tiene que seguir los, los desniveles del suelo. Y terminó a su manera, es decir, lo que sucedió en el plazo de seis meses en que yo escribí el libro, lo que sucedió en el mundo y especialmente en la Argentina, condicionó el libro, y en ese sentido es un experimento que me gusta. Pero en el plano absoluto de los resultados literarios me gusta menos, porque yo estaba obligado a escribir eh como a mí no me gusta: muy rápidamente, porque además, ese libro, estaba destinado a, a ayudar en un plano práctico a los prisioneros políticos de la Argentina. Es decir que, como se dice en la nota, eh.. yo no quería, no quería ningún derecho de autor sobre ese libro, yo entendía que un libro con ese tema, un escritor no puede ganar dinero con eso… Entonces yo quería dar ese dinero a una causa útil y la causa útil era la gente que estaba sufriendo en las prisiones argentinas. Entonces cuando el libro salió yo me fuí a Buenos Aires para, para estar presente. Cuando tu escribes un libro así no te puedes quedar fuera ¿no? tienes que ir a dar la cara para, para lo bueno y para lo malo. Y ahí la historia me jugó una curiosa jugarreta y es que en ese momento había las elecciones y triunfó el, el, el… triunfó Cámpora, y Cámpora iba a ser el presidente. Pero en el momento en que yo llegué a Buenos Aires Lanusse seguía siendo el presidente. Y entonces yo pude eh ofrecer estos derechos de autor, que se destinaron a los abogados que defendían los prisioneros políticos y un mes después, hubo la liberación, de todos los presos. Así que en ese sentido el libro fué útil económicamente porque permitió resolver problemas prácticos. Una de las cosas que más me han conmovido es que con el dinero de ese libro eh… las madres de muchachos que estaban presos en las cárceles de la Patagonia, lo cual supone un viaje muy largo y muy costoso desde Buenos Aires, los abogados pudieron con ese dinero alquilar una serie de autobuses, de autocares y llevarse a las familias a visitar a los presos. ¿Comprendes? Es decir que un poco el libro continuaba, continuaba en la vida, y eso es para mi la, la gran recompensa de haber es… hecho ese libro. Ahora, ya en un plano más absoluto, recibí palos a derecha y a izquierda, porque la gente de derecha, que me lee porque la gente de derecha, al gente de derecha lee a los escritores, por supuesto, eh… se ofendieron mucho porque el escritor que siempre les había dado libros apolíticos, les soltaba un libro que no les gustaba ideológicamente y mis compañeros de la izquierda también se enojaron porque consideraron que no se puede escribir una novela sobre cosas tan graves como las que están sucediendo allá. Por lo cual ya ves, el sobre llovido mojado me aguanté palos de los dos lados, la verdad es que eh… yo los aguanto bien esos palos.

Entrevistador: el último libro aparecido de Julio Cortázar, aparecido precisamente en Madrid, en Alianza, es «Octahedro», con ocho cuentos, ocho relatos sobre los temas que le son más, más queridos e, en el caso de Cortázar, lo fantástico, el absurdo, la temporalidad… es un libro, que me imagino que también está muy dentro de tu, de tus satisfacciones personales como autor.

Cortázar: sí, mucho, mucho porque son cuentos. Eh… el terreno del cuento es en definitiva mi terreno de trabajo. Ha habido momentos en que he sentido la necesidad de escribir novelas y ya te he dicho que, que me alegra haber escrito el «Libro de Manuel», y haber escrito «Rayuela», e incluso 62, pero en definitiva yo creo que soy un cuentista más que un novelista, y entonces «Octahedro» bueno, resume una serie de, de obsesiones personales, de entrevisiones de un mundo fantástico. Pues ahí está, ocho cuentos más.

Entrevistador: hay muchos más libros de Cortázar que no tenemos aquí por supuesto, o ediciones, está «Ceremonias» que es un libro aparecido aquí en Seix Barral, hay esta antología, en la que hay uno de tantos estudios acerca de la personalidad de Cortázar. Este es otro libro de la serie los relatos, juegos, de Alianza Editorial, no sé si me… faltan muchas cosas aquí, pero…

Cortázar: hay ya demasiadas…

Entrevistador: hemos dado por lo menos una idea general acerca de la producción literaria de la obra de Julio Cortázar. Eh… a nuestros amigos que han seguido con tanto interés esta conversación supongo que les a.. les asalta en estas instantes la misma pregunta que a mi, que es, qué hace Cortázar ahora, qué proyecta Cortázar?

