Corre Lola, corre….!

Que más se podía esperar de la seudo crítica bogotana Lolita(o) de Windsor & Newton, la “drag queen” de los comentaristas de arte, pues el estatus de crítica le queda bastante grande. A alguien con semejante párrafo de presentación «Uso rouge a lévres, tacones rojo fuego y vestidos negros invadidos de lunares blancos», no se le puede considerar más que como un desdichado y resentido payasito, que añora ser tenido en cuenta, pero dada su banalidad, irrespeto y falta de argumentos a la hora de «escribir de arte», por más que corra y corra, Lola no lo logra!

Más aún, alguien que no tiene la valentía, ni la ética para dar la cara, escondiéndose detras de un seudónimo cual ratica de alcantarilla, perdón, ratoncito de laboratorio, pues de esas cosas poco glamorosas y «sucias» ella no quiere saber, mal hace en usar el insulto y el improperio sin argumentos, para referirse al hacer de un artista. Tirar la piedra y esconder la mano, dar la puñalada por la espalda, falsos positivos….etc., de este tipo de artimañas y bajezas está conformada gran parte de la sociedad colombiana y Lolita, es un claro ejemplo de esa «grandísima porquería», para usar sus propios términos – que pienso, son más apropiados para hablar de la masacre «para», la corrupción política o los miles de muertos, y millones de pesos «quemados» en la supuesta guerra en que nos han montado estos últimos gobiernos y acentuada por la tan cacareada «seguridad democrática» del binomio de oro Uribe/Bush, que para referirse a una exposición, que nunca entendió por su temor a «ensuciarse» ella y su decadente indumentaria.

Descalificar la propuesta de Edgar Cortés, con el endeble comentario de que Rauschemberg ya lo hizo hace 50 años…., es un argumento tan vacuo y vacio como su cabeza, pues, ¿ya hizo qué?. Rauschenberg fue un artista que hizo tantas cosas, que una aclaración argumentada hubiese sido lo mínimo que ha debido escribir esta damisela(o). Habría que especificar en que contexto hizo Rauschenberg lo que «Lola» aduce que hizo – ¿acaso serán las mismas condiciones socio-económicas bajo las cuales Cortés enuncia su propuesta? – el que haya alguna influencia del gran artista no es un pecado, todo lo contrario, ¿o acaso ella conoce a algún artista totalmente «original» y que su obra no tenga ninguna influencia de otros artistas en la actualidad? que nos nombre el primero. Una de las cosas importantes, de varias que hizo en el arte Rauschenberg, fue la de abrir el camino para que los artistas incorporaran materiales de la vida diaria en sus obras, creando lo que él llamó «combine paintings», que ni eran esculturas ni eran pinturas, y la vida cotidiana de cada quién está rodeada de diferentes objetos, que, obviamente, los de Lola(o) ya sabemos de que se componen, sin lugar a dudas, muy diferentes a los de Edgar Cortés. Creo que hasta ahí llega la asociación del trabajo de Rauschenberg con el de Cortés: en la incorporación de este tipo de materials. Recordemos que Rauschenberg no ha sido el único, pues hubo y hay muchos que también han trabajado con materiales de desecho como Jim Dine, Kaprow, Grooms, Samaras, Oldenburg, Di Suvero, Chamberlain, Burri y varios de los representantes del arte Povera en Italia – localmente Feliza Burstyn con sus esculturas de chatarra y de manera diferente, hasta el mismo Bernardo Salcedo. ¿Está entonces, vedado el trabajar con estos materiales de desecho y reciclarlos, especialmente para un artista como Cortés, que viviendo en Ciudad Bolivar es lo que ve a diario y, que de pronto, la entaconada Lola(o) ni quiere ver, ni saber que existen estos contextos marginales construidos, precisamente, con este tipo de materiales reciclables, no tanto por gusto, sino por extrema necesidad….!