Cortázar: bueno, Cortázar es incorregible, de manera que eh… no solamente ha proyectado sino que ha escrito otro libro de cuentos que en este momento está en forma de manuscrito por ahí en Buenos Aires y, y aquí en Madrid y que saldrá uno de estos meses.

Entrevistador: me gustaría saber que piensa Julio acerca de este fenómeno aunque esta notita quede ya… o esta nota quede un poco lejos de la, de la más estricta actualidad que es lo del llamado boom latinoamericano, que de cualquier modo no cabe duda de que ha contribuido a que en la literatura la narrativa Latinoamericana haya sido conocida en el mundo entero, haya sido traducida a numerosos idiomas y haya demostrado además que hay realmente una riqueza y una calidad probablemente que no se dan en ninguna otra lengua en este momento.

Cortázar : bueno no, no sé si el final de tus, de tu pregunta eh… es exacto, no. Yo creo que sería muy grave para los latinoamericanos caer en el pecado de orgullo, y he visto ya, he visto ya algunos signos de eso. Eso que se ha llamado boom ha sido tan ensalsado, tan puesto en un primer plano, que ha creado en algunos escritores consagrados y en otros que no lo son pero que están haciendo su trabajo, una especie de sentimiento de… de triunfo previo, es decir que el hecho de ser gual, gualtemalteco o argentino o mejicano, es, es ya un título de superioridad literaria, lo cual es una lamentable y peligrosa equivocación. No, no, no… Yo lo que creo es que, sí, si, si uno tiene una visión panorámica de la historia de la literatura, la, la, los momentos, los momentos de, de, de, de cumbre, los momentos más altos de la literatura fluctúan geográficamente y culturalmente, no está excluido de ninguna manera que dentro de dos o tres años la publicación de cuatro o cinco libros sea en España, o sea en, en Alemania Occidental o Alemania Oriental, donde tu quieras, cualquier lugar del mundo, lancen la literatura a un nuevo plano, un primer plano, que dejen lo que está sucediendo ahora en un segundo plano eh… Hay unas leyes que no son las leyes de la lógica, yo que creo bastante en la astrología, pienso que las conjunciones planetarias pueden influir en esto también, es decir, que así como hay fenómenos inexplicables como es el fenómeno del renacimiento italiano donde en, en cien años se produce una conjunción de genios en la plástica, en la literatura, sobre todo en la pintura, inigualada antes y después en Italia y en el mundo, o el caso maravilloso de España, en el momento del siglo de oro, y luego en la re… en la época de la república cuando salen todos esos poetas absolutamente increíbles, no? al mismo tiempo todos, ya hemos hablado alguna vez contigo de eso, en que, en que están todos juntos, Salinas, Cernuda, Lorca, Alberti, todos, todos, bueno, es un momento absolutamente extraordinario, sucedió luego como una etapa en que ese centro se desplaza a otra cultura a otro idioma a otro país. Entonces sería una ingenuidad y una tontería imaginar que eso que se ha llamado boom en América Latina sea un fenómeno, una garantía, un fenómeno duradero, una especie de certificado de madurez. No lo es. No lo es. Es un, es un muy buen principio, una cosa muy hermosa, y yo estoy, yo estoy contento de haber participado en ese momento, pero… quienes se hagan ilusiones que eso significa ya la, la mayoría de edad literaria, yo creo que se equivocan. Y con respecto al boom, empezando porque como en el caso del cómic siempre me ha molestado que un fenómeno Latinoamericano sea definida con, con un término inglés, que es políticamente muy significativa esa debilidad, lamentable debilidad, eh yo creo que el boom responde a, a, al azar, a ese azar, ese azar que hace tan bien las cosas, el azar hace muy bien las cosas en la historia, lo hace mucho mejor que la lógica, que en un momento histórico importante para América Latina, en que está dominada por un imperialismo que la quiere convertir en una factoría, en una colonia, pues el azar haga que aparezcan cinco, seis, ocho excelentes escritores, que lanzan un montón de libros y de golpe crean un estado de conciencia que abarca todo el continente. Porque mira Joaquín, y esto es importante, tu sabes cómo ha sido atacado el boom considerándolo una especie de maniobra editorial, considerando que la promoción de los editores había lanzado al boom. Bueno, yo no estoy calificado para hablar de eso porque yo soy uno de los protagonistas del boom, pero puedo decirte que mi obra, personal, fué hecha en la soledad, fué hecha en la po, pobreza, fué hecha sin el menor apoyo editorial, y que cuando los editores se despertaron a mis libros, a los libros de Fuentes, a los de García Márquez, a los de Vargas Llosa, se despertaron un poco porque las primeras precarias y difíciles ediciones habían sido bruscamente leídas por un montón de gente que se las pasó de mano en mano y los editores que no son tontos y que están ahí para ganar dinero, comprendieron perfectamente que esos escritores había que editarlos. Ellos no nos inventaron a nosotros, nosotros escribimos solos, además lejos de América Latina. García Márquez escribió lejos, Vargas Llosa escribió lejos, Asturias escribió lejos, y yo también. No teníamos amigos editores, no teníamos editores. Los editores vinieron después. Y es una, es una tentativa de deformar una realidad sostener que el boom es una maniobra hecha con fines de promoción porque la verdad es que ninguna promoción editorial ha salvado a un autor o a una literatura. Con una gran campaña de promoción puedes lanzar un libro, una primera edición, pero si el libro no vale por sí mismo, ¿cuánto tiempo dura? Tú mismo que tienes mucha más experiencia que yo en ese plano, ¿cuántos libros habrás visto caer asi en pocos meses?

Joaquín: a pesar de la campaña.

Cortázar: Claro! a mi lo que me alegra de este fenómeno del, del llamado boom es que hay dos cosas. En primer lugar que hemos sido leídos por primera vez por nuestros compatriotas. Yo pertenezco a una generación que no leía a los escritores latinoamericanos sino con cuentagotas. Teníamos a Borges, teníamos a Arlt, teníamos a dos o tres y ahí se acababan. Estábamos vueltos a Europa. Lo que leíamos era la última novela de Graham Greene, la última novela de Francois Mauriac, la última novela de (…) o de Hemingway, magníficos escritores y que hay que leer y en buena hora, pero estábamos de espaldas a nuestra realidad y en diez años de eso que llaman el boom sucede que hay millones de latinoamericanos que se han despertado a ese hecho maravilloso de tener confianza en sí mismos, porque, si, si yo tengo confianza en un escritor argentino estoy teniendo confianza en mí mismo, tengo confianza como, como, como, perteneciente a una sociedad, a una cultura, a un, un ritmo histórico. Entonces de golpe tenemos un continente que nos lee a nosotros. Entonces fíjate lo que eso significa como signo revolucionario, como búsqueda de una identidad. Sabemos cada vez mejor que somos latinoamericanos y que como dijo Darío, eh, invirtiendo la frase, tantos millones de hombre no hablaremos inglés, hablaremos español. Y esa es la segunda mitad de la cosa, que toca a España y que a mi me da tan, tanta alegría. Y es el hecho de que Ustedes los españoles nos, nos leen a los latinoamericanos y nos leen amistosamente, nos leen fraternalmente. Bueno, ese, ese, ese contacto, después de un largo periodo de distancia, que tú conoces muy bien, ese contacto es fecundo, ese contacto nos, nos vuelve a enlazar. Ya no necesitamos ni a Hernán cortés ni a Pizarro o los, los que crearon las diferencias; no, no ya no, ya no, ya somos una, ya somos un sólo conjunto unidos por un idioma y ojalá que por un mismo destino histórico. Oye y me callo porque esta ya comienza a parecer un discurso político.

Joaquín: pienso que Julio Cortázar ha sido generosísimo con nosotros y nos ha dicho muchísimas cosas que contribuirán a desentrañar para muchos de ustedes y para mi mismo las claves de una personalidad tan, tan interesante eh… Pienso que esta entrevista es un poco larga pero es sin embargo insuficiente y (—) cámaras intentaremos otro día ir conversando aunque sea ahí en esta casita que tiene usted en el campo, una casita muy modesta por cierto, pero en un lugar realmente paradisíaco, sin teléfono, alejado de todo ruido, de todo estrépito y con esa soledad que tanto le gusta practicar a la mitad de la personalidad de Julio Cortázar, que por otra parte como aquí se ha visto es un hombre que se preocupa tanto por los demás hombres. Muchas gracias siempre Julio.