Volviendo a la exhibición de Cortés, el titulo de la muestra:»Boceto para una versión» le ha debido dar una luz acerca de qué se trataba la muestra, pero obviamente su estrechez mental y su percepción de «mujer bella y decente, fácilmente contaminable por bacterias y gérmenes», la cohibió de entender el contexto desde donde se enunciaba la propuesta de Cortés. Ojo, que bacterias y gérmenes nuevos y mutados más peligrosos aún, pululan hoy en día con mayor frecuencia en su “asqueroso” rouge a lévres que en los materiales encontrados y reciclados por Cortés en sus diarios recorridos por la ciudad – materiales para él, cargados de trajín, de uso y de significados y que no solamente le sirven para darse el «gusto de componer», pues componer no sólo lo hace el artista promedio como muy «inteligentemente» nos aclara Lola lumbrera – lo hacen muchos artistas, me atrevería a decir que casi todos – se compone en el papel, en el lienzo, en el espacio, en el visor de la cámara fotográfica, de video…,etc – pero aquí lo importante es, cómo y para qué se compone y las posibles interpretaciones que de esta “composición” haga el espectador. Esto es lo importante y no quedarse en nimiedades de si es una “composición” o no, al menos a Cortés le interesan más otras cosas. Le sería muy útil, para que no pase de tan ignorante y banal, que leyera la «interpretación» que hizo Jorge Peñuela, de esas que Ud. llama de forma tan irrespetuosa, «asquerosas instalaciones desechables y pordioseras»: http://esferapublica.org/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=929&Itemid=79, publicada directamente por Esfera Pública, a diferencia de la suya, enviada por un tercero, o sea, entrando por la puerta de atrás, coincidiendo generalmente, por donde se saca la basura.

Y no es la primera vez que Lola(o) pela el cobre haciendo uso de una seudo crítica desechable y patética, como es la del ataque, el insulto y la descalificación adrede, emitiendo juicios de valor mal intencionados y sin una argumentación que la valide dentro del campo de la plástica. Valga recordar la que hizo acerca de la exposición de Wilson Díaz «Institucional» en valenzuela klenner galería, mayo 2008, una de las mejores muestras del año pasado, en donde Wilson resuelve plásticamente, con aguda inteligencia y sutil ironía, una de las más álgidas controversias que han tenido lugar en el medio del arte en las últimas décadas. Ver como Lola(o), la drag queen de la frivolidad, banalizó la descomunal y arbitraria censura estatal contra la obra de un artista y el posterior debate que esto suscitó en varios ámbitos – uno de ellos Esfera Pública – es el retrato de este comentarista de pacotilla. Dijo ella (él) respecto a la exposición de Wilson Díaz: «Porque aquí lo que vende es el drama, la telenovela, el llanto, la calumnia y el atropello…» y referirse a Wilson Díaz, uno de los artistas contemporáneos más importantes de Colombia, en los términos en los que lo hizo, es el colmo del irrespeto y abuso por parte de este advenidizo(a) desconocido(a): «… Ese que hace unos meses muchos desconocían y que hoy día está en boca de todos», siguiendo con «No se sabe entonces quien es más ignorante, si el embajador por asumir que una obra de arte compromete el estatus político de nuestro país o el artista plástico (Wilson Díaz) que pretende hacer de un folclórico documental, una usurpada polémica en un foro, unos mamarrachos a la coca y una pintura popular, unas contundentes obras de arte contemporáneo (sic)» y para cerrar reduce la exposición a lo siguiente: «…la fórmula del éxito, chisme barato y alcohol fino».

Referirse como «mamarrachos a la coca», a los esplendidos dibujos realizados con carboncillo de coca por Wilson Díaz, un artista que individualmente y en unión con Juan Mejía, influenciaron con su extraordinario y mordaz dibujo a toda una generación de jóvenes dibujantes, es ya el súmmum de la ignorancia y el atrevimiento. Obviamente, sospecho cual es el origen de tan “extraña” animadversion hacía Wilson, pero con rencillas personales no se hace crítica de arte! Al menos no, hoy en día.

Por último, hasta cuando tenemos que aguantar textos insulsos, banales e irrespetuosos? En fin, espero que Lola no sólo se dé “una larga ducha con flores, esencias y aromas”, sino que se lave ese “asqueroso y pútrido” rouge a lévres a ver si se le ve, por fin, la cara, se baje de esos ridículos tacones rojo fuego, se quite el disfraz de lunares blancos y, ojalá, entonces, descubra que hay que respetar el quehacer de los buenos artistas, pues se puede discrepar de la propuesta que presenten, pero «jalandole» al respetico. Asi es que, corre Lola corre…..!

Jairo Valenzuela H.
Director
Valenzuela klenner galería