Cortázar: mira Joaquín yo quiero darte las gracias a tí, pero al dártelas a tí se las estoy dando también a todos los que han tenido la, la paciencia y la generosidad de escucharme, y que los siento aquí presentes y vivos y a mi lado. Ya!

Joaquín: gracias.

Voz 1 (mirando al televisor): veinticuatro de junio, canal encuentro. Final del programa: cinco para las ocho de la noche. Canal cero cinco. Productor Jesús González. Dirección y presentación Joaquín Soler Serrano. Realización Ricardo Arias.

Locutor: «Han visto Ustedes: A fondo. Una producción de radiotelevisión española».

Final de la primera transcripción.

2. Comentario previo a una segunda transcripción

(INICIA SALTO)
Recuerdo haber visto durante mi visita a Buenos Aires, también por televisión -en este caso por un canal multinacional de suscripción a cable como CNN- el informe presentado por una entidad X sobre la situación general del desplazamiento forzado en el mundo. Se afirmaba que Colombia tenía el primer lugar en desplazamiento forzado interno. Aunque este resultado no se registraba en los gráficos que el noticiero presentaba en la pantalla sí había sido leído en la voz del Locutor. Había entonces una obvia discrepancia entre lo que podría pensarse eran distintas líneas editoriales (un criterio para el audio y otro criterio para la imagen). Si tengo suerte creo que puedo encontrar entre mis archivos de audio la grabación (por cierto muy breve) de esa afirmación. Con mejor suerte podré encontrar la fecha exacta y hasta la hora de emisión, para preparar así las condiciones de un cotejamiento exhaustivo como los que menciona Cortázar en la entrevista con Joaquín. Antes de cualquier cosa voy a tomarme un café.
(FIN SALTO)

Buenos aires, 19 de junio de 2007, 10:55 p.m. CNN:

2.1 Inicio de la segunda transcripción

Locutor CNN: sí aparece en el video de una reunión de campaña en el 2001 del entonces candidato presidencial $ @@@@@. El organismo agregó que seguramente @@@@@ desconocía las actividades ilícitas de EEEEE SSSSS ÑÑÑÑÑ. @@@@@ dijo que no puede saber los antecedentes de cada persona con la que se fotografía o es filmado y rechazó las insinuaciones del narcotraficante prófugo FFFFF CHCHC V@V@V sobre el ingreso de recursos de paramilitares a su campaña.

@@@@@: se tomaron todas las medidas para evitar que entraran dineros de criminales, de origen dudoso. Se sacaron los avisos públicos pertinentes anunciando que el único que podía recibir dineros para la campaña era el Doctor XXXXX. Se verificó con la famosa lista Clinton que quienes originaban fondos para la campaña no tuvieran problemas con la justicia.

Locutor CNN: y por orden de @@@@@ la Secretaría Jurídica de la Presidencia solicitó a la Fiscalía General que investigue las denuncias de CHCHC V@V@V.

(cortinilla musical)

Locutor CNN: un informe de la ONU indica que el número de afectados en el mundo se incrementó por primera vez en cinco años. Iraq encabeza la lista con más de dos millones seguido de Afghanistán y sudán. En Latinoamerica Colombia tiene tres millones de desplazados a nivel interno. Un millón más que hace un año. Con esta cifra que equivale al veintitres por ciento del total mundial, Colombia pasó al primer lugar en número de desplazados dentro de su territorio atendidos por la ONU.

Fin de la segunda Transcripción.

3. Un ejemplo de la transcripción como traducción

Se tomaron todas las medidas para evitar que entraran dineros de criminales, de origen dudoso: en este caso (con la puntuación) el complemento «de origen dudoso» enfatiza la intención declarada de impedir el ingreso de dineros ilícitos.

Se tomaron todas las medidas para evitar que entraran dineros de criminales de origen dudoso: en este caso (sin la puntuación) la frase podría leerse como que se aceptaron dineros de criminales que no tuvieran orígenes dudosos, es decir, de criminales reconocidos.

En este caso podría no existir un proceso de traducción correcto e inequívoco, porque la presencia de la «coma» está sugerida en la cadencia del lenguaje de $$$$$ @@@@@ pero en un gesto o dicción que a su vez sugiere la posibilidad de la doble lectura.

(transcripción y comentarios: Pablo Batelli